Empezamos la jornada florentina con una visita completa al recinto de la catedral. Por el módico precio de 15€, se puede:
- subir a la cúpula
- ver el baptisterio
- subir al campanile
- ver las excavaciones de Sta Reparata
- ver el Museo Catedralicio
Y por supuesto, se puede ver la catedral en sí, pero no la pongo en lista porque es gratuíta, jeje.
Empecemos por la cúpula. Su tamaño gigantesco y sus 92 metros ya impresionan, pero lo que realmente se queda grabado en la mente de todo visitante es esa subida de 463 escalones hasta la parte más alta. Si. Toda una excursión. Afortunadamente, la subida se hace en tramos de escaleras de lo más variopinto, intercalando pequeñas zonas en llano para tomar aire (o fotos, lo que uno quiera!). La parte final es quizá la más imponente, porque la escalera parece curvarse hacia delante y hay que agarrarse muy bien al pasamanos para no caerse. Vamos, que parece que estamos haciendo escalada pero de manera más elegante.
Si no se tiene ningún impedimento físico, hay que subir SI o SI, porque las vistas merecen muchisimo la pena!!
El baptisterio es ese edificio octogonal pequeñito que parece poquita cosa pero que, una vez entras en él, casi te gusta más su interior que el de la propia catedral. Y es que sólo con mirar al techo ya te das cuenta de que esto es una joyita arquitectónica que no hay que perderse por nada del mundo. Que bonitos esos mosaicos bizantinos, por favor!
Por cierto, las impresionantes puertas de bronce que están en el edificio NO son las originales: éstas se pueden ver restauradas en el Museo Catedralicio.
Con sólo 10 metros menos de altura que la cúpula, el campanile ofrece unas vistas igual de buenas y no tiene una subida tan aparatosa. Eso no quiere decir que sus 414 escalones sean pan comido, pero sí se hacen algo más llevaderos (entre otras cosas, aquí se comparte el mismo trayecto para subir y bajar, así que hay que estar pendientes en todo momento para dejar paso cuando sea necesario)
Curiosidad: aunque se ven bien las enormes campanas, en ningún momento se puede estar junto a ellas (casi mejor, porque cuando se ponen en acción el sonido es atronador).
Dentro de la nave principal de la catedral, hay un tramo de escaleras que baja hasta la Cripta de Sta Reparata. En su día, esto formaba parte de una antigua basílica del S.V. Tras varias modificaciones, finalmente terminó desapareciendo para dar paso a la enorme catedral que hoy vemos.
Merece la pena dedicarle algo de tiempo y ver bien los videos explicativos. Ah. Y justo en la zona de la tienda de recuerdos, hay una pequeña puerta desde la que se ve la tumba de Brunelleschi, el artífice de la impresionante cúpula. Que cosas!!
Por cierto, el interior de la catedral puede decepcionar un poco: tras el embobamiento que produce su decoración exterior, quizá uno espera algo acorde por dentro (tipo duomo de Milán) y, sin embargo, nada de eso ocurre. Da la sensación de ser "una más". Quizá sea porque sus piezas de valor originales (junto con las del baptisterio) se encuentran en el Museo Catedralicio. De todas formas, sigue siendo una catedral enorme y no hay que perdérsela.
Lo que tampoco hay que dejar de lado es la visita a la
Galleria dell'Accademia donde se encuentra la estatua más famosa de la ciudad: el David de Miguel Angel.
Supongo que en temporada alta el acceso tiene que ser una auténtica locura (dos puertas de acceso diferenciadas para los que tienen o no reserva), pero nosotros hemos tardado menos de 2 minutos en poder estar frente a esta maravilla. Y luego hemos estado un buen rato disfrutando de ella. Qué gozada.
Por cierto, a alguien más le parece que tanto la cabeza como la mano que apoya sobre el muslo están ligeramente desproporcionadas? Tiene su explicación: la estatua (de 5 metros!!) se diseñó para estar en un lugar elevado del ábside de la catedral. Y desde esa distancia y posición, ambos elementos se percibirían correctamente. Al final decidieron cambiar su ubicación frente al Palazzo Vecchio, y alli estuvo casi 3 siglos, víctima de revueltas e inclemencias meteorológicas. Pero para entonces la estatua ya estaba hecha, así que casi desde el principio todo el mundo ha visto las desproporciones casi como algo natural.
En fin, ha sido un dia muy intenso y eso que no hemos hecho más que empezar. Menos mal que venimos con las pilas bien cargadas!