Austria 2016 - 22 JUL (dia 8)

Ahora sí que sí, "esto es to... esto es to... esto es tooodo, amigos"

Último día del viaje y nos toca volver a Viena desde Innsbruck. Para el que no se sitúe mucho, digamos que cada una está en el extremo contrario del país (una especie de Coruña - Barcelona pero en versión más reducida y sin mar). Y con casi 500 km de separación por carretera, hay que pasar por el sur de Alemania para agilizar un poco el tema. 

Lo de "agilizar" es literal. En esta época del año, las autopistas austriacas se vuelven muy cansinas por culpa de carteles luminosos como el que se ve en la FOTO de la izquierda. Desde hace ya unos años el gobierno de este país ha puesto en marcha un plan para reducir las emisiones de gases, así que cuando los niveles llegan al límite, aparecen esos "100 IG-L" (Immissionsschutzgesetz Luft) por todos lados. Esto quiere decir que una carretera que por lo general tiene un límite de 130... de repente se queda en 100. Un tostón interminable, vamos. Así que los desplazamientos en estas condiciones se hacen larguíííísimos. Y para el que vaya de listillo, un aviso: hay cámaras por todos lados controlado la velocidad, además de policías y guardias de tráfico. Las multas tampoco son una tontería (2000 - 3000 euros!), asi que lo mejor que se puede hacer es tomárselo con tranquilidad y cruzar los dedos para que no te pillen en un arranque de desesperación. Para cuándo todo el mundo con un coche eléctrico y/o híbrido??

Por suerte las emisoras de radio acompañan muy bien en el viaje (Viva Radio Arabella!!) y, bueno, también es de gran ayuda recordar momentos vividos en estos días anteriores.

Se me olvidó comentarlo el primer día: en muchos tramos de la autopista, hay carteles grises como el de la FOTO de la derecha. Son recordatorios de actuación en caso de niebla. En algunos tramos hay puntos blancos dibujados en el margen izquierdo. En caso de niebla, ayudan a mantener la velocidad: si ves máximo dos puntos, hay que conducir a 60 km/h - si ves sólo un punto, hay que ir a 40 km/h. Muy útil, verdad?

Lo peor del viaje, sin lugar a dudas, han sido los últimos kilómetros antes de llegar al aeropuerto: vaya atasco!!!! Muchos coches e infinidad de camiones que pueden llegar a ser una pesadilla. Hemos salido con bastante margen de tiempo desde Innsbruck pero, ¿qué habría pasado si nos fiamos de los tiempos que marca el GPS y ajustamos más? uffff!!!! Casualmente en esos momentos sonaba en la radio "Always look on the bright sight of life" de los Monty Python - buenisimo el guiño!!!!



Así que, como bien dice la canción, vamos a mirar el lado positivo de las cosas y a continuar nuestra vida hasta el siguiente viaje.

;)

Austria 2016 - 21 JUL (dia 7)

El Parque Nacional de Hohe Tauern es la mayor reserva natural de los Alpes. Se extiende por el sur del pais, incluyendo los bundesland de Carintia, Salzburgo y Tirol. Ayer estuvimos en una de sus zonas mas famosas, la de Grossglockner (el pico más alto del país y esa maravilla de carretera en zigzag), pero hoy nos hemos acercado hasta la cascada de Krimml (ver FOTO) y nos hemos quedado... sin palabras.

Una vez más, es importantísimo llegar pronto para pillar buen sitio en el aparcamiento (hay 4, siendo el P4 el más cercano). La entrada cuesta 3 euros y se compra en la taquilla mas cercana a la cascada (NO en el centro de interpretación - allí se venden sólo las entradas combinadas).

Pinchando en la foto se puede ver perfectamente lo que supone esta caída de agua alpina: son las cataratas más grandes de Europa, con una caída de unos 380m. Una pasada. Pero de verdad! 

La subida consiste en un camino en zigzag (sin escaleras!) que tiene varios miradores. Según el plano que te dan a la entrada, hay 11 puntos de interés hasta llegar a la cima, pero no todos requieren el mismo esfuerzo: a partir del 8, la pendiente aumenta de forma considerable y empieza el verdadero reto personal. 

