Frankfurt 2013 - 4 MAY (dia 3)

Ultimo dia en la ciudad y momento importante para la reflexión. Porque cuando un sitio (una comunidad) te trata de manera tan distante, llegas a plantearte si la culpa es realmente tuya o es que son ellos los que no quieren que estes allí. Comprendo que los habitantes de la zona no tengan un carácter festivo, pero lo que no entiendo es cómo toda la ciudad está en continua hostilidad con el extranjero. Ni un cartel de ayuda para visitar los 4 (contados) sitios, ni siquiera una palabra amable para el que está interesado en encontrar algo o tiene una duda. Casi piensas que el mapa que te dan en el hotel es como una limosna! 

En la FOTO de la izquierda se pueden ver las casas del Romerberg, reconstruidas perfectamente tras la guerra. Muy bonitas y quizá lo único "tradicional" a destacar. Puedo asegurar que sin mapa es casi imposible encontrarlas. Ni un solo cartel de ayuda. Parece mentira que en cualquier aldea gallega tienen mas promoción turistica que aqui. Alucinante.

No hay duda de que a Frankfurt se viene a trabajar. Los negocios y el dinero parecen ser lo único que importa. Hay que dejarse de tonterias y de turisteo porque esta ciudad no tiene ni tiempo ni ganas para ello. La sede del Banco Central Europeo (ver FOTO) nos lo deja muy clarito con su fria fachada gris. Pues estupendo, oiga. Ahí se quedan ustedes con sus vidas oscuras que yo me voy antes de que se me contagie el espíritu.

Irónicamente, su aeropuerto es quizá el MEJOR que hayamos visto durante todos estos años por Europa. Ya no sólo dispone de unas comodidades impensables (asientos acolchados, asientos a modo de tumbona - ver FOTO -, zona infantil, aviso de cambio de puerta por movil), sino que el acceso a la zona de embarque es MUY cómoda. Ademas para subir al avión cada puerta dispone de varios lectores, evitando asi esas largas y tediosas colas que vemos en otros aeropuertos cuando hay que embarcar "por filas".

Con esto ponemos punto y final a una experiencia un tanto extraña, que nos ha servido para conocer otra ciudad más en nuestro mapa de viajes. No creo que volvamos más, aunque no descartamos pasar por ese aeropuerto si fuera necesario como escala para enlazar con otro vuelo. 

Sayonara, Frankfurt!

Frankfurt 2013 - 3 MAY (dia 2)

El dia ha comenzado con la visita a la casa - museo de Goethe. Aqui nació y vivió sus primeros años de vida el famoso escritor. Es una casa enorme y, desde que entras en la misma, uno se da cuenta de que era una familia bastante acomodada. Como durante la 2ª Guerra Mundial la ciudad quedó arrasada, lo que hoy se puede visitar es una reconstrucción de la casa original, aunque contiene todas las piezas que en su dia se salvaron antes del bombardeo: cuadros, mobiliario variado, libros, retratos de siluetas y varios instrumentos musicales, entre los que destaca este extraño piano de pared. Por cierto, sólo en la audioguia se puede ver abierto. 

La siguiente parada ha sido en la Dom Sankt Bartholomäus, la catedral de la ciudad, un lugar tristemente castigado por el fuego a finales del S.XIX, y dañado enormemente durante los bombardeos de la guerra. Su reconstrucción y remodelación ha sido una tarea tremenda, pero desde 2010 está abierta al público en todo su esplendor. Por supuesto, tiene una interesante torre de 95 metros de altura desde la que se pueden hacer unas fotos muy bonitas. Eso si, hay que pagar 3 euritos y subir 328 escalones, pero merece MUCHO la pena. 

Incluso hemos podido grabar este video:




El momento de la comida ha sido un homenaje en toda regla: a nosotros, como recompensa personal, y a J., como respuesta a sus súplicas culinarias. El Iwase es un pequeño restaurante japones que no hay que perderse bajo ningun concepto si se visita la ciudad. Recomiendan hacer reserva, pero hemos tenido la suerte de plantarnos alli y pillar los dos ultimos sitios del local. Hemos pedido dos menús y ha sido todo un acierto: sushi riquisimo y un servicio excepcionalmente amable. La decoración es realmente simple, y las tres mesas que tiene son las típicas comunitarias del pais. Sólo hablan japonés y alemán (mas de lo primero que de lo segundo), pero cuando uno quiere comunicarse, no hay barrera idiomática que valga. Un 10 para este local!!!

