Inglaterra 2013 - 16 SEP (dia 2)

Empezamos el dia con la visita (obligada) a la catedral de Canterbury. Aunque la entrada te da derecho a ver todo el recinto sin más, es muy recomendable alquilar la audioguia (4 libras) o bien esperar a las visitas guiadas - 90 min - (5 libras). En nuestro caso, hemos preferido administrar el tiempo por nuestra cuenta y optar por la primera opción. 

Sorprende su tamaño, su gótico tan cuidado, pero también esa especie de muro de separación entre la parte de la entrada (la del pueblo) y la parte del coro. Esto hace que haya varios niveles en la planta y que por tanto aparezcan un monton de escaleras por todos lados. En principio parece un poco extraño, pero termina resultando curioso y hasta bonito. 

Sin embargo, hay un episodio bastante oscuro en la historia del templo: aquí fue asesinado el arzobispo Thomas Becket en 1170. No me voy a extender en los detalles porque no vienen a cuento, pero por su crudeza y contexto, impresiona imaginarse la escena en el rincón donde perdió la vida (hay un pequeño altar en recuerdo). Tres años después se le canonizó definitivamente y sus restos se conservaron primero en la cripta y despues en la capilla principal. Por desgracia en 1538, durante el reinado de Enrique VIII, ésta fue destruida y lo que hoy queda es una zona vacía con un cirio siempre encendido a modo de recuerdo simbólico.

Durante mas de 300 años, miles de personas acudían de peregrinación hasta la zona y prueba de ello es este tramo de escaleras (ver FOTO), totalmente desgastado, por donde subían arrodillados momentos antes de ver el sepulcro.

Al finalizar la visita, hemos dado un paseo por las calles del centro. Hoy sí que habia mucho ambiente y, con sol, todos los edificios lucen mucho mejor. Edificios, por cierto, en su mayoría de estilo tudor que aquí se conservan de maravilla.

A 8 km de Canterbury se encuentra Whitstable, un pueblo costero famoso ya desde la Época Romana por sus ostras. Hay muchos locales que ofrecen marisco fresco y de calidad durante todo el año, pero nosotros hemos entrado en uno muy peculiar gracias a la recomendación de A.C. (eternamente agradecidos!!). 

El Wheelers Oyster Bar es el restaurante mas viejo del pueblo. En su entrada está la tienda de marisco/pescado y justo en la parte de atrás hay cuatro mesas para comer (pero cuatro literalmente hablando!). Con esta premisa, es obvio que el tema de las reservas está a la orden del dia. Vamos, que como no lo hagas con tiempo, te puedes llevar luego una desagradable sorpresa. Por cierto, las gestiones sólo por telefono (!!!)

Todo estaba muy bueno (cangrejos, gambas, mejillones, vieiras) - ver FOTO - y ademas hemos probado un postre típico ingles, el Knickerbocker Glory, que tenia trozos de varias frutas con almendra laminada y helado de vainilla. Hmmm!!!

Ya en camino nos hemos topado con esta figura de colina! Desde hace años tenia ganas de ver uno en directo y ha tenido que ser este Long Man of Wilmington (Hombre Largo de Wilmington) el elegido. Que suerte!!!

Las figuras de colina están documentadas desde hace muchos años (ojo, que alguna es de la Edad de Bronce!) y se forman cavando en el suelo de una colina hasta dejar al descubierto la roca (en este caso, blanca). Excepto ésta y otra figura antropomórfica de Dorset, por lo general el dibujo es un caballo blanco. No sé si veremos alguna mas, pero con este descubrimiento ya me doy por satisfecha. 

Hablando de "blanco", no podíamos terminar el dia sin ver los famosos acantilados de la Pérfida Albión. Nos ha costado un poquito dar con el sitio exacto de las Seven Sisters (parece ser que no interesa promocionarlo mucho para que no pierda su encanto), pero al final la intuición y la suerte han hecho que veamos los acantilados desde arriba (FOTO en Birling Gap) y tambien desde Seaford Park, que está justo al lado derecho. El GPS en estos casos no funciona como debería y puede ser tan lioso como frustrante.

Al final hemos llegado a Rye cansadisimos y casi sin luz de dia, pero mañana nos pondremos en marcha para ver este pueblecito como se merece!