Y, aunque muchos se terminan conformando con cualquier foto hecha desde los primeros puntos del trayecto, puedo asegurar que nada es comparable a la satisfacción de llegar hasta el punto 11, hasta el final, hasta el comienzo de la caída del agua. Es entonces cuando te das cuenta de que todos los miradores son parte de un todo gigante y que todos son necesarios para comprender la grandeza de este impresionante capricho de la naturaleza. Además, con unas vistas privilegiadas del valle, se pueden hacer unas fotos estupendísimas. Creo que con estos comentarios queda claro que hay que subir hasta arriba SI o SI. Pero ya mismo!!

Tras pagar el correspondiente peaje del Gerlos Pass que da acceso a la zona (de postal) de Tirol, hemos llegado a Innsbruck con un margen bastante amplio para pasear un poco por la zona del centro. 

Lo más interesante es justo lo que se ve en la foto, el Goldenes Dachl (o tejado de oro). Data del S.XV y se mandó construir para que los soberanos del lugar pudiesen ver desde allí el día a día de los ciudadanos y, sobre todo, para que pudiesen ver en primera fila los torneos que se celebraban en la plazoleta que está justo delante. 

La cena de despedida del viaje (si, si... que mañana hay que hacer la maleta, snif!) ha sido en el gasthof Weisses Rössl. No teníamos reserva, pero ha habido suerte y nos han dado una mesa en la terraza interior (con esta buena temperatura, se agradece). Hemos tomado un par de schnitzels y, de postre, lo que se ve en la foto: crêpes de albaricoques. Bueniiiiisimos. 

Creo que ha sido una buena cena y creo también que una de las mejores despedidas. Mañana, después de casi una semana fuera de casa, cambiaremos el paisaje de montañas y naturaleza salvaje, por una autopista llana y gris que nos llevará al aeropuerto de la capital. 

Ay, qué poco dura lo bueno!!

Austria 2016 - 20 JUL (dia 6)

Y ahora... agárrense que vienen curvas!

Pero literal, eh? Porque si algo tiene de especial la carretera alpina de Grossglockner es su trazado zigzagueante - una prueba para todo coche y una delicia para los amantes del motor y de la fotografia!! 

La carretera comienza poco después de pasar Fusch y su acceso recuerda un poco a un peaje o a la típica caseta de acceso a un parque nacional. Hay tickets por día (35 euros) o por mes (55 euros) y, aunque parezca un abuso, merece muchisimo la pena. Durante toda la subida hay varios miradores habilitados en los dos sentidos del recorrido (aunque no son excesivamente amplios) y conforme avanza el día cada vez resulta más complicado pillar sitio en ellos. Por eso, lo ideal es acceder a primera hora de la mañana, parar lo justo para hacer las fotos y llegar cuanto antes al glaciar Pasterze.

De hecho, parece casi la gran recompensa después del pequeño rally de curvas, pero una vez llegas hasta el mirador del Kaiser Franz Josef, notas un pequeño nudo en el estómago. El glaciar está en pleno retroceso y su aspecto es bastante desolador. 

Hemos hecho una pequeña ruta hasta el fondo del valle y cada pocos metros aparecía un cartel a modo de recordatorio para indicar el nivel que tenía el glaciar en el año correspondiente. En esta foto, se ve donde llegaba en 1970. Una auténtica pena ver en primera persona los efectos del calentamiento global. 

Recordatorio:

Hay tres parkings junto al mirador. Sólo el último tiene varias plantas y está techado. Importante llegar pronto porque cuando se llenan los tres parkings, se cierra el acceso a la zona y hay que esperar hasta que algún coche abandone el recinto.

...

Aprovechando el ticket diario, es interesante acercarse hasta el pequeño pueblo de Heiligenblut para pasear un poco por sus calles y hacer esta FOTO a su iglesia... que debe de ser la más fotogénica del mundo gracias a ese enclave tan bien pensado, las montañas nevadas detrás y nada que interrumpa su visión. Quieres llevarte una postal a casa? Ya sabes dónde encontrarla!!

Por cierto, se me olvidaba comentar que en el trayecto de vuelta por la carretera alpina, si paras a hacer fotos o simplemente bajas la ventanilla, notarás un intenso olor... a coche quemado!!!! Como he dicho antes, esta zona pone a prueba cualquier vehículo. 

De vuelta en Zell am See nos hemos encontrado muchísima gente por la calle (tal y como nos avisaron en recepción ayer). Hemos cenado en el Seehof, justo bajo el hotel, y nos hemos echado unas buenas risas (las camareras aquí son muy majas y graciosas). Lo que se ve en la foto es un Apfelstrudel que viene estupendamente para bajar el salmón y la pasta con gambas que hemos pedido, jeje!

