Zaragoza 2011 - 13 Mar (dia 2)

Esta mañana el sol ha salido con fuerza, asi que el paseo por el centro de la ciudad ha sido de lo más agradable. Y no hemos sido los únicos: parecía que la gente nos acompañaba a cada paso. También habia varias actividades a las que asistir, entre ellas, una exposicion de comics, animaciones infantiles, y hasta un concierto en una iglesia. No está mal para ser “un domingo cualquiera”. La imagen es precisamente de este concierto, en el que una orquesta interpretaba fragmentos de zarzuelas conocidas.

La visita a la Seo será para otra vez (no ha habido suerte y nos la han cerrado casi al llegar), pero eso no nos ha bajado los ánimos para comer en otro de los sitios emblemáticos de la zona: el Tragantúa. Chipirones, berberechos, croquetas, tostas y unas cervecitas para calmar los estómagos mas exigentes! El trato es francamente bueno y el precio para todos los bolsillos. En este local hay fotos de ilustres clientes entre los que destacan Millán Salcedo, Enrique Bunbury y hasta Carlos Herrera!

Tras otro paseito y el bus urbano, hemos llegado a la estación con tiempo suficiente para descansar en la Sala Club de la estacion (incluida en el billete). No está mal para terminar el viajecito! Y luego ya en el tren nos han dado una merienda de esas “minimalistas” para ponernos a todos contentos, jeje!

Por cierto, es la primera vez que escribo desde un tren, mientras el resto de pasajeros leen, duermen o tambien están con sus portátiles. Sin duda, las comodidades de un vagón de AVE están a años luz de las del avion (al menos tal y como lo conocemos hoy). Aunque lo mismo dentro de unos años esto tambien se lowcostiza (valga el palabro) y se termina estropeando. Esperemos que alguien con dos dedos de frente sepa mantener el invento convenientemente!

Zaragoza 2011 - 12 Mar (dia 1)

Cualquier momento es bueno para organizar una escapadita de fin de semana. Esta vez, nos hemos pillado el AVE y en poco mas de una hora estabamos en Zaragoza, una ciudad que teniamos pendiente desde hacía tiempo.

Tras dejar las cosas en el hotel, nos hemos perdido un rato por el centro histórico hasta alcanzar la Basílica del Pilar, todo un referente en la ciudad (y quizá en el país). Su tamaño es impresionante, pero lo que me ha llamado mas la atención es el colorido de sus tejas - pensaba que estas cosas sólo se veían por algun pais Centroeuropeo!! -. Bueno, tambien me he quedado de piedra al ver el agujero enorme que hizo al caer una bomba en la Guerra Civil... y que nunca llegó a explotar! Por cierto, que aún se puede ver expuesta en uno de los laterales, junto con otras mas que tampoco se activaron. Protección divina? Quién sabe!
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Consultando las críticas de los usuarios en la red, hemos encontrado un local "de lugareños para lugareños". Su nombre, Taberna Pedro Saputo y, entre otras maravillas, tiene un plato especial con huevos y jamón que, para nuestra sorpresa, tenía un ligero toque "a gas". La foto no puede reflejar esto, pero puedo asegurar que el estómago estuvo horas con ese "regustillo". Olvidaba comentar que el trato fue muy familiar y nos sentimos como en casa. Se nota que el turisteo no ha estropeado aún sitios como éste.
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El resto de la tarde ha consistido basicamente en un largo paseo donde ha quedado demostrado que aqui no sólo hay tradicion romana, sino que como todas las ciudades, los edificios modernos cohabitan en relativa armonía con el entorno circundante. Esto que se ve en la foto, es el Instituto Aragonés de Arte y Cultura Contemporáneos (no podía ser otro, verdad?).
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Buscando sitio para cenar, aterrizamos de casualidad en El Fuelle, un local más conocido y con mucho tópico "cachirulense", donde pudimos disfrutar de las típicas migas con uvas. Comida normalita, pero perfecta para terminar el dia.