Frankfurt 2013 - 2 MAY (dia 1)

Despertador, ducha, desayuno, prisas, maleta y sin perder un minuto al aeropuerto. La historia se repite cual ritual cada vez que empezamos un viaje y la verdad es que, por mucho que tengamos todo planificado, siempre salimos de casa con la sensación de agobio tremenda. Que malas son las prisas por favor!!

Tras sacar en la máquina de autocheck-in las tarjetas de embarque (muy bonitas, por cierto) y pasear un poco por la terminal, hemos entrado en el avion estupendamente (irónicamente, los amigos alemanes no son tan cuadriculados como en otras compañias y aqui no hay embarque por filas). Durante el vuelo nos han dado de comer estupendamente (vale, tambien ha ayudado que teníamos mucha hambre) aunque ha sido complicado ir al WC porque los carritos de bebida estaban todo el rato por el pasillo... Está claro, no se puede tener todo.

El aeropuerto de Frankfurt es enorme y quizá algo lioso, pero al final hemos conseguido enganchar el tren regional S8 y en 10 minutos estabamos en la estación central de la ciudad. Y digo bien "al final" porque hemos preguntado a un trabajador de la compañia de trenes y nos ha dejado muy clarito que si queriamos ayuda, no sería él nuestro samaritano del momento. En fin. Parece que la guia tenia razon sobre el carácter de los habitantes de la ciudad: bastante distante, aunque sin mala intención... ejem.

Aunque para distancias esos 200 metros de la Main Tower que te hacen disfrutar de las mejores vistas de la ciudad. Es el único rascacielos que se puede visitar (tiene una terraza panorámica en la azotea) y se distingue desde bien lejos porque tiene una antena enorme pintada de rojo y blanco. Como no podía ser de otra forma, no tiene un acceso "facil" para el turista y si quieres entrar, te tienes que buscar un poco la vida (nos hemos equivocado de puerta y, ante la pasividad de la recepcionista del lugar, nos hemos tenido que apañar solitos hasta el mostrador correcto). Tras pagar hemos tenido que soportar ademas los comentarios bordes / tajantes del segurata PERO... como sólo nos hablaba en alemán, pues mal asunto. Al final, no he tenido que quitarme ni el abrigo ni las gafas y podíamos haber estado en el filtro mil horas, pero es que si el tipo no quiere hablar en ingles pues yo no le voy a seguir facilmente. Viva la filosofía "MI-NO-EN-TEN-DER"...!!!

Vaya, me quería desahogar un poco y al final se me ha ido lo importante. Esto... qué bonitas las vistas de la ciudad, verdad?? [ver FOTO]

Por cierto, la subida/bajada se hace en un ascensor rapidísimo que va a 18km/h!!!:



Tras callejear un poco por el centro (y darnos cuenta de que no eramos los únicos que estabamos de puente en la ciudad, me cachis), hemos cenado en el Klosterhof, una pequeña joya reservada casi para lugareños y asociados. Aqui SI nos han atendido estupendamente - aleluya! -. Ya sabíamos que las raciones eran abundantes, asi que hemos pedido un par de platos para  compartir junto a dos vasos de Apfelwein (= vino de manzana, la especialidad de la ciudad). Todo muy rico, aunque sin duda lo mejor ha sido probar esas maravillosas salchichas... ay ay, madre mia!!!!

Ahora a descansar bien que mañana tiene pinta de ser un dia muy interesante jeje!

2 comentarios:

  1. Ay ay madre mía !! Un minuto en la boca y toda la vida en las caderas !! Podió C. !!

    Por cierto, el "ascenso-descensor" no debe de ser tan rápido, por que hay quien hasta ha bostezado durante el trayecto y todo !!! :P

    ( Eine Klosterhof ??? Vamos todos: japo japo japo !! que vayan a un japo ya !! :P)

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  2. Estaba esperando que nos dijeras las mil quinientas escaleras que subisteis hasta llegar a la azotea¿ ya os habeis pasado a los ascensores? ejem, ejem, creo que os estais "hamburguesando"

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