Londres 2017 - 15 ENE (dia 3)

Uno de los episodios más tristes que ha tenido lugar en Londres es el Gran Incendio de 1666. Esto lo estudiamos en su día, lo hemos visto como referencia en numerosas exposiciones y libros, y hoy, precisamente hoy, hemos visto la exposición "Fire, Fire!!" que organiza el Museo de la Ciudad de Londres con motivo del 350 aniversario del mismo. La exposición lleva desde Julio del año pasado y terminará en Abril de 2017, así que todavía hay tiempo de que alguno que lea estas líneas pueda verla también. La verdad es que merece mucho la pena y está todo perfectamente explicado, con paneles interactivos y objetos encontrados de la época.

Pero... cómo empezó todo? Una pequeña panadería junto al actual London Bridge empezó a arder una noche de Septiembre y, como en aquella época las casas eran de madera y estaban tan juntas, fue cuestión de horas que el fuego se extendiera por toda la zona centro. Entonces no había servicio de bomberos como lo entendemos hoy y la única opción que le quedaba a mucha gente era huir de la ciudad con lo poco que pudieran llevar consigo hasta que se consiguiera sofocar el fuego. Pero se tardó 5 días en poder apagarlo todo, con lo que más de 13.000 casas y 87 iglesias, con todo lo que había en ellas, se perdieron para siempre. Una cifra brutal para la época.

Muchos objetos se han encontrado años después gracias a las excavaciones que se han hecho en la zona (algunos se pueden ver en esta exposición), pero la mayoría se han perdido bien en las llamas, bien por saqueo de las casas.

La reconstrucción fue una tarea difícil, pero se consiguió finalmente mantener más o menos la estructura de las calles. Por supuesto, a partir de este momento todas las casas se hicieron de ladrillos. También surgió la figura de la aseguradora de hogar (andaaa!!) y se pensó en tener una patrulla de bomberos pública. En 1677 se inauguró finalmente una columna enorme de estilo dórico de 62m, conocida popularmente como The Monument, para recordar que Londres sobrevivió al Gran Incendio. Columna que, por cierto, ya visitamos hace 6 años (tiene 311 escalones hasta arriba!)  y que nos gustó un montón. 

En fin, creo que todo lo que hemos visto ha sido muy muy interesante. Tanto... que se nos ha pasado el tiempo volando y casi sin darnos cuenta ya estabamos de vuelta en el metro para el aeropuerto. Como siempre, un fin de semana se nos queda corto para una ciudad que ofrece tanto.

Londres,... volveremos en cuanto podamos para ver más y más cosas!!!

Londres 2017 - 14 ENE (dia 2)

Esta mañana hemos amanecido con un frío que ya estábamos echando de menos. Además el cielo estaba cubierto y amenazaba lluvia, pero por suerte la ciudad ofrece gran cantidad de actividades bajo techo. Por ejemplo, el Museo del Transporte de Londres

En uno de los laterales de Covent Garden se encuentra este pequeño - gran museo, que acoge todo tipo de transporte público que ha pisado Londres desde 1800. Así, se pueden encontrar vagones de metro y tren, autobuses, tranvías, carruajes, taxis... aunque sólo una pequeña muestra (porque la gran mayoría se encuentra en un depósito gigante que el museo tiene en Acton, a las afueras de Londres, y que está cerrado al público) 

Aparte de paneles informativos y objetos originales, quizá lo más interesante haya sido descubrir cómo surge la idea de poner los trenes bajo tierra en la ciudad: la archiconocidísima Revolución Industrial tuvo en gran parte la culpa. Londres empezó a crecer a un ritmo endiablado y cada vez más gente trabajaba en la gran ciudad. El problema era que las estaciones de tren estaban bastante alejadas de los lugares de trabajo y había que optimizar los trayectos de alguna manera. Y como los taxis de la época eran caros y los coches de caballos bastante incómodos, los ingenieros decidieron ampliar la red ferroviaria de manera subterránea inspirándose en los trabajos que se habían hecho recientemente en Paris. En 1863 se inaugura la primera linea, que se llamó "Metropolitan Railway", y cubría una distancia de 6 km. Por cierto, este nombre dejaría gran huella en este transporte internacionalmente hablando ya que, años después, cuando se inauguró la primera linea en España, directamente se empezó a llamar... METRO. 

