Londres 2019 - 12 ENE (dia 2)

Desde que me lo comentaran hace meses, sabía que la próxima vez que surgiera la oportunidad visitaríamos sin duda Strawberry Hill House. Esta impresionante casa de verano se encuentra en el distrito de Richmond, en las afueras de Londres, y está decorada con un estilo neogótico precioso. Hemos tenido la suerte además de verla llena de cuadros, tal y como estuvo en su día, gracias a una exposición temporal en la que se han recuperado gran parte de los tesoros que una vez decoraron sus paredes. Ha sido un auténtico disfrute ver esta casa en todo su esplendor. Por si a alguien le interesa, la exposición estará hasta el 24 de Febrero.

Recordatorio: Para ir a Strawberry Hill, los trenes salen desde Waterloo Train Station (en las máquinas expendedoras, seleccionar los billetes de i/v que NO estén restringidos)

De regreso al centro, hemos dado un buen paseo por la zona del South Bank. A pesar del cielo gris y de las microgotas de agua, todo estaba muy animado, con gente por todos lados, las atracciones a tope y los espectáculos callejeros a pleno rendimiento. Lo único que no encajaba en la ecuación era la vista del fondo: tanto el Parlamento como el Big Ben siguen con sus correspondientes andamios. Una pena. Aún quedan dos años para que la torre vuelva a ver la luz, pero lo del Parlamento va para largo (se espera que la reforma integral del edificio dure unos 10 años!!)

Por primera vez en mucho tiempo hemos visto abierto el Mercado de Borough. Ole y ole. Este mercado milenario (si, si, "milenario" de verdad, porque lleva funcionando en este emplazamiento desde por lo menos el año 1014) está lleno de pequeños puestos de comida de lo más variado y selecto. Éste es el sitio para comprar todo aquello que es casi imposible ver en una tienda normal: salami de la Toscana, quesos "raros" franceses o tubérculos de Sudamérica (como la mashua). 

Merece la pena perderse entre tantos productos, aunque supongo que en algunos momentos esto debe de parecer un auténtico hormiguero de gente fluyendo de unos puestos a otros. Una suerte haberlo visto en temporada baja... y justo a última hora!

Terminamos el día cenando en el increíble Gauthier del Soho. Se trata de un restaurante que ocupa una pequeña casa de tres plantas. Nos han puesto en la parte de arriba y hemos tomado el menú de invierno que, entre otras cosas, incluía un espectacular risotto de trufa negra. Maaaadre mía, qué cosa más buena! Es sin duda el plato estrella. También hemos tomado tartar de zanahora, bacalao y pato... pero vamos, nada comparado con el risotto.

De vuelta al hotel ya casi no caían gotas. Parece que la previsión ha acertado una vez más. Esperemos que se mantenga y que mañana podamos pasear sin problemas.

A dormirrr...!

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