Una de las visitas IMPRESCINDIBLES (así, en mayúsculas) es la del
Museo Vasa. Dentro se encuentra el tristemente famoso buque Vasa que, justo el primer dia de su botadura, se hundió irremediablemente a los 20 minutos de salir del puerto de Estocolmo el 10 de Agosto de 1628.
Pero, ¿cómo es posible esto? Pues sencillamente fue una mezcla de mal diseño e improvisación. Digamos que a mitad de construcción del mismo, se quiso poner más cañones de lo habitual (tenía que ser el mejor buque de toda la flota real) y se hizo lo que se pudo, distribuyendo los 64 enormes cañones en las dos cubiertas superiores.
Pero, como se puede ver en la foto de la derecha, el lastre era demasiado escaso para un buque tan alto y tan pesado. De hecho, su viaje duró hasta que llegó la primera racha de viento - que hizo que el barco se escorase de mala manera y entrara agua por las cubiertas y las zonas de los cañones, sentenciándolo a un hundimiento sin precedentes. Aunque hubo muchas bajas, la mayoría de la tripulación pudo sobrevivir gracias a que los mástiles no se llegaron a hundir del todo (mástiles que después llegarían a cortarse para permitir el paso de otras embarcaciones por la zona).
Durante siglos permaneció hundido (y casi olvidado), hasta que en 1956 se pudo localizar de nuevo. Pero aún tardó 5 años más en salir a la superficie porque hubo que hacer un estudio tremendo para organizar bien el "rescate" (ver FOTO de la maqueta). Gracias a las aguas salobres y pobres en oxigeno, el buque se había conservado casi intacto. Aún así, una vez colocado en el que sería su futuro museo, se estuvo rociando a diario durante 17 años con una solución especial a base de glicol para que la madera no se agrietase. Una suerte poder verlo hoy sabiendo que el 98% sigue siendo original. Por cierto, el museo tiene una luz tenue para ayudar a la conservación del Vasa, así que si no se tiene una buena cámara, las fotos pueden quedar muy oscuras.
Las mejores vistas de la ciudad y la zona antigua se consiguen desde el antiguo parlamento. Eso sí, se necesitan casco y arnés para poder
caminar por los tejados del edificio. A las 11:30 teníamos nuestra visita y, tras una breve introducción y colocación del equipo, nos hemos puedo a caminar a 43 metros del suelo (!!!). Durante el recorrido, la guía (casualmente mitad española por parte de padre) nos ha estado contando muchas cosas interesantes sobre la ciudad. La verdad es que te dan todo lo necesario para que tanto móviles como cámaras vayan sujetos, pero entre que tienes que ajustar bien el paso y sujetar bien el
perrito para no caerte (que se llama asi, no me lo he inventado!), al final haces menos fotos de las que pensabas y te dedicas a disfrutar de la experiencia. Muy muy recomendable!!!!
Después de picar algo, hemos hecho algo que nos ha sugerido la guía medio española: coger un barquito turístico y ver la ciudad desde el agua. Con el día tan estupendo que teníamos ha sido lo mejor que hemos podido hacer. Hay varias empresas que se dedican a ello, pero la nuestra parecía bastante interesante, con su puesto junto al hotel Grand Royal. Hemos comprado el tour de 50 minutos, alrededor de Djurgården , y gracias a un audio nos iban contando cosas mientras pasábamos por los lugares señalados. Por cierto, el mejor sitio ha sido el que hemos cogido, justo atrás del todo. Desde ahí se podían hacer las mejores fotos!!!
Para terminar el día, qué mejor forma que cenar en un sitio chulisimo:
Pubologi. Se encuentra en una calle muy tranquila, peatonal, de Gamla Stan (el centro histórico de la ciudad) y su visita es altamente recomendable para los amantes de la nueva cocina. Las mesas del local son altas y tienen un cajón donde se encuentra el menú, la servilleta y todos los cubiertos necesarios para la comida. Se puede pedir un plato, una parte o el menú completo, con opción también de maridaje de vinos. Lo que se ve en la foto es el postre (arándanos con queso de cabra, pan de centeno y hojas de
shiso) que estaba francamente espectacular, pero es que todo el menú se merece un auténtico
OHHHHHHHH...!!!!. Madre mia, que súpercena!
P.D: Hoy ha tenido lugar la
Maratón de Estocolmo. Una carrera muy bonita que transcurre entre islas y puentes. Hemos visto un poco de la misma e incluso hemos animado a unos cuantos corredores. Durante varias horas se ha restringido el tráfico por la zona del centro y gracias a eso me he podido fijar en el desgaste del asfalto que hay en varias zonas de la ciudad. No lo había visto en mi vida! Supongo que venimos del país constructor por excelencia y aquí eso sería impensable, pero es que ya llevamos muchos viajes y es la primera vez que lo veo. Posible asfalto IKEA?? No entiendo nada!!