Por cierto, la foto de la derecha es un dibujo de la estación londinense de Baker Street. Nosotros la vimos en su día y está perfectamente conservada. Eso sí, creo que aún tiene partes del techo oscuras debido a los vapores de las locomotoras.

Recordatorio: la tienda del museo es una gozada para los amantes del merchandising londinense. Hay auténticas preciosidades!

Después de comer tranquilamente y tomarnos un contundente afternoon tea, hemos dado un laaaargo paseo por el centro. Quizá sea por el mal tiempo o porque estas fechas son poco apetecibles o porque ya era de noche (el sol se pone a las 4:20PM, ejem!), pero no hemos encontrado mucho turista por la calle. O lo mismo sí que había pero nadie quería hacer fotos. Porque parecía que éramos los únicos cámara en mano. En todo caso, daba gusto plantarse en un sitio y tener las mejores vistas sin problemas. Y todo bien iluminado, eh? 

El paseo ha terminado en el restaurante japonés Roka (Aldwych), donde nos hemos dado un buen homenaje gastronómico a base de niguiris, makis, gyozas y un pollo buenísimo (estilo robata). A sugerencia del camarero - que era sevillano, qué casualidad! - hemos pedido un par de cocktails "lipstick rose" (con vodka de pétalos de rosa, frambuesas, champán y Peychaud Bitters - bebida raruna que he tenido que buscar en Google y que no sabía que existía... pero que pegaba estupendamente en la bebida, jaja!).

Creo que no hace falta decir que ha sido una comida estupenda para terminar este día tan completo. 

Hmmm... 

Londres 2017 - 13 ENE (dia 1)

Si. Volamos a Londres una vez mas. Seguro que alguien podría decir eso de "boh... siempre lo mismo", pero (lo siento mucho!) no podría estar más equivocado. 

Para empezar, volamos en un A340 (!!!) igualito que los que se utilizan para cruzar el charco. Eso significa que durante el par de horas que dura el vuelo, se puede estar muy entretenido con las peliculas, series o juegos que ofrecen las pantallas interactivas. Otra cosa es que tengas fuerzas para ello. En mi caso, me he puesto los auriculares, el antifaz, y un canal de música relajante para caer en un sueño profundo sólo interrumpido por el aviso del piloto al comienzo de la aproximación a Heathrow. 

Tampoco ha sido lo mismo ver los colores del atardecer de hoy (ohhhhh), ni sufrir de 15 a 20 minutos de retraso en el trayecto de metro hasta el centro (oh... oops!). 

En fin, que podría decir más cosas, pero creo que la idea ha quedado clara. Tan clara como el cielo de esta noche en la ciudad y el aire gélido que la cubre. Vaya frio!! Afortunadamente, en el hotel se estaba muy bien y en el North Sea Fish Restaurant la temperatura estaba tan elevada que hemos cenado en manga corta. 

Por cierto, atención a la foto. Bajo ese rebozado sospechoso (y muy rico) se encuentra un Rock Salmon. Que qué es eso? Un salmón rockero?? Pues no. Se trata de un pescado blanco y tierno, perteneciente a la familia del... tiburón (ni más ni menos, eh?). 

Lo bueno de este restaurante especialista en pescado y marisco es que tienes una carta con el dibujo de varios peces, por si tienes duda con alguno. Y cuando hemos visto este rock salmon nos ha parecido tan curioso que hemos terminado pidiéndolo. Todo un acierto.

También hay un precioso acuario para separar la parte del fondo del restaurante. Aunque mejor no mirarlo mucho, para que la comida no se atragante de mala manera. Ejem!


** Rock Salmon = cazón.
Fin del glamour, eh?? :D