Para terminar el día, hemos dado un pequeño paseo por la zona de la plaza y, efectivamente, aquello parecía un día de fiesta en toda regla, con sus puestos de comida al aire libre, sus músicos en la calle y un sinfín de gente pasando un muy buen rato.

Viva el verano austriaco! :)

Austria 2016 - 19 JUL (dia 5)

"El centro del universo es sin duda un lugar maravilloso excavado en la roca llamado... Eisriesenwelt"

Había muchas (muchísimas) ganas de que llegara este dia. Y es que la visita a la mayor cueva de hielo del mundo es todo un acontecimiento. Y no estoy exagerando porque más de 40 KM de cueva... es mucha cueva!!

** Cosas a tener en cuenta:

- Importantísimo llegar pronto porque el aparcamiento es bastante limitado. Hay tres zonas y según se van llenando, se van cerrando los accesos. Nosotros hemos llegado a las 9:30 aprox y hemos pillado sitio sin problema en el P2 (aunque también había plazas en el P1)

- Hay que estar en forma: tras pagar la entrada, hay que caminar 20 minutos cuesta arriba hasta el teleférico y, después, otros 20 hasta llegar a la abertura que se ve en la foto. Después, en la cueva, hay que caminar bastante y, sobre todo, subir /bajar 1400 escalones (!!!)

- En la cueva hace MUCHO FRIO. O lo que es lo mismo: además de un buen calzado, hay que ir bien abrigado. Importante también gorro / capucha y guantes (para poder agarrarte al pasamanos sin pillar una pulmonía). 

- NO se pueden hacer fotos. Una pena, pero se supone que así se conservan mejor las condiciones naturales de la cueva.

- Todas las visitas son guiadas (en ingles o alemán) y duran unos 70/80 minutos. En temporada alta, los grupos son muy numerosos y se forman sobre la marcha según va subiendo la gente, asi que es recomendable estar lo más cerca posible del guía para pillar bien la explicación de turno.

Con todo esto, sólo puedo decir que es una de las visitas IMPRESCINDIBLES cuando se está por la zona de Salzburgo. A nosotros nos ha encantado a más no poder y, desde luego, lo que hemos visto siempre se nos quedará en las retinas. Podría estar aqui horas hablando de lo que ha supuesto esta experiencia, pero no se entendería sin una buena imagen. Por eso, voy a poner el enlace de un video donde se promociona la cueva - está en alemán, pero no hace falta entender nada porque lo interesante es lo que se ve. Así que a disfrutar!!




Ahora sí que impresiona la cueva, eh?

-- Este es el video oficial de la visita!! --

Durante toda la subida se pueden hacer miles de fotos del paisaje tan alucinante que hay alrededor. Aunque, más que fotos, la cámara parece devolverte postales. True story! También se puede ver el Castillo de Hohenwerfen (ver FOTO), una fortificación del S.XI bastante curiosa que domina la colina Hochkönig - famosa por salir en la película "El desafío de las águilas". En su día, tuvimos la sana intención de incluirla en la ruta de hoy, pero viendo las criticas que hay en internet, al final parece que no está del todo bien organizada la visita y hemos pasado de perder un poco el tiempo con ella.

Donde sí hemos estado un buen rato es en Liechtensteinklamm. La entrada a esta garganta tan espectacular cuesta 6 euros, pero puedo asegurar que lo valen. Casi todo el trayecto se hace por unas plataformas de madera y, en muchos tramos, hay filtraciones de agua que pueden dar la sorpresa a mas de uno (también puede sorprender la bajada de temperatura que hay en toda la garganta, asi que no está de más llevar a mano una chaqueta). Al final se puede ver la cascada de varios metros de altura - justo hoy caía con una fuerza brutal. En total se tarda una hora aproximadamente en hacer todo el recorrido (ida y vuelta). Aquí también hay tres zonas para dejar el coche y supongo que también suelen saturarse con facilidad, así que no está de más llegar a primera o a última hora (teniendo en cuenta que cierran a las 6PM)

Y terminamos el día en el pequeño pueblo de Zell am See tomando unas bebidas refrescantes muy bien merecidas en Villa Crazy Daisy.

Por cierto, no sabíamos mucho de este pueblo, pero digamos que esto es un poco el Interlaken hindú de los musulmanes. Impresionante la cantidad de gente del Medio Oriente que visita esto.
...


