Oregon 2024 - 22 SEP (día 9)

Después de tantos días fuera de casa, nos ha costado mucho meter todo en la maleta. Lo esperado, vamos. Por suerte volamos por la tarde y el aeropuerto no está muy lejos de la ciudad, con lo que podemos aprovechar bien el día (y el pedazo de sol que nos acompaña!)

El Jardín Japonés de Portland es otra razón más para valorar la singularidad de esta ciudad. Situado en las colinas de la ciudad, se considera el más auténtico fuera de Japón. Creado en los años 60, ofrece a los visitantes un oasis de paz y armonía (aunque los fines de semana se ponga hasta arriba de turistas y hay que verlo a primerísima hora - mil gracias, madrugones patrocinados por el jet lag!! -). Con la entrada te dan un mapa en el que se detallan las diferentes zonas del jardín (por cierto, tiene hasta una “tea house”). En menos de una hora se ve todo pero merece mucho la pena. 

Por cierto, ojito al tema del parking porque es complicado encontrar sitio: aún siendo de pago, hay pocas plazas y, si no hay suerte, hay que dejarlo en la calle a bastante distancia. 

A pocos minutos del jardín se encuentra Elephants Delicatessen. Es difícil describir este sitio pero digamos que es un local enorme lleno de pequeños puestos de comida donde puedes fabricarte tu lunch. Te lo hacen en el momento, con productos de muy buena calidad. Nosotros hemos pedido sopa y sandwich cada uno y estaba todo buenísimo. También tienen una zona de bar para pedir, cómo no, uno de esos ricos cafés de Portland y otra zona para comprar productos delicatessen de importación (vinos, quesos, embutidos,…). Muy curioso!

De camino al aeropuerto hemos hecho la última parada en The Grotto, un santuario católico al aire libre situado a los pies de un despeñadero. Justo este año se cumplen 100 años de su creación cuando Fray Ambrose Meyer hizo realidad su promesa de “hacer algo grande para la iglesia” (promesa que le hizo a la Virgen María tras haber salvado a su madre de un parto muy complicado). El santuario pertenece a los Siervos de María y, además tiene zona de jardines en la parte alta del despeñadero a la que se accede - previo pago - con un ascensor. 

Tras echar gasolina, devolver el coche y llegar al aeropuerto con margen suficiente, nos hemos dado cuenta de que toda esta zona y en general el estado de Oregón, se quedan un poco a la sombra de sus vecinos de Washington y California. No se promocionan mucho y quizá eso sea una ventaja para aquellos que queremos buscar pequeñas joyas escondidas lejos de las masas de turistas (no, aquí no hay grupos de chinos impertinentes). Oregón es un estado precioso con una naturaleza salvaje que atrapa. Está claro que tenemos que volver en un futuro no muy lejano para seguir viendo cosas. 

En breve montamos en el avión. A ver si podemos descansar algo antes de llegar a destino.

Hasta la próxima, Portland!!!


Oregon 2024 - 21 SEP (día 8)

Powell’s Books es una de las pocas librerías independientes que quedan en el país. En su edificio de tres plantas se encuentran libros de toda índole y no deja de ser un disfrute para cualquier aficionado a la lectura. Incluso en la parte superior tiene una habitación especial donde se pueden encontrar “rare books” (libros poco fáciles de encontrar: bien por su antigüedad, bien por tener la dedicatoria del autor, o por ser ejemplares difíciles de encontrar). A esta habitación - que tiene un límite de 14 personas - sólo se puede acceder cuando otro sale de ella y con pase de entrada visible. En estos tiempos donde Amazon gobierna globalmente, se agrade ver que tiendas así siguen en pie. 

Esto podría considerarse casi una rareza en una ciudad de poco más de 600.000 habitantes. Pero es que casualmente aquí hay muchas cosas raras que no se ven (o no hemos visto!) en el resto del país. De hecho, el lema (no oficial) de la ciudad es “Keep Portland weird!” (Mantenga Portland raro). Y, así, se puede ver a alguien haciendo calceta mientras espera en la cola de una cafeteria donde el barista se esmera en el mejor café posible. Se puede ver una competición de skate aprovechando una barra metálica de la calle. Se puede ver a gente con camisas de cuadros y ropa ancha como la que llevábamos en los 90s. Gente bien vestida andando descalza por la calle. Y, lo último,… los únicos carritos de bebé que hemos visto tenían perros dentro (los peques van como los canguros, en portabebés ergonómicos). En fin.

Por cierto, lo del café en Portland es una locura: hay locales muy de estilo europeo donde te puedes tomar unos cafés riquísimos. En este país puede considerarse como algo casi anodino (el café diario es el americano… ese tan ligero), pero en la ciudad es lo más normal poder disfrutar de un auténtico café que sabe a lo que tiene que saber. Para nosotros ha sido una sorpresa muy muy agradable.


