El pasado Febrero hubo un desprendimiento importante en el Congosto de Ventamillo, acceso principal al valle de Benasque. Poco después comenzaron las obras de acondicionamiento y protección que necesariamente implican retrasos importantes a la entrada y salida de la zona. Esto ya lo sufrimos el lunes. Pero... ¿qué pasa cuando quieres acceder y te pilla una tormenta?
Supongo que la foto ya muestra un poco lo poco que se ve cuando quieres conducir en estas condiciones. Afortunadamente teníamos un coche delante a modo de guía pero el mal rato no nos lo ha quitado nadie.
Salvo este percance inicial la vuelta a casa ha sido tranquila. Sólo hemos estado unos días fuera pero me han parecido muchos más: la desconexión ha sido todo un éxito!
A ver si se tranquilizan estos tiempos raros y volvemos a volar lejos. Mientras tanto... seguiremos explorando lo que buenamente podamos.
Hasta pronto!
;)
Demostrado es, no hace falta volar, para lo bonito ver.Lluvia, granizo, niebla, eso no amilana a unos grandes aventurarios como vosotros.PRECIOSO TODO.
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