Ginebra 2017 - 6 MAY (dia 2)

Como no podía ser de otra forma, esta mañana ha aparecido la lluvia y con ella hemos estado muy bien acompañados el resto del dia. Qué le vamos a hacer! Por suerte, ya teníamos pensadas varias visitas para las que la lluvia no supone ningún problema.

Por el módico precio de 18 CHF, hemos estado toda la mañana en el recinto de la catedral. Primero, visitando las excavaciones arqueológicas que están bajo la misma. Y, quién lo iba a decir, pero aquí hay restos que datan desde el S.IV. La audioguía que te dan con la entrada no es la mejor del mundo, pero al menos te deja bien claro que este enclave ha sido objeto de múltiples ampliaciones, comenzando con una modesta catedral a la que se fueron añadiendo edificios eclesiásticos y que terminaría absorbiendo a estos mismos para convertirse en lo que podemos ver hoy.

No lo había dicho, pero la catedral de Ginebra fue el foco principal de la Reforma Protestante en Suiza de manos de Calvino. No me voy a poner a relatar datos de la misma (que para eso está la Wikipedia), pero digamos como dato ilustrativo que, por ejemplo, la impresionante capilla de los Macabeos (ver foto) que hoy conocemos con estos colores tan increíbles, en realidad es fruto de una tremenda restauración que tuvo lugar en el S.XIX: durante la Reforma se hicieron varias plantas en su interior y se utilizó como almacén de sal. Cuesta imaginárselo, verdad?

Más cosas. Es muy interesante subir a las torres de la catedral si se puede y se tienen ganas. Desde ahí tendremos (sin duda!) las mejores vistas de la ciudad. Se accede por la torre sur y, una vez vista ésta, hay unos accesos en la parte final del tejado que te llevan hacia la torre norte. La bajada se hace también por esta última.

No sé si ha sido culpa del mal tiempo pero no nos hemos encontrado a casi nadie por aqui. De hecho, existen semáforos para regular la subida y bajada de algunos tramos,... y casi ni nos han hecho falta. Que sensación de exclusividad tan absurda, jaja!

Terminamos con la visita al Museo de la Reforma, un lugar extraño para peninsulares como nosotros pero no por ello menos interesante. Está lleno de documentos, libros y testimonios de la época, aunque también incluye un curioso tratamiento de las diferentes ramas del protestantismo tal cual lo conocemos hoy. Quizá por eso no he podido evitar saltarme la restricción de "FOTOS NO" y conseguir (por fin) esta buena explicación esquemática de las creencias cristianas de hoy en dia. Ya lo estoy viendo: en el próximo viaje a EEUU no nos va a toser nadie, jajaja!

Después del ajetreo cultural, nos hemos acercado al Auberge de Saviese para tomar una maravillosa fondue suiza. Siguiendo las recomendaciones que nos habían dado en el hotel, la hemos pedido "half & half" (mitad y mitad) para probar la mezcla de quesos Vacherin y Gruyère. Bueniiiiisimo. Y ha entrado estupendamente (no se podía esperar otra cosa, con este tiempo invernal / otoñal que estamos teniendo). Afortunadamente, a diferencia de la que tomamos el año pasado en Basilea, aquí no había patatas, sino sólo pan (mejor, porque la otra vez casi reventamos!!). 

El último tramo del día cultural lo hemos dedicado al Museo Patek Philippe. Se conoce como "museo del reloj" y aunque la mayoría de objetos expuestos son efectivamente relojes, aqui también se pueden encontrar algunos broches y pendientes. Las normas de acceso son un tanto peculiares: lo primero que hay que hacer tras comprar la entrada es dejar absolutamente TODO lo que tengas en unas taquillas de la planta inferior. Bolsos, mochilas, abrigos... en fin, todo menos la entrada en la mano, claro. Y una vez dentro, la sensación que tienes es la de estar visitando una joyería de lujo. No es para menos: hay relojes preciosos de un valor incalculable. Algunos incluso con pequeños autómatas!! Muy recomendable.

El lado incómodo de la visita ha ocurrido justo al final, cuando nos íbamos. Porque ha sido cuando nos hemos dado cuenta de que en la civilizada y derrochadora Suiza la gente es igual de cutre. O despistada. O yo que se. Los paraguas se dejaban en la entrada, justo antes de subir las escaleras para acceder a la taquilla. Cuando hemos llegado había cientos de ellos. Hemos puesto los nuestros de manera discreta tras un panel metálico, pero al salir... ya no estaban. Vamos, que alguien se los ha llevado sin ningún tipo de pudor. Quiero pensar que esta persona ha sido víctima de una situación igual y a su vez otra y anteriormente otra. Quiero pensar que todo ha sido un despiste inicial de una viejecita (por ejemplo) que no ha visto bien con tanto paraguas y esto ha provocado un efecto en cadena digno de los antros más cutres de la península. Si. Quiero ver esto de manera positiva. Porque de otra manera, me parecería deprimente. 

Así que con nuestros dos nuevos paraguas (de peor calidad, por cierto) nos hemos ido hasta la siguiente parada, junto a la sede de las Naciones Unidas. Seguía lloviendo y el viento aumentaba por momentos. Así que intentando sacar fotos de la famosa "Broken Chair" el mío se ha dado la vuelta y, como en una de esas películas de Peter Sellers, casi no ha habido forma de ponerlo en su estado original. Las varillas se han deformado de mala manera. Siniestro total. Por suerte no se ha roto la tela y no han salido goteras. He decidido tomármelo con humor: este paraguas terminará su andadura antes de subir al avión de vuelta. Un peso menos!!!! 

Los pseudoparaguas nos han acompañado también hasta Le Bistrot de Charlotte, el restaurante donde hemos cenado. Los hemos dejado también en la entrada del restaurante sin miedo, pensando que lo mismo a la salida nos encontraríamos otros diferentes pero aquí la gente es más tranquila y no se despista con sus pertenencias. 

Hemos cenado muy bien, con una ensalada riquísima de entrante y luego tartar de salmón y lasaña vegetal. De postre, tarta de limón con merengue y sorbete de fresa. Muy bueno todo!!

Ahora a descansar de este día tan intenso. 
Que sueño, por favor.
Zzzz...


1 comentario:

  1. Este si que es un dia completo, a rebosar, no sólo de lluvia sino de todo lo que habeis visto . Pues sí, amigos de lo ajeno hay en todas partes por eso en Zara te dan al entrar una bolsita para meter el paraguas y no encontrarte al salir con la "gracia" del mangante... ¡Qué chula la silla! y los Everly ¡¡¡guau!!! Fotos noooo ejem ejem

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