Entre unas cosas y otras nos hemos pateado todo el downtown y el Pearl District hasta que ha llegado la hora de la cena. Teníamos reserva en Southpark Seafood y ha sido una estupenda despedida de la ciudad porque mañana ya volamos a casa. Hemos pedido King Salmón y, de entrante, un cocktail de gambones (o langostinos, porque ellos dicen que son “shrimps” y no hacen distinción). Nos hemos reído muchísimo con la presentación - nos ha recordado a ciertos platos ochenteros de nuestro país - pero, al probarlo, nos hemos quedado flipados con su sabor y jugosidad. Qué pasada, por favor!!! 

Recordatorio: no juzgar el alimento por su presentación, por muy ridícula que parezca!

Para volver al hotel hemos usado el ticket del tranvía que nos han dado esta mañana en la recepción (una vez validado permite hasta dos horas seguidas de uso). Podíamos haber estirado un poco más el regalo y darnos una vuelta por la ciudad, pero estábamos ya muy cansados y no había cuerpo para nada. Además, mañana nos espera un día muuuuy largo.

Hale, a dormir ya, que me caigo de sueño.

Zzzz…


Oregon 2024 - 20 SEP (día 7)

A una media hora de Salem se encuentra el parque estatal de Silver Falls, un lugar que los foráneos se suelen saltar pero que los lugareños adoran con locura (la recepcionista del hotel así nos lo ha demostrado cuando le hemos dicho donde íbamos). 

La entrada es gratuita pero dejar el coche en el parking cuesta 5$ (el ticket tiene que quedar bien visible en el salpicadero). Junto al mapa informativo del parque se puede coger un folleto gratuito con las diferentes rutas y la localización de las cascadas (porque, si de algo puede presumir este lugar, es precisamente de sus cascadas!). Ya sabíamos que no es la mejor época para verlas, pero aún así se puede pasar un día muy entretenido y bonito.

No teníamos muy claro qué ruta hacer pero sí que queríamos empezar por (quizá) la cascada más emblemática, South Falls. Con una caída de 54m es una de las cuatro del parque que permite su paso por detrás. Seguro que en más sitios (Islandia, por ejemplo) se puede hacer esto, pero para nosotros era la primera vez que caminábamos viendo una cascada desde el otro lado. Hemos disfrutado como enanos haciendo fotos. Una pena que no estuviese en todo su esplendor pero… es el precio de viajar en Septiembre!

También nos hemos encontrado con un par de cascadas prácticamente secas (Double Falls y Winter Falls). Con este panorama hemos decidido cambiar (y acortar la ruta) dejando las dos más alejadas para otra ocasión. 

Por cierto, no hay ningún servicio (WC) durante toda la ruta así que, si alguien no puede aguantar mucho, mejor que no haga el trayecto largo o lo pasará bastante mal (no, no hay opción de “lo hago detrás de aquel árbol”). Tampoco hay muchas oportunidades de sentarse: sólo hemos visto un par de bancos sueltos. Así que mejor dejar la comida en el coche para después de la caminata. 

En el trayecto hasta Portland nos hemos encontrado un buen atasco de salida de la ciudad (peor casi que el que tuvimos ayer nosotros). Por una vez éramos nosotros los afortunados que no tenían parones al volante. Una vez hemos entrado en la ciudad ya hemos visto los primeros esbozos de su corriente alternativa: carriles bici, gente haciendo deporte, monociclos, tándems. Incluso hemos ido un buen rato detrás del tranvía. Parece que aquí lo que sobra es el coche!

Para cenar nos hemos acercado hasta Fullerton Wines, una vinoteca muy curiosa donde nos hemos puesto hasta arriba con esta tabla de quesos y embutidos… y una cata de vinos locales. Que nos gusta mucho viajar, pero cuando vemos comida así nos sentimos como en casa. Estaba todo muy rico. Incluso los vinos, que son más bien de gusto suave americano, estaban bastante conseguidos. 

Bueno, a dormir que ya toca.

Zzzz…


Oregon 2024 - 19 SEP (día 6)

Crater Lake es una pequeña joya que, aunque está un poco a desmano de todo, vale la pena hacer el esfuerzo y verlo en directo. 

Esta mañana hemos salido pronto de Chiloquin - con el depósito de combustible a tope, que no queremos sorpresas - y hemos cogido la carretera que lleva hasta la garita de la entrada sur. No había mucho jaleo de tráfico así que, tras pagar la entrada, hemos hecho la parada de rigor en la oficina de información donde, casualmente, empezaba en ese momento un video muy interesante sobre el parque y su formación. 

Y es que… ¿cómo surgió ese lago? 

