Desde que aparecieron las películas de Harry Potter, siempre había querido ver en directo la ¨Livraria Lello" de Oporto. Existe la creencia de que algunas escenas de estas películas se rodaron aquí, pero en realidad es una de esas leyendas urbanas que todo el mundo cree y nadie se molesta en comprobar. Lo peor de todo es que aunque te lo digan, lo leas y te lo certifiquen, tu cerebro sigue emperrado en que fue aquí (y no en un estudio de TV) donde tuvo lugar el rodaje.
En realidad, la única relación que tiene con la saga de Harry Potter es que sirvió de inspiración a su autora, J.K. Rowling, para escribir los libros (estuvo trabajando como profesora de inglés en Oporto durante unos cuantos meses).
Pero bueno, todo esto son minucias: que la librería en sí es preciosa!!! Quién no quiere dar un paseo por sus dos alturas, subir y bajar esa escalera imposible y disfrutar de esa maravillosa decoración modernista?? Efectivamente, TODOS queremos. Por eso TODOS estamos alli a todas horas, colapsando su reducido espacio entre estanterías y convirtiendo el lugar en una feria de flashes y alboroto turístico internacional. Es mas, el dueño se ha visto obligado a cobrar por entrar. En la acera frente a la librería, ha instalado una caseta con una taquilla y allí, previo pago de 3 euros (!!!) te dan un ticket para validar más tarde en la entrada del local. Por supuesto, si compras algo en la tienda, se te descuenta el importe de la entrada.
Interesa llegar prontito para no pillar mucha cola en la taquilla ni demasiada gente dentro buscando la foto perfecta de la escalera. Ah, que nadie se asuste con estas cosas porque merece la pena (y mucho) verla.
Después del momento paparazzi de la librería, hemos visto un par de iglesias que estaban cerca y luego ya nos hemos acercado hasta la catedral (la Sé) de Oporto. En comparación con la de Lisboa, ésta tiene un tamaño mucho menor. Su claustro también es menor, pero está mejor cuidado y (atención) lleno de paneles de azulejos (típico del barroco portugués). La visita se hace relativamente rápida y en la entrada al claustro se incluyen las estancias del tesoro (ver sólo la catedral es gratis).
Lo que se ve en la foto es el almuerzo que hemos tomado en la vinoteca All in Porto: tabla de quesos y embutidos nacionales acompañados de un vino riquísimo. Según la carta, esta estupenda tabla es para dos personas, pero ni nosotros ni los que teníamos alrededor han conseguido terminarla por completo. Todo un festival gastronómico para el que hay que estar bien preparado y con el estómago en condiciones para engullirlo. Por cierto, la decoración es modernilla, algo alternativa, (hay mesas que en realidad son antiguas bobinas enormes de cableado), y los camareros son muy (pero MUY) majetes!!
De postre, hemos tomado tres copas de oporto en las Bodegas Ferreira. Eso sí, antes hemos tenido que cruzar el puente de Luis I por la zona inferior, llegar hasta las bodegas, pagar la entrada y disfrutar de la visita guiada entre barricas y toneles enormes. Muy interesantes las explicaciones de la guía: la próxima vez que me ofrezcan un oporto, preguntaré si es vintage, LBV, ruby o tawny!!
No lo había comentado antes, pero hoy hemos tenido un día primaveral de escándalo. Pasear por las orillas del Duero ha sido una delicia. Después de la visita a las bodegas, nos hemos sentado un buen rato en la orilla a disfrutar del cambio de colores en las casas a medida que el sol se iba poniendo.
En plena explosión de sentimientos, se nos ha antojado la feliz idea de montar en el Teleférico de Gaia, un invento enfocado a turistas a los que no les importa gastarse 5 euros para poder sacar una buena foto desde el aire durante los 5 minutos que dura el trayecto hasta la parte superior del puente.
Habíamos leído que no merecía mucho la pena pero, después de un día subiendo y bajando cuestas, éste puede ser el dinero mejor gastado del mundo!!!
Hemos visto otra puesta de sol preciosa desde el puente pero hoy no pongo foto por aquello de no repetir (el resultado ha sido muy parecido al de ayer).
Ahora a descansar, que falta hace. Ay ay ay!!
Libreria mágica, catedral, telesférico, " mini comida", vinillo variado, paseo romántico a la orilla del Duero y puesta de sol preciosa ¡ una delicia de cansancio al que me apuntaria sin dudarlo! ¿ Qué habeis dejado para el tercer dia?
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