Austria 2016 - 18 JUL (dia 4)

Empieza a mejorar el tiempo por estas latitudes y precisamente hoy teníamos planeada una pequeña ruta por los alrededores de Salzburgo. 

En primer lugar, a unos 20 minutos se encuentra Mondsee, un pequeño pueblo junto al lago del mismo nombre. Aunque aquí se pueden encontrar varias de esas casas prehistóricas de los Alpes construidas sobre pilotes, en realidad la gente viene aquí para ver la iglesia de Sankt Michael por ser una de las localizaciones de la película "Sonrisas y Lágrimas". El resto del pueblo tiene poca cosa interesante, asi que si uno quiere optimizar bien los tiempos, hay que dejar el coche en el parking público (gratuito) junto al cementerio y desde allí ir andando hasta la iglesia (unos 7/10 minutos).

Nuestra siguiente parada era Sankt Gilgen, al otro lado del lago Mondsee. Un sitio tranquilo también, aunque aquí abundan más las casas tan bonitas típicas de la zona. Pero mientras estábamos buscando el parking para dejar el coche, nos hemos dado cuenta de que el tiempo estaba mejorando así que hemos preferido sacrificar esta visita "secundaria" (por llamarla de alguna manera) y seguir el camino hasta el verdadero objetivo del día: Hallstatt. Supongo que este cambio repentino ha ocurrido en el momento justo... porque hemos podido aparcar aquí de puro milagro. 

Digamos que Hallstatt es el pueblo más visitado del país y en su mayoría es peatonal, asi que dada la cantidad de turistas que recibe a lo largo del año, se han habilitado tres parkings oficiales justo a las afueras del mismo. Además cuenta con paneles electrónicos a lo largo de las zonas de acceso al pueblo, para que los turistas no pierdan tiempo y dejen el coche donde haya sitio. En nuestro caso, llegando casi a las 12, hemos encontrado sitio en el P2 cuando sólo quedaban 4 plazas libres. Increíble pero cierto. Que suerte, por favor!!!

Pero antes de ver esta pequeña joya austriaca, hemos subido hasta el mirador que hay en la parte superior del pueblo. Para ello hemos pillado el pequeño tren cremallera que se utiliza para ver la mina de sal - Salt Welten -. No sé si se puede apreciar bien en la foto, pero este mirador sobresale varios metros del terreno y permite a los turistas disfrutar de unas vistas impresionantes. Hemos disfrutado como enanos haciendo fotos y más fotos, hasta que nos ha entrado el hambre y hemos picado algo en el restaurante que está justo al lado. Creo que ha sido la cerveza mejor disfrutada en mucho tiempo!

De nuevo a nivel del lago, hemos paseado un buen rato hasta llegar al mirador "no oficial" para así sacar famosa foto del pueblo. Y, como se puede comprobar, el esfuerzo ha merecido la pena. Que bonitooooo!!!! Nos ha fallado la luz, pero en esos momentos da igual todo: objetivo conseguido!

Por cierto, es importante no quedarse en la calle principal y optar por explorar la parte superior del pueblo. Sólo así se puede disfrutar completamente del enclave, de sus pequeñas y empinadas calles a modo de escalera y de esas casitas de cuento. 

Una visita MUY MUY MUY recomendable!!!

La vuelta a Salzburgo ha sido bastante pesada (las carreteras pequeñas y esos tramos en obras nos han dejado K.O.), pero hemos compensado estupendamente con una cena rica en s'Herzl

Si ayer hablaba del schnitzel y decía que había probado uno de los mejores era porque aún no había comido éste de la foto. MADRE MIA. Jugoso, sabroso y en su justo punto. Que rico!! 

Ahora a descansar, que ha sido un dia muy intenso y mañana nos espera otro muy especial. Zzzz...




Austria 2016 - 17 JUL (dia 3)

Cuando sabes que la previsión de tiempo es la que temías y te asomas a la ventana mientras cae lluvia como si no hubiera un mañana, es probable que te eches las manos a la cabeza y maldigas tu mala suerte. Pero nosotros, no le hemos echado tanto drama al asunto y, con chubasquero y paraguas, nos hemos aventurado a visitar la fortaleza de Hohensalzburg (es la de color blanco que se ve desde casi toda la ciudad). Obviamente, con un día tan feote las vistas desde arriba no son una maravilla, pero precisamente por eso, la afluencia de turistas es muchísimo menor. Así que se puede hacer la visita con tranquilidad mientras la audioguia va contando cosas muy interesantes. 