En este lugar estaba el Monte Mazama. Aproximadamente hace 7700 años, comenzó su actividad volcánica pero, en vez de completar la explosión por la parte superior, se abrieron unas grietas en la parte baja de la montaña, como queriendo seccionarla, con lo que los materiales de la cima colapsaron sobre la cámara de magma interior. En la foto se puede ver la diferencia entre el (posible) antes y lo que hay ahora. 

Los años y las frecuentes lluvias / nevadas en la zona han dejado este precioso lago para disfrute de todos. 

Datos interesantes:

- profundidad máxima de unos 600 metros (es el lago más profundo del país)

- anchura máxima de 9,7km

- su color tan intenso se debe a su pureza (no tiene entradas ni afluentes, sólo agua de lluvia)

- la tribu de los Klamath considera este lago como sagrado y se cree que sus antepasados pudieron ser testigos de la explosión, colapso y formación del lago.

Nos habría gustado pasar algo más de tiempo en el parque pero nos esperaba un largo viaje hasta Salem (donde pasamos hoy la noche). Hemos salido por la entrada norte para después atravesar la zona de las montañas. El último tramo ha coincidido con la salida del trabajo de miles de lugareños así que ha sido bastante cansado. 

De todas formas, nos quedamos con la imagen irrepetible de ese azul hipnótico que tiene Crater Lake para terminar el día de manera tranquila. 

Buenas noches!


Oregon 2024 - 18 SEP (día 5)

Nuestros amigos se han ido muy pronto esta mañana. Prometiendo vernos en la siguiente, han salido hacia el aeropuerto mientras nosotros terminábamos el desayuno. Después hemos cerrado ya las maletas y hemos continuado con el trayecto. A los pocos kilómetros hemos salido de la zona boscosa del Monte Hood y nos hemos encontrado con un paraje muy diferente. Y es que ya estábamos en la reserva india de Warm Springs. No me ha dado tiempo a fotografiarlo bien, pero la zona del cañón que hemos atravesado ha sido preciosa. Ah, lo que se ve al fondo es el Monte Hood que hoy, cómo no, estaba sin nubes.

Rato después hemos hecho una parada técnica en Bend para ver con nuestros propios ojos una de esas rarezas que cuesta creer que sigan aún en pie. ¿Alguien recuerda aquellos míticos videoclubs Blockbuster de los 90s? Hace ya años la empresa quebró (por culpa de las plataformas tipo Netflix) pero algunas tiendas pudieron resistir la caída. De esas, HOY (sí, hoy!!) sólo queda una. Y no es una ilusión: hemos visto a una pareja devolviendo una película en el buzón. Tremendo. Por un momento parecía que estábamos viviendo una escena de hace veinticinco años. Qué cosas.

Al sur de Bend se encuentra el Newberry National Volcanic Monument. Es de sobra conocido que la Costa Oeste de EEUU tiene siempre mucho movimiento sísmico, pero lo que no es tan conocido es su historial volcánico - las generaciones más jóvenes (casi) no lo recordamos pero en 1980 tuvo lugar muy cerca de aquí la explosión del Monte St Helena -.

Por cuestiones de logística no hemos podido ver todo el parque volcánico pero sí nos hemos centrado en la zona de Lava Butte y nos hemos quedado bastante sorprendidos. La palabra “butte” es de origen francés y significa “cuello volcánico”. Cuando ocurre una erupción, la lava sale de manera violenta pero toda la ceniza que se genera alrededor va esculpiendo una forma cónica y redondeada que cuando se enfría parece como un grano gigante en el horizonte. Creo que en la foto se ve bien la idea.

En el centro de visitantes de Lava Lands hemos visto un video informativo de la zona, los butte, la caldera, vamos, un poco de todo. También hemos hecho luego un par de rutas. Caminar entre formaciones de sedimentos volcánicos es, cuanto menos, curioso. Las rocas parecen muy porosas pero su tacto es muy áspero y afilado, así que hay que tocar lo justo o el corte en la piel está asegurado. 

Caminar por la parte alta del butte es toda una experiencia. Las vistas, además de espectaculares, ayudan a comprender bien lo que ocurrió aquí en su momento. Pisar esa ceniza convertida en piedra es - y perdón por la comparación - como estar pisando cereales de desayuno (!!!). De verdad, es el mismo sonido! 

Por cierto, los pocos árboles que consiguen abrirse camino en este paraje terminan desarrollando un tronco revirado para favorecer la subida de nutrientes a las ramas. Ampliando la foto creo que se ve perfectamente esto. 

Terminamos el día en Chiloquin (más bien en las afueras) junto a un casino gestionado por tres tribus indias Klamath. Así dicho podría dar lugar a desconfianza pero nada mas lejos de la realidad: el hotel es de reciente construcción y el casino tiene un restaurante en el que tienen comida de calidad. Es realmente la mejor opción si se quiere visitar el Crater NP (y no se ha podido / querido alojar en el hotel histórico que hay junto al lago).

