Austria 2016 - 17 JUL (dia 3)

Cuando sabes que la previsión de tiempo es la que temías y te asomas a la ventana mientras cae lluvia como si no hubiera un mañana, es probable que te eches las manos a la cabeza y maldigas tu mala suerte. Pero nosotros, no le hemos echado tanto drama al asunto y, con chubasquero y paraguas, nos hemos aventurado a visitar la fortaleza de Hohensalzburg (es la de color blanco que se ve desde casi toda la ciudad). Obviamente, con un día tan feote las vistas desde arriba no son una maravilla, pero precisamente por eso, la afluencia de turistas es muchísimo menor. Así que se puede hacer la visita con tranquilidad mientras la audioguia va contando cosas muy interesantes. 

Por cierto, para subir a la fortaleza hay que coger un funicular (incluido en la entrada) y existen dos modalidades: 

a) fortaleza + exposición 
b) fortaleza + exposición + dormitorios principales

Precisamente, esta segunda opción es la que hemos elegido y ha sido todo un acierto: los dormitorios están muy bien conservados y son un deleite para la vista. Qué techos tan chulos. Imprescindible!!

Al terminar la visita de la fortaleza hemos visto la cola que se había formado a la puerta (para entonces, el tiempo había mejorado algo y las hordas de turistas ya habían hecho aparición). Para celebrar nuestra buena elección, hemos tomado un par de ricos schnitzels en Stieglkeller. Y, como no nos decidíamos por la cerveza, al final el propio camarero nos ha sugerido una pequeña degustación de tres variedades elegidas al azar. En la foto, de derecha a izquierda, rubia normal, rubia con cierto toque de limón y rubia... no-se-qué, pero que estaba muy buena también. Vamos, todo un acierto para acompañar a los escalopes típicos del país.

Menos acertada ha sido la visita a la casa donde nació Mozart. Bueno, no quiero decir que ha sido algo malo, ni tampoco una pérdida de tiempo, pero si que ha sido algo decepcionante. En realidad su casa estaba en el tercer piso de este bloque, pero aquí no hay pertenencias del genio musical (a excepción de un mechón de pelo, un colgante y poco mas) y los documentos expuestos son meros facsímiles. Sé que en este tipo de visitas lo importante son las paredes y el hecho de verse pisando el mismo suelo que la persona famosa en cuestión, pero quizá éramos demasiados haciendo lo mismo y eso le quita el encanto a todo. Eso... y que cada dos minutos el vigilante gritaba a los incautos de turno que no se podían hacer fotos (¿era necesaria esta restricción en estas condiciones?).

Dentro del mismo bloque, en el otro tercero, se encuentra un pequeño museo dedicado a Mozart y en una planta inferior, una especie de exposición sobre niños-genios.

Cruzando el río se encuentra la Residencia de Mozart (segundo lugar donde vivió el gran genio). Bueno, en realidad es una reconstrucción de la misma (la original quedó destruída tras la 2ª Guerra Mundial), pero está tan bien hecha, que si no te lo dicen, ni te enteras. Aquí sí se pueden ver los instrumentos musicales que él mismo usó, incluso en la audioguía (que aquí si hay!!) se escuchan muchos trozos de audio tocados con ellos. La visita es interesante, pero como en la audioguía hay tanta musica y está tan poco compensada con las explicaciones, uno tiene la sensación de que aquello se hace algo pesado y muuuy largo. 

Para terminar el día, un pequeño apunte sobre el puente peatonal de Makartsteg. Y es que ya tiene tantísimos candados, que se empieza a conocer casi más como "El Puente de los Candados". Esta moda tontorrona originaria de Italia ya está casi por todos lados y amenaza con seguir expandiéndose hasta el infinito. Esperemos que en unos años, esto no termine como el famoso Puente de las Artes de París (al que tuvieron que retirar de manera urgente las alambradas porque sus más de 18 toneladas de peso extra amenazaban con hundirlo) -> ver INFO AQUI

Hale, a dormir ya!!!!

1 comentario:

  1. Realmente Mozart es para escuchar y soñar , sin casi poner los pies en la tierra ( tomo nota para que cuando vaya ahí escuche su música al aire libre). Me gusta, me gusta la fotillo int
    erior de la fortaleza!!! con muuuchas, muchiiiisimas distancias , los "tableros" de alrededor me han recordado el dormitorio de Paco& Luisa

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