Japon 2017 - 19 NOV (dia 6)

A tan sólo dos paradas de tren de la Nara Line se encuentra Fushimi Inari, un enorme conjunto de santuarios que se extiende por las laderas del monte Inari-san. Y la verdad es que, desde el primer gran torii que nos da la bienvenida, algo mágico envuelve la visita. Esto lo sé yo, lo sabe el vecino y lo sabe todo el mundo. Por eso es IMPRESCINDIBLE (así, con mayúsculas y bien destacado, para no olvidar) madrugar para visitarlo. Porque, señoras y señores, si queremos tener una experiencia única, hay que estar con poquita gente alrededor. Y este lugar es muy muy famoso para todos, pero en especial para ese "turismo de chincheta" que tanto agobio provoca. Nosotros hemos llegado sobre las 08:20AM y ha sido todo un acierto. Había gente, si, pero no hemos tenido problemas para disfrutarlo pausadamente, hacer fotos hasta aburrir y conseguir llegar a la cima sin sensación de asqueo.

Si. Hay que llegar a la cima. Y eso significa caminar durante 4 km por un sendero inclinado, con muchos tramos de escaleras, cubierto de toriis como si no hubiera un mañana. Pero es taaaan bonito y tan gratificante que merece la pena el esfuerzo. Además, la mayoría de la gente se queda a mitad de camino, aprovechando una zona amplia en la que hay un mirador con vistas a la ciudad. Así que los más atrevidos estamos de enhorabuena, porque podemos ver la cima unos 20 minutos después, y saludar (si se quiere) a los dioses del arroz y el sake, a quienes está dedicado el santuario. 

Para el que no se llegue a creer que este lugar está masificado a todas horas, simplemente tiene que ampliar la foto de la izquierda, hecha justo dos horas después de la anterior. Es el comienzo del camino hasta la cima y al loro, porque ya no se puede avanzar casi nada por la cantidad de gente que hay.

Importante: el camino de subida es diferente al de bajada, así que mejor hacer más fotos de la cuenta que quedarse corto y lamentarlo más tarde en casa. Cualquier rincón es susceptible de ser fotogénico!

La parte baja del santuario tiene puestos callejeros de comida de lo más curioso: desde perdices japonesas fritas hasta bolitas de pulpo (takoyakis). Había muchisimo donde elegir, pero nosotros nos hemos quedado con unos marumochis de judias azuki y de castañas y estaban buenísimos!

Después de comer ya en Kyoto, hemos cogido un autobús hasta la zona de Kiyomizu-dera, para callejear de nuevo por sus callecitas con encanto y descubrir de primera mano el primer Starbucks del mundo que tiene distribución de casa de té japonesa y que te permite disfrutar de tu bebida mientras estás felizmente sentado en un tatami. El local sólo lleva abierto 5 meses y, a juzgar por el ambiente, me temo que en poco tiempo se va a convertir en un fenómeno social y pasará a estar constantemente saturado. Nosotros hemos llegado a una buena hora y hemos estado un buen rato con nuestro té haciendo fotos y echándonos unas risas. Por cierto, el local se encuentra tan bien fusionado con el entorno de la calle que es fácil despistarse y saltárselo.

Con lo que no hay duda alguna es con el restaurante dedicado a Hello Kitty. Creo que es el escaparate de comida más mono de todos!! Absolutamente todos los platos que aparecen en él tienen alimentos, a cual más original, con forma de gatita japonesa. No me digáis que no inspira ternura! Además, dentro del local, cuando te sientas en la mesa, te ponen como acompañante especial un peluche gigante (tamaño persona adulta!!) de Hello Kitty que ocupa su silla como si fuera una más. Aúpa "Haro-Kiti" (tal y como suena su nombre en japonés!).

Y ya que hablamos de dibujos animados tiernos, justo al lado del restaurante hay una tienda con cosillas de varios personajes del estudio Ghibli (es decir, Totoro, Chihiro, Yubaba, Porco Rosso... y alguno más que no recuerdo ahora). Muy interesante tambien!

Terminamos el día cenando tempura en uno de los locales de la planta baja de la estación. No sé si es que hemos tenido un poco de mala suerte al coincidir con un cliente japonés bastante quisquilloso, pero las camareras no tenían muchas ganas de pasar por nuestra zona y el rato que teníamos pensado para cenar se ha alargado considerablemente. Una pena. Y la comida era bastante normalita, pero bueno, había que probar algo diferente para cerrar la primera etapa del viaje. Porque mañana, mal que nos pese, hacemos la maleta y volvemos al norte, donde la capital del país nos espera con los brazos abiertos. Esperemos que podamos disfrutarla tanto como la encantadora Kyoto.

Buenas noches, konbanwa!

2 comentarios:

  1. Jejeje "turismo chincheta" lo tienes que registrar ¡ es genial ! me encanta el plato de kitilandia!

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  2. Subir y bajar 4km para saludar al Dios del arroz y el sake....a ver como lo explico yo esto en casa! Siempre puedo de decir que cuando salí a la calle me tropecé con hordas de chinchetas preguntando que "chihiro a la derecha esta el palque, y chihiro a la izquierda esta Herokiti?" 😱😱😜😜😂😂

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