Carcassonne 2017 - 12 MAR (dia 3)

Terminamos esta escapada medieval con un pequeño consejo para todos aquellos que quieran visitar la ciudad: las mejores vistas del conjunto histórico se consiguen desde un área de servicio de la autovía A-61. Para ello hay que salir de Carcassonne en dirección a Toulouse y a los pocos minutos, a la derecha, entrar en el primer área de descanso que se llama "Aire de Repos du Belvédère d'Auriac". Una vez allí, hay que dejar la zona de árboles para descubrir el mirador del fondo. Merece mucho la pena hacer esta parada estratégica y, como prueba, aquí dejo la foto. Bonito, eh??

Y como teníamos tiempo de sobra hasta la hora del vuelo, nos hemos animado a ver un poco Toulouse. Obviamente, cuando no tiene atascos, la ciudad es otra cosa. Hemos llegado hasta el centro sin problemas y hemos visto la Basílica de Saint-Sernin. La verdad es que por fuera es bonita y quizá su aspecto engaña un poco por tener tanto ladrillo visto pero en cuanto pisas el interior te das cuenta de que estás ante una joya del románico en toda regla (de hecho, es la iglesia románica más grande de Francia). 

Curiosidad: por aquí pasa una de las etapas de la Via Tolosana del Camino de Santiago Francés, y se puede visitar la iglesia primitiva sobre la que se construyó la basílica bajando por las escaleras que dan a la cripta (ahí se encuentran también numerosas reliquias).

Era de suponer que con tanto ajetreo nos iba a entrar hambre muy pronto asi que nos hemos puesto a buscar algún restaurante local por la zona. Pero - oh sorpresa! - los domingos cierran muchísimos sitios (!!!) y las opciones se reducen bastante. Por suerte, hemos encontrado un maravilloso japonés, Hinode, donde nos han atendido estupendamente. Hemos pedido el menú Shogun y, bueno, en la foto se puede ver el plato principal del impresionante homenaje gastronómico que nos hemos dado. Maaaadre mia. Que conste que es la primera vez que no consigo terminarme todo el sushi que me ponen!!!

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Normalmente suelo terminar un viaje haciendo referencia a un futuro destino o recordando un poco lo que hemos visto pero, por primera vez, y sin que sirva de precedente, voy a hacerlo con una de esas curiosidades que siempre había querido tener frente a frente. Y es que, lo que se ve en la foto, son las instrucciones detalladísimas de un WC automatizado típico japonés. Por supuesto, esto me lo he encontrado en el restaurante.

La primera vez que ví uno fue en televisión. Según creo, se empezaron a instalar a finales de los 80s y desde entonces ha tenido un crecimiento exponencial casi imparable. Tanto, que ya los tenemos fuera de Japón. Qué cosas!!

Aquí sólo he puesto foto del mando automatizado (que en este caso se encontraba en la pared, porque en este restaurante las funciones son optativas), pero si alguien quiere ampliar conocimientos, dejo este pequeño video explicativo (con audio un poco malillo, pero creo que cumple bien su función divulgativa). Jejeje!!

Au revoir!!!



Carcassonne 2017 - 11 MAR (dia 2)

Quizá la visita fundamental de Carcassonne es el castillo condal junto con las murallas de la ciudadela. Atravesando la barbacana semicircular se encuentra la taquilla a la derecha y cruzando la explanada aparece ya el puente que da acceso al castillo en sí. Es importantísima la audioguía porque, aunque hay carteles explicativos, hay muchos detalles que merece la pena saber. Por ejemplo, lo que vemos hoy es el resultado de una importantísima y larguísima restauración que empezó a mitad del S.XIX gracias al tesón del historiador Jean-Pierre Cros Mayrevieille. La parte fortificada estaba tan deteriorada que las autoridades de la época querían eliminarla definitivamente. Por suerte, se cambió de opinión y así el arquitecto Viollet-le-Duc pudo devolver su esplendor a la ciudad. 

Aunque hay que decir que el proyecto tuvo bastante controversia en su momento porque la muralla de la ciudadela no guardaba el mismo estilo en todos lados. La parte más famosa y fotografiada es la que tiene estilo medieval, con sus torres cónicas de pizarra, pero justo en la zona norte aparece un importante tramo de estilo galorromano (ver FOTO). Sin duda fue una decisión valiente, pero acertada, para que futuras generaciones no olviden su pasado romano y su posterior importancia medieval. 

