A las 7:15AM ha salido el Narita Express de la estación central de Tokyo. Puntual como el mejor reloj suizo. O como todos los trenes de este país, da igual el tipo que sea. Nunca habíamos visto nada parecido.
Como la estación es un laberinto de plantas, pasillos y escaleras mecánicas, ayer hicimos bien los deberes preguntando y comprando los billetes (que ya se acabó el chollo del JR Pass, snif!). Fuimos directamente a la oficina de compra de billetes de la JR - no nos atrevimos con las máquinas expendedoras de billetes (kenbaiki) por si acaso metíamos la pata.
Importante: el Narita Express utiliza las mismas vias de la linea Sobu, así que lo mejor es seguir las indicaciones de esta línea y en breve aparecerán con otra del avión indicando que es la línea del aeropuerto. No es complicado, pero conviene mirar bien todos los carteles y llegar con margen amplio de tiempo porque, repito, aquí son puntuales a más no poder y a la mínima te puedes llevar una desagradable sorpresa.
Casi una hora después, hemos llegado al aeropuerto. Aquí ya no hay peligro de equivocaciones: todos los carteles tienen sus indicaciones en inglés y japonés, y todos los que trabajan allí, si no dominan 100% el idioma foráneo, al menos lo chapurrean decentemente para hacerse entender.
Hemos comido algo, para después hacer unas comprillas de última hora. Por cierto, aquí las tarjetas de crédito / débito no han fallado ni una sola vez.
El vuelo ha despegado bastante puntual. Eso sí, en una distancia de 10.600 km (que ya se dice pronto!!), han sido 14 horas y media del tirón. Visto así de repente puede parecer una locura, pero además de aprovechar para dormir, hay tiempo para comer, charlar, ver películas y series, jugar... vamos, que no hay que agobiarse.
Otra cosa es el cansancio que tienes al salir por el finger, especialmente si no has dormido lo suficiente y te has puesto a ver películas como si no hubiera un mañana. Pero quizá sea así mejor, para luego pillar la cama pronto y no sufrir al día siguiente las maldiciones del jetlag!
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P.D: "MADE IN JAPAN collection"
Este ha sido uno de los viajes más alucinantes que hemos hecho. No sólo teníamos unas ganas locas de visitar el país, sino que ha sido un choque cultural brutal en muchos aspectos. Voy a empezar a enumerar unas cuantas cosas que creo que no dejan indiferente a nadie!
1. La taza del WC es lo más.
Da igual que sea hotel, centro comercial o servicio público: casi todos los retretes modernos son MUY modernos. Japón ha dejado de lado sus letrinas de toda la vida para incorporar mandos electrónicos con asiento calefactado y chorritos de agua para las partes íntimas. Parece una locura, pero después de varios días usándolos, se crea un efecto enganche y ya no puedes estar sin ellos. Snifff...
2. WCs con sillitas para niños
Algunos servicios de chicas tienen una pegatina en la puerta en la que se ve una mujer y un niño pequeño sentado. Eso indica que dentro hay este interesante asiento de plástico en el que poner a tu peque mientras haces tus cositas sin interrupciones. Así como lo anterior me parece de dificil implantación en nuestro país, esto sí que podría funcionar sin problemas. Cuántas veces tenemos que ver (y escuchar) situaciones incómodas dentro de los servicios... y resulta que la solución está en este pequeño asiento de rincón. Un 10 para la mente pensante!!
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3. Máquinas de vending en cualquier sitio
En cuanto pisas suelo japonés te das cuenta de que las luces que hay a tu derecha (por ejemplo) no pertenecen a un cartel luminoso. No. Es una máquina de vending, llena de colores, que te invita a tomar algo. No es broma. En cada esquina casi hay una máquina y generalmente de bebidas. Supongo que esto comenzaría un verano de mucho calor y ahora están por todos lados, a veces sin venir a cuento. Por ejemplo, qué sentido tiene instalar una junto a este altarcito?
4. Si el producto es bueno, se vende solo. Literal.
En lo alto de un monte, junto a varios santuarios y pequeños altares sintoístas, aparece esto tan extraño. Se trata de una cazuela con varios huevos hervidos. Ningún tendero alrededor. Por 80 yenes (0'62 Euros), te puedes llevar uno. Sólo tienes que dejar el dinero en el platito y ya tienes proteína asegurada en tu comida! Esto en otro países sería impensable, pero aquí es muy normal. De hecho, recuerdo un documental en la TV en el que un señor recogía hortalizas de su huerto, las colocaba en un puestecito de madera con su precio, y la gente lo compraba dejando el dinero sin problema. Que cosas.
