Chamonix 2025 - 26 JUL (día 1)

Decir que uno tiene ganas de comenzar las vacaciones es algo demasiado tópico pero, justo hoy, es lo primero que se me ha venido a la cabeza cuando ha despegado el avión. Llevamos una temporada bastante alborotada e intensa en nuestros trabajos y necesitábamos más que nunca un descanso lejos de casa. Bienvenido sea!

Además hemos salido muy puntuales así que cuando hemos llegado al mostrador de nuestro transfer en Ginebra… les hemos pillado un tanto descolocados (creo que nos esperaban algo mas tarde, jajaja!). Por cierto, gracias a esto, nos han reasignado conductor y así hemos podido conocer a un chaval español que lleva trabajando para esta empresa casi un año y está encantado con la zona. Nos ha traído rapidísimo hasta Chamonix mientras nos recomendaba un montón de sitios y excursiones. Qué majete, por favor. Un saludo, Eduardo!

Tras el check-in y demás historias, nos hemos acercado hasta el stand del teleférico de L’Aguille du Midi y en una pequeña máquina de color blanco hemos pasado el QR que nos habían mandado para canjear el Mont-Blanc Pass (esto ya lo usamos en otro viaje y fue estupendo pudiendo subir todos los remontes y utilizar el autobús del Valle de manera ilimitada). Cuando compramos los pases teníamos dudas sobre la facilidad de este sistema, pero ya hemos comprobado que todo va bien, funciona sin problemas y en los pases están incluidos hasta nuestros nombres. Fantástico! Por cierto, si lo compras on-line con tiempo te hacen un pequeño descuento.

Terminamos el día tomando una raclette, que teníamos muchas ganas de probarla. Este plato típico de la región suiza de Valais consiste en poner un trozo de queso junto a una parrilla eléctrica portátil y, conforme pasan los minutos, éste empieza a derretirse. Y ese queso fundido se toma después con el resto de platos que se sirven en la mesa: patatas cocidas, embutidos, ensalada, pepinillos. Nos hemos puesto hasta arriba de comer. Menos mal que, OH SORPRESA, teníamos un invitado muy especial que nos ha ayudado con la cena (el hermano de P. - que se ha acercado desde Milán y pasará unas horas con nosotros -).

La anécdota curiosa del día: el camarero que nos ha atendido era griego y gracias a una pequeña conversación sobre ciudades bonitas, nos ha dicho que es de Nafpaktos (Naupacto). Con este nombre uno podría quedarse un tanto indiferente pero cuando nos ha comentado que allí hay una estatua en honor a Miguel de Cervantes… hemos atado cabos rápidamente. Porque esta pequeña ciudad la conocemos históricamente como Lepanto, su antiguo nombre veneciano, y esto ya si nos suena a la famosa batalla del S.XVI. Buscando luego fotos por internet parece realmente preciosa, así que queda apuntada para un futuro viaje.

Ahora toca descansar. A ver si mañana las nubes nos dan un descanso y podemos aprovechar bien la mañana.

Buenas noches!

1 comentario:

  1. ¡¡Buen comienzo, chicos!! Así que el resto......Mejor y mejor!!

    ResponderEliminar