La visita (entre trayectos, explicaciones y fotos) se puede hacer muy larga, así que no hay problema en salir y volver a entrar en el recinto enseñando de nuevo la entrada. Nosotros hemos parado a comer en L'Auberge du Grand Puits, un sitio cercano (y demasiado turístico) que nos ha servido para probar el famoso cassoulet de estos lares. No hay ningún misterio: este plato es familia de nuestra fabada asturiana. Aunque precisamente en la foto no se distingue muy bien, porque nos lo han servido con extra de pato. Como es de suponer, este plato es MUY contundente, aunque aquí lo hemos visto tomar también de cena (!!!). Por cierto, aquí los camareros, muy jovencitos, SOLO sabían hablar en francés. Vaya sitio "turistico",... en fin. 

Obviamente el resto de la tarde ha consistido en un largo - larguísimo paseo aunque ya por la zona moderna de la ciudad. Queríamos hacer una de las rutas recomendadas por el plano turístico que nos habían dado en el hotel, pero está claro que aquí lo bonito está en la parte alta (e histórica). 

Al final hemos dejado el paseo sin terminar y hemos vuelto a la zona del río para hacer las mejores fotos de la ciudadela. Y es que es tan pero taaaaan bonita... 

Terminamos el día cenando en La Courtine. Este curioso restaurante italiano ofrece una buena variedad de pizzas, platos vegetarianos y tortillas (!!!). Lo que se ve en la foto es precisamente una tortilla de jamón y queso con ensalada. También hemos pedido una pizza de jamón y champiñones, y ambas elecciones han sido perfectas. Mientras cenábamos, un argentino tocaba la guitarra dedicando canciones (en español) a los comensales. Como bien decía al principio, el local no deja de ser curioso. Por cierto, aunque los camareros no sabían nuestro idioma, al menos se han esforzado en hacerse entender en inglés. Así sí, hombre. 

Buenas noches!! Zzzz...

Carcassonne 2017 - 10 MAR (dia 1)

Hace casi 10 años pasó por mis manos un juego de mesa muy curioso que consistía en crear ciudades fortificadas y caminos. En la caja se veía dibujada parte de una ciudad medieval perfectamente amurallada y, con letras bien grandes y amarillas, se podía leer su nombre: CARCASSONNE. "Qué nombre tan chulo le han puesto", pensé. Pero lo que no me imaginé entonces es que ese juego estaba inspirado en una pequeña ciudad del sur de Francia cuya ciudadela se conserva de manera excepcional.

El año pasado aparecía en una revista un reportaje sobre la ciudad y cuando vi lo fácil que era visitarla, sabía que tarde o temprano llegaría el momento de verla en directo. Por si alguien está también interesado, lo más cómodo es pillar un vuelo a Toulousse y desde alli, tren o coche hasta Carcassonne. Y, por supuesto, hay que tener en cuenta que si se llega entre semana a la hora de la salida del trabajo... te puede tocar un atasco de dimensiones desconocidas. En nuestro caso, hemos perdido más de media hora en la circunvalación de Toulousse, pero bueno, gracias a eso menos hemos podido ver perfectamente cómo llegaba un avión de carga Beluga al aeropuerto. Toma ya, que suerte!

Al final hemos llegado al hotel bastante cansados, pero en cuanto hemos visto las murallas de la ciudad vieja se nos han quitado todos los males. Y, excepto una pequeña parte que está en restauración, todo está perfecto, tal y como se ve en las fotos. Qué bonitoooo!!! 

Por cierto, se nota que estamos en temporada baja, porque había poquísima gente por la calle y muchos locales estaban cerrados (también puede ser que sólo abran por la mañana... pero eso lo descubriremos en unas horas).

Creo que la mejor opción ha sido cenar en L'Escargot. Hemos comido foie, queso de vaca con manzana, brochetas de pato y ratatouille (sí, como la película!). Todo estaba muy bueno, pero obviamente quiero destacar el último plato (que es lo que se ve en la foto) porque desde que escuchamos la palabra por primera vez en el cine teníamos ganas de probarlo. Si tuviera que explicar este plato diría que es un primo lejano de nuestro querido "pisto", pero vamos, tiene su propia personalidad y sabor, jeje!! 

Los camareros han sido muy majos con nosotros e incluso nos han atendido en español (parece que en esta zona fronteriza casi todo el mundo lo domina perfectamente - qué diferencia con Paris!!!).

Zzzz...