La foto típica de la ciudad siempre se hace desde el puerto. En esta zona se encuentran edificios mas vanguardistas y originales. Los más famosos son los que forman el Neuer Zollhof (en la foto, los bloques irregulares de color blanco, plata y rojo) diseñados por Frank O. Gehry (ya vimos otro edificio suyo en Praga chulisimo). Esta mañana hemos estado paseando por la zona y la verdad es que uno ya no sabe ni cómo hacer la foto para pillar una buena perspectiva. Por cierto, junto al hotel Hyatt Regency estaban colocando cámaras y fotos para rodar alguna escena de pelicula, serie o anuncio. Quien sabe si será la próxima de Mission Impossible!
Por supuesto a la torre de la foto se puede subir. Su nombre es Rheinturm y cuesta 6 euros la entrada al mirador. Merece la pena el precio para tener las mejores vistas de la ciudad. En la FOTO de la derecha se ve la zona del puerto de nuevo, pero desde la otra perspectiva. Vamos, que podría ser un par de fotos simultáneas, jeje! Los edificios de Gehry se ven ahora mejor abajo a la izquierda.
Curiosidades: la torre mide 240 metros, pero el mirador está aproximadamente a 70 metros por debajo (unos 170m). Y, aunque parezca enorme, no es la estructura de mayor altura del país (esa es la Fernsehturm de Berlín y... ya estuvimos en ella hace unos años!)
De todas formas, las vistas desde arriba siempre dan un poco de vértigo. Los cristales del mirador están inclinados, así que el turista más atrevido puede hacer fotos como las de la izquierda.
Alguien se anima a saltar?
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Vale. Yo tampoco.
En fin, con tanta emoción nos ha entrado hambre prontisimo, asi que nos hemos ido al centro para comer en uno de los sitios de codillo más famosos: Schweine Janes. El local estaba lleno, pero hemos tenido suerte y una mesa se ha quedado libre un minuto después de pedir los bocatas con patatas fritas. Qué ricos estaban!!
Por cierto, ayer nos quedamos sin ver el ambiente del carnaval de Colonia, pero resulta que aquí también hay una animación tremenda. Toda la zona de Carlstadt estaba plagada de gente disfrazada, con música por todos lados, pero desde luego los laterales del Königsallee estaban hasta arriba. Incluso estaba uno de los grupos de samba local, Ganza Absurdo, dándolo todo:
Más que alemanes, parecían brasileños de verdad!
Maletas, tren y aeropuerto.
Ahora a descansar, que mañana empieza de nuevo la rutina diaria. Ay ay ay!!