Por cierto, para subir a la fortaleza hay que coger un funicular (incluido en la entrada) y existen dos modalidades: 

a) fortaleza + exposición 
b) fortaleza + exposición + dormitorios principales

Precisamente, esta segunda opción es la que hemos elegido y ha sido todo un acierto: los dormitorios están muy bien conservados y son un deleite para la vista. Qué techos tan chulos. Imprescindible!!

Al terminar la visita de la fortaleza hemos visto la cola que se había formado a la puerta (para entonces, el tiempo había mejorado algo y las hordas de turistas ya habían hecho aparición). Para celebrar nuestra buena elección, hemos tomado un par de ricos schnitzels en Stieglkeller. Y, como no nos decidíamos por la cerveza, al final el propio camarero nos ha sugerido una pequeña degustación de tres variedades elegidas al azar. En la foto, de derecha a izquierda, rubia normal, rubia con cierto toque de limón y rubia... no-se-qué, pero que estaba muy buena también. Vamos, todo un acierto para acompañar a los escalopes típicos del país.

Menos acertada ha sido la visita a la casa donde nació Mozart. Bueno, no quiero decir que ha sido algo malo, ni tampoco una pérdida de tiempo, pero si que ha sido algo decepcionante. En realidad su casa estaba en el tercer piso de este bloque, pero aquí no hay pertenencias del genio musical (a excepción de un mechón de pelo, un colgante y poco mas) y los documentos expuestos son meros facsímiles. Sé que en este tipo de visitas lo importante son las paredes y el hecho de verse pisando el mismo suelo que la persona famosa en cuestión, pero quizá éramos demasiados haciendo lo mismo y eso le quita el encanto a todo. Eso... y que cada dos minutos el vigilante gritaba a los incautos de turno que no se podían hacer fotos (¿era necesaria esta restricción en estas condiciones?).

Dentro del mismo bloque, en el otro tercero, se encuentra un pequeño museo dedicado a Mozart y en una planta inferior, una especie de exposición sobre niños-genios.

Cruzando el río se encuentra la Residencia de Mozart (segundo lugar donde vivió el gran genio). Bueno, en realidad es una reconstrucción de la misma (la original quedó destruída tras la 2ª Guerra Mundial), pero está tan bien hecha, que si no te lo dicen, ni te enteras. Aquí sí se pueden ver los instrumentos musicales que él mismo usó, incluso en la audioguía (que aquí si hay!!) se escuchan muchos trozos de audio tocados con ellos. La visita es interesante, pero como en la audioguía hay tanta musica y está tan poco compensada con las explicaciones, uno tiene la sensación de que aquello se hace algo pesado y muuuy largo. 

Para terminar el día, un pequeño apunte sobre el puente peatonal de Makartsteg. Y es que ya tiene tantísimos candados, que se empieza a conocer casi más como "El Puente de los Candados". Esta moda tontorrona originaria de Italia ya está casi por todos lados y amenaza con seguir expandiéndose hasta el infinito. Esperemos que en unos años, esto no termine como el famoso Puente de las Artes de París (al que tuvieron que retirar de manera urgente las alambradas porque sus más de 18 toneladas de peso extra amenazaban con hundirlo) -> ver INFO AQUI

Hale, a dormir ya!!!!

Austria 2016 - 16 JUL (dia 2)

Tras comer un suculento desayuno en la tierra del vino y el albaricoque, esta mañana hemos salido pronto rumbo a Salzburgo. Pero antes, teníamos dos citas pendientes en el camino.

Steyr es uno de esos pueblos cuyo casco histórico es digno de verse. Para ello (y si se llega en coche) hay que seguir las indicaciones de "zentrum" hasta la zona casi peatonal, donde habrá que seguir los carteles del parking de "zona azul" que está junto al rio. Es importante dejarlo ahí, porque así no se pierde el tiempo en los trayectos. Después se puede visitar tranquilamente la maraña de calles pseudoadoquinadas (valga el palabro) hasta terminar en la zona del paseo junto al río. Nos ha gustado mucho la visita, aunque se notaba que era sábado y había mucha gente por todos lados.

En Gmunden parece que hemos pillado mejor momento para la visita correspondiente (no había tanta gente brujuleando por la calle). Hemos dejado el coche en el parking subterráneo junto al paseo del lago (primera hora gratuita) y desde allí hemos empezado el camino recomendado que aparece en los carteles turísticos. Por esta zona hacía menos viento y, por tanto, mejor sensación de temperatura (16ºC -> viva el verano austriaco!!).