5. El tamaño del Parking no importa
Tienes un trozo de acera vacío delante de tu casa y no sabes qué hacer con él? Monta un parking! Aunque sólo quepan 4 coches (o 1, que también los hemos visto). Pones un sistema de cables sofisticado, un cartel luminoso bien resultón, y por último un cepo grandote en el suelo que se levanta para que no ocurran cosas raras con los coches. No está mal, eh?
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6. Aquí no hay (casi) paro
Con una ridícula tasa del 2,8%, Japón es de los países donde más posibilidades hay de tener trabajo. Otra cosa es que sea un tanto extraño, como el tipo de la foto que regula el tráfico con traje de luces. También hemos encontrado gente en las estaciones cuyo trabajo es decirte por qué pasillo tienes que seguir para no perderte. Es como si prefiriesen el factor humano antes que un cartel o una máquina. No sé si esto funcionaría fuera del país.
7. Taxis... elegantes?
Sorprende ver en plena calle un coche negro, con conductor de gorra negra, como sacado de los años 20, cuyo interior está recubierto de una especie de ganchillo blanco. Los coches te esperan con la puerta abierta que se cerrará AUTOMÁTICAMENTE en cuanto subas. Por un momento parece que es el coche de Norma Desmond en "El Crepúsculo de los Dioses".
8. Vagones SÓLO para mujeres
Usados entre semana a la hora punta, estos vagones intentan dar respuesta a todas esas afectadas por tocamientos y fotos indebidas que se hacen cuando el vagón está a reventar. Aquí los acosadores se conocen como chikan y las víctimas suelen ser jovencitas y menores de edad.
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9. Linternas cargadas en cada habitación
Como ya sabemos, la actividad sísmica en Japón es altísima y sus habitantes tienen que "esperar lo inesperado" en cualquier momento. En todas las casas, tiendas y habitaciones de hotel, existen linternas cargadas que en cuanto las coges se iluminan. Es fácil encontrarlas en caso de apagón total. Y es que, tal y como está el panorama, la seguridad es lo primero. Además en las escuelas enseñan cómo protegerse en caso de terremoto y en los hoteles dejan muy bien indicado qué hacer cuando llegue el caso.
10. Todo es muy "cuqui"
Si hay que adornar algo, será con colores llamativos, con florecitas, con lacitos. Todo muy tierno y achuchable. Exactamente igual que sus dibujos animados. En qué otro pais del mundo podríamos encontrar unas sosas y frías escaleras mecánicas estampadas con florecitas? Por eso no extraña nada que Hello Kitty aparezca en casi todos lados, inspirando ternura y una medio sonrisa de "qué bonito todo".
11. Japon es el paraíso del KIT KAT
Aquí se conoce como "kit-to kat-to" y se debe de consumir a toneladas, junto con los otros tropecientos dulces locales. Resulta que hay más de 200 sabores disponibles en este país y los turistas se vuelven locos por probar la mayor cantidad de ellos. Hace poco han sacado incluso una edición especial con los alimentos representativos de cada zona y así se pueden encontrar, por ejemplo, kitkat de
fresas tochiotome de la Prefectura de Tochigi, el de
pasas al ron de Tokyo, el de
patata dulce morada de Okinawa o el de
melón Yubari de Hokkaido. Tela, eh??
Más info de sabores... [
AQUI]
12. Aquí me siento, aquí me duermo.
Es fácil encontrarse en el tren o el metro a un lugareño dormido aunque bien podría ser en cualquier parte, incluso en el trabajo. A nosotros nos sorprende un montón, pero en Japón no está mal visto. Es más, la práctica se conoce como "
INEMURI" y se considera una consecuencia directa de trabajar duro.
Por cierto, como no está mal visto, si el de al lado se inclina hacia tu hombro, no te queda mas remedio que aceptarlo y esperar a que buenamente abra los ojos. Imagino que será un honor tener un contacto tan cercano con alguien tan entregado a la causa laboral!
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En fin, con esto y un bizcocho, hasta el próximo viaje a las ocho, jaja!
Arigato gozaimasu!!