Amsterdam 2012 - 16 JUL (dia 2)

Si ayer comentaba que a partir de la revuelta holandesa de finales del S.XVI se tuvieron que celebrar en privado las ceremonias "no oficiales", hoy voy a poner otro ejemplo de construccion especial de la época. Se trata del "hofje", un patio interior rodeado de casas de beneficencia regentadas por religiosos  y/o pertenecientes a esas otras creencias no aceptadas por el gobierno. Tambien en estos patios se solían construir iglesias secretas y acceder a ellos era una tarea de discreccion continua: de hecho, es bastante complicado encontrar la puerta aún sabiendo la calle. 

Hemos dado una vuelta tremenda para finalmente descubrir un acceso de lo más normal... despues de haber pasado DOS veces por alli y no habernos dado cuenta. Una vez abres la puerta de madera en cuestión, entras en un pasillo muy largo, que termina en otra puerta que accede (ya si) directamente al patio interior. Está todo tan disimulado que por momentos parece que va a salir un paisano en zuecos dando gritos y diciendo que te largues. En uno de ellos, el Begijnhof, se encuentra una casa de madera de 1470 (ver FOTO). Su peculiaridad con respecto a otras es que ésta aún conserva su estructura de madera original. Y aunque sólo la hayamos visto por fuera, la búsqueda ha merecido la pena!

En pleno paseo por el barrio de Jordaan, se ha puesto a llover, asi que nos hemos quedado sin ver casitas chulas. Lo que sí hemos visto es la Westerkerk (ó Iglesia del Oeste). La entrada es gratuita, pero subir al torreón implica visita guiada de 30 min y dejar todos los bolsos en una zona especial... por tu seguridad. Y no estoy bromeando: la subida implica escalones muy pequeñitos y empinadisimos, con lo que hay que tener mucho cuidado, especialmente bajándolas porque tiene que ser de espalda. Desde arriba se ve toda la ciudad perfectamente (es la vista más alta de la misma), aunque justo nosotros lo que hemos visto han sido mas bien nubes - qué le vamos a hacer! -. MUY recomendable!!

Y justo al lado se encuentra la casa donde estuvo escondida Ana Frank con su familia. Es posible que sea la atracción mas visitada de la ciudad, pero nosotros no hemos entrado - entre otras cosas - por la cantidad de gente en cola que había... sin importarle la lluvia:

Pffff!!!!

Por la noche hemos cenado en una pizzeria cercana al hotel. Se trata de "La Piazza" y allí los camareros nos han tratado como en casa. La masa de las pizzas es ESPECTACULAR. Alli hemos probado de postre un sgroppino que, según se dice, es ideal para tomar despues de las comidas (en la foto, la copa de la derecha). Nos lo han preparado en la mesa, mientras nos explicaban los pasos a seguir,  y la verdad es que nos ha encantado (no así el tiramisú, que era muy normalito).