Austria 2016 - 20 JUL (dia 6)

Y ahora... agárrense que vienen curvas!

Pero literal, eh? Porque si algo tiene de especial la carretera alpina de Grossglockner es su trazado zigzagueante - una prueba para todo coche y una delicia para los amantes del motor y de la fotografia!! 

La carretera comienza poco después de pasar Fusch y su acceso recuerda un poco a un peaje o a la típica caseta de acceso a un parque nacional. Hay tickets por día (35 euros) o por mes (55 euros) y, aunque parezca un abuso, merece muchisimo la pena. Durante toda la subida hay varios miradores habilitados en los dos sentidos del recorrido (aunque no son excesivamente amplios) y conforme avanza el día cada vez resulta más complicado pillar sitio en ellos. Por eso, lo ideal es acceder a primera hora de la mañana, parar lo justo para hacer las fotos y llegar cuanto antes al glaciar Pasterze.

De hecho, parece casi la gran recompensa después del pequeño rally de curvas, pero una vez llegas hasta el mirador del Kaiser Franz Josef, notas un pequeño nudo en el estómago. El glaciar está en pleno retroceso y su aspecto es bastante desolador. 

Hemos hecho una pequeña ruta hasta el fondo del valle y cada pocos metros aparecía un cartel a modo de recordatorio para indicar el nivel que tenía el glaciar en el año correspondiente. En esta foto, se ve donde llegaba en 1970. Una auténtica pena ver en primera persona los efectos del calentamiento global. 

Recordatorio:

Hay tres parkings junto al mirador. Sólo el último tiene varias plantas y está techado. Importante llegar pronto porque cuando se llenan los tres parkings, se cierra el acceso a la zona y hay que esperar hasta que algún coche abandone el recinto.

...

Aprovechando el ticket diario, es interesante acercarse hasta el pequeño pueblo de Heiligenblut para pasear un poco por sus calles y hacer esta FOTO a su iglesia... que debe de ser la más fotogénica del mundo gracias a ese enclave tan bien pensado, las montañas nevadas detrás y nada que interrumpa su visión. Quieres llevarte una postal a casa? Ya sabes dónde encontrarla!!

Por cierto, se me olvidaba comentar que en el trayecto de vuelta por la carretera alpina, si paras a hacer fotos o simplemente bajas la ventanilla, notarás un intenso olor... a coche quemado!!!! Como he dicho antes, esta zona pone a prueba cualquier vehículo. 

De vuelta en Zell am See nos hemos encontrado muchísima gente por la calle (tal y como nos avisaron en recepción ayer). Hemos cenado en el Seehof, justo bajo el hotel, y nos hemos echado unas buenas risas (las camareras aquí son muy majas y graciosas). Lo que se ve en la foto es un Apfelstrudel que viene estupendamente para bajar el salmón y la pasta con gambas que hemos pedido, jeje!

Para terminar el día, hemos dado un pequeño paseo por la zona de la plaza y, efectivamente, aquello parecía un día de fiesta en toda regla, con sus puestos de comida al aire libre, sus músicos en la calle y un sinfín de gente pasando un muy buen rato.

Viva el verano austriaco! :)

1 comentario:

  1. "Viva el verano austríaco" ah pero es que estamos en verano? aquí en la Piel de Toro ( que se chinchen los antitaurinos) sólo hacen unos 40· o 42 gradillos de temperatua, más o menos como en Heiligenblut,

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