El paseo post-comida ha sido junto al rio Main. La temperatura era ideal para ir disfrutando de las vistas, mientras haciamos unas cuantas fotos. Se suponía que hoy iba a llover por la tarde, pero está claro que la suerte nos ha dado una pequeña tregua para aprovechar el viaje en condiciones. Además aqui no hay casi ni rastro de turistas: es posible que fuéramos los únicos que iban cámara en mano, jeje! 

Por cierto, brujuleando por la zona, hemos descubierto la Dreikönigskirche, es decir, la iglesia de los Tres Reyes. Queríamos entrar para ver un poco su interior (porque por fuera es todo un reclamo gótico) y, efectivamente, así ha sido... ademas de tener la posibilidad de disfrutar de esta sorpresa musical:




Para terminar el dia, hemos cenado en Dean and David, una cadena alemana de locales con "comida sana" a base de ensaladas recien hechas, bocadillos naturales y batidos de frutas. Hemos pedido un par de cosillas y creo que hemos acertado totalmente. Que rico estaba todo!!!!

Antes de volver al hotel hemos estado dando un paseo por la ciudad y para ser viernes no estaba mal de ambiente. Curioso, por cierto, ver a algunos jóvenes haciendo botellón  en los bancos de una calle comercial. Y es que hay costumbres asociadas a determinada edad que se expanden como el universo! 

Frankfurt 2013 - 2 MAY (dia 1)

Despertador, ducha, desayuno, prisas, maleta y sin perder un minuto al aeropuerto. La historia se repite cual ritual cada vez que empezamos un viaje y la verdad es que, por mucho que tengamos todo planificado, siempre salimos de casa con la sensación de agobio tremenda. Que malas son las prisas por favor!!

Tras sacar en la máquina de autocheck-in las tarjetas de embarque (muy bonitas, por cierto) y pasear un poco por la terminal, hemos entrado en el avion estupendamente (irónicamente, los amigos alemanes no son tan cuadriculados como en otras compañias y aqui no hay embarque por filas). Durante el vuelo nos han dado de comer estupendamente (vale, tambien ha ayudado que teníamos mucha hambre) aunque ha sido complicado ir al WC porque los carritos de bebida estaban todo el rato por el pasillo... Está claro, no se puede tener todo.

El aeropuerto de Frankfurt es enorme y quizá algo lioso, pero al final hemos conseguido enganchar el tren regional S8 y en 10 minutos estabamos en la estación central de la ciudad. Y digo bien "al final" porque hemos preguntado a un trabajador de la compañia de trenes y nos ha dejado muy clarito que si queriamos ayuda, no sería él nuestro samaritano del momento. En fin. Parece que la guia tenia razon sobre el carácter de los habitantes de la ciudad: bastante distante, aunque sin mala intención... ejem.

Aunque para distancias esos 200 metros de la Main Tower que te hacen disfrutar de las mejores vistas de la ciudad. Es el único rascacielos que se puede visitar (tiene una terraza panorámica en la azotea) y se distingue desde bien lejos porque tiene una antena enorme pintada de rojo y blanco. Como no podía ser de otra forma, no tiene un acceso "facil" para el turista y si quieres entrar, te tienes que buscar un poco la vida (nos hemos equivocado de puerta y, ante la pasividad de la recepcionista del lugar, nos hemos tenido que apañar solitos hasta el mostrador correcto). Tras pagar hemos tenido que soportar ademas los comentarios bordes / tajantes del segurata PERO... como sólo nos hablaba en alemán, pues mal asunto. Al final, no he tenido que quitarme ni el abrigo ni las gafas y podíamos haber estado en el filtro mil horas, pero es que si el tipo no quiere hablar en ingles pues yo no le voy a seguir facilmente. Viva la filosofía "MI-NO-EN-TEN-DER"...!!!

Vaya, me quería desahogar un poco y al final se me ha ido lo importante. Esto... qué bonitas las vistas de la ciudad, verdad?? [ver FOTO]

Por cierto, la subida/bajada se hace en un ascensor rapidísimo que va a 18km/h!!!:



Tras callejear un poco por el centro (y darnos cuenta de que no eramos los únicos que estabamos de puente en la ciudad, me cachis), hemos cenado en el Klosterhof, una pequeña joya reservada casi para lugareños y asociados. Aqui SI nos han atendido estupendamente - aleluya! -. Ya sabíamos que las raciones eran abundantes, asi que hemos pedido un par de platos para  compartir junto a dos vasos de Apfelwein (= vino de manzana, la especialidad de la ciudad). Todo muy rico, aunque sin duda lo mejor ha sido probar esas maravillosas salchichas... ay ay, madre mia!!!!

Ahora a descansar bien que mañana tiene pinta de ser un dia muy interesante jeje!