Por cierto, el ayuntamiento de Gmunden tiene un carrillón con mogollón de pequeñas campanas que suenan cada hora. Subiré un pequeño video en cuanto la conexión me deje.

La llegada a Salzburgo ha sido genial. Tras dejar el coche y hacer el check-in en el hotel, nos hemos dedicado a disfrutar de esta pequeña - gran joya que tiene el país. Es interesante hacer el esfuerzo y hacer fotos desde cualquiera de los miradores que tiene la ciudad: hoy hemos estado un buen rato en el que tiene acceso al Museo de Arte Moderno y no nos ha defraudado en absoluto. 

Ni que decir tiene que las calles estaban hasta arriba de gente, con varios músicos tocando y, por supuesto, varias zonas cortadas para ensayar (y preparar) el próximo Festival de Música y Teatro de la ciudad que empieza el 22 de Julio y durará hasta finales de Agosto.

Uno de los sitios donde teníamos muchas ganas de ir es la zona de las catacumbas del recinto de San Pedro. Aquí tiene lugar una de las escenas clave de la película "Sonrisas y Lágrimas" y, como buenos cinéfilos, hemos intentado buscar la misma localización. Pero obviamente, no la hemos encontrado tal cual y entiendo que desde los años 60s esto habrá tenido bastantes cambios (y mayor número de "inquilinos"). De todas formas, el propio enclave es algo que ya merece la pena por si mismo, sin necesidad de obsesionarse con las escenas de una película hollywoodiense.

Siguiendo las recomendaciones del hotel, hemos terminado el día cenando en el restaurante más antiguo de Europa (en activo desde el año 802 - qué pasada!!!!): St Peter Stiftskeller. Hemos pedido la opción de menú de tres platos y hemos salido más que satisfechos (en la foto, la crème brulée... buenísima!!). 

Anécdota del día: mirando en las mesas vecinas, le hemos preguntado al camarero por el postre que acababa de dejar en un par de ellas. Es entonces, cuando hemos conocido por primera vez los famosos Nockerln de Salzburgo (soufflé de huevos, azúcar y harina con tres "montañitas" que simbolizan los tres montes que rodean la ciudad). El tamaño del postre, a simple vista, es gigante para cualquier estómago no iniciado. De hecho, la pareja que estaba al lado no ha podido terminar el plato y, a sugerencia del camarero, hemos terminando probando nosotros la última montañita, con la cara roja de la vergüenza por haber querido preguntar... ejem!! 

Esto.. el postre estaba bueno, pero casi reventamos en el intento, jajaja!! Para más información sobre este soufflé, PINCHA AQUI.

:D

Austria 2016 - 15 JUL (dia 1)

Cuando empiezas un viaje en una de las fechas de "operación salida" del verano, casi te puedes echar a temblar pensando en atascos, retrasos y gente huyendo de sus casas despavoridos. Esa era más o menos nuestra sensación, al menos al principio del día y estando ya en el propio aeropuerto. Pero nuestra sorpresa ha sido mayúscula cuando hemos visto que no se presentaba finalmente ningún contratiempo (embarcando incluso desde la T4S) y hemos despegado bastante puntuales. Qué maravilla, oiga!!! 

Otra cosa ha sido una vez hemos llegado a Viena. El trayecto desde la terminal C hasta la zona de parking de coches de alquiler ha sido una excursión en toda regla! Pasillos y pasillos casi sin fin con las maletas y las mochilas a cuestas. Qué cansino, por favor. Menos mal que el tipo que estaba en el mostrador ha sido muy amable y divertido (sabía castellano perfectamente!! -> viva Mallorca!!)

Aunque nos ha dado instrucciones para evitar el atasco de Viena, el propio GPS nos ha sugerido la misma ruta, asi que en nada y menos ya estábamos de camino por la A1 en dirección Salzburgo. Aunque, antes de llegar, pasaremos la noche en Emmersdorf an der Donau, un pequeño enclave en medio de la nada austriaca (bueno, parece que no hay nada pero esto es tierra de vinos y albaricoques). Tiene pinta de ser un sitio muuuuuy tranquilo, donde la gente viene a pasear, hacer rutas en bicicleta y a desconectar del bullicio de la ciudad. 

Y nosotros, que siempre nos mimetizamos estupendamente con los lugareños (y que tenemos un cansancio encima tremendo), vamos a hacer lo mismo, asi que a DES-CAN-SAR pero YA.

;)