A descansar… que ya toca.

Buenas noches!


Oregon 2024 - 17 SEP (día 4)

Seguimos con las sorpresas: esta mañana no había lluvia sino niebla, toma ya. Preocupados por dónde sería mejor hacer alguna ruta, hemos estado consultando bien la previsión y las diferentes zonas por donde caminar. Al final nos hemos quedado con el plan inicial (subir hasta la zona de Timberline Lodge Hotel) porque podría ser una niebla baja y… hemos acertado. A 500m por encima del pueblo no ha habido problema. Crisis solucionada!

Recordatorio: las botellas de agua recién compradas deben desprecintarse ANTES de subir a lo alto de la montaña… o luego no querrá abrirse. 

Tras dejar el coche en el parking (enorme!), hemos subido por la parte posterior del hotel hasta enganchar con el comienzo de la ruta. Creo que es la primera vez que probamos parte de uno de los Grandes Senderos que tiene este país. El Pacific Crest Trail (Sendero de la Cresta del Pacífico o PCT) tiene una longitud de 4286 km desde México hasta Canada atravesando los estados de California, Oregón y Washington. Pasa por 7 Parques Nacionales (y 25 bosques nacionales). Como dato curioso los excursionistas suelen tardar unos 5 meses en completarlo, por eso suelen empezar en Abril (si van hacia el Norte) o en Junio (si van hacia el Sur). Nosotros hemos hecho nuestro trocito de rigor y la verdad es que nos ha encantado.

Por cierto, a los pocos metros de empezar, nos hemos encontrado con un poste y un aviso: si queríamos continuar, teníamos que rellenar un papel con nuestros datos, la mitad se queda en un buzón y la otra mitad en nuestra mochila. Se supone que con esto se aseguran poder ubicarte correctamente en caso de desgracia. Imagino que serán cosas de los Grandes Senderos, porque es la primera vez que vemos algo así. 

Hemos entrado en el famoso Timberline Lodge Hotel. Es uno de esos hoteles históricos (se construyó en 1937) cuyo interior parece anclado en el tiempo, como si nada hubiese cambiado desde su inauguración. Madera y moqueta acogen a todo aquel que entra (nosotros lo hemos comprobado durante el poco rato que hemos estado allí). Y su exterior… bueno, es MUY conocido gracias a haber salido en la película de Kubrick “El Resplandor” (sí, sí… éste era el Overlook Hotel). Creo que merece la pena acercarse para verlo en directo si se está por la zona.

Terminamos el día cenando prontito en el mismo pub de ayer. Es el último día que estamos con T. y A. (mañana su vuelo sale a las 10AM). Parece mentira lo rápido que se nos han pasado estos días con ellos. Una pena no haber podido estar más días pero, con lo complicado que es siempre coincidir agendas, nos podemos dar por satisfechos y sentirnos afortunados.

A dormir toca.

Buenas noches!


Oregon 2024 - 16 SEP (día 3)

“Esperar lo inesperado” - ¡Qué gran verdad hay en esas tres palabras! 

Hoy hemos salido pronto de Hood River porque íbamos a pasar el día en la zona de Government Camp (al sur de Mt Hood). Y ha sido casi a mitad de trayecto cuando se nos han cruzado en la carretera un par de oseznos de oso negro. Increíble. Nos ha dado tiempo a frenar un poco pero han sido rápidos y no ha habido problema. Si hubiéramos pasado minutos antes habríamos visto probablemente a la madre también, pero bueno, no está mal así… de lejos y sin incidentes. He intentado sacarles una foto pero, con las prisas y su agilidad, sólo me ha dado tiempo a pillar al último mientras se metía en los arbustos. En la foto se aprecia una sombra oscura a la izquierda del árbol del centro.

Tras dejar el coche, hemos comenzado la ruta hasta Mirror Lake. El camino empieza muy fácil (demasiado), así que cuando empieza la parte seria parece que sienta un poco mal. Afortunadamente todo el trayecto es en sombra, con muchísima humedad, dando a los verdes del bosque un color que ni la mejor cámara podría recogerlo. Qué preciosidad. Al terminar en la zona del lago el reflejo del Monte Hood no defrauda, incluso aunque tenga alguna nube encima (como en la foto). 

Para llegar después a la zona de Trillium Lake hemos tenido que pagar 10$ (no teníamos ni idea de que era una zona “controlada”) pero eso también sirve para proteger la zona y para regular el acceso a la misma. Allí hemos comido y POR FIN hemos podido sacar buenas fotos despejadas del Monte Hood. El reflejo en el lago no ha sido tan bueno por culpa del viento pero ha merecido mucho la pena. Después de comer hemos hecho la ruta circular. Se agradece caminar por las zonas de pasarelas - se nota que algunas son de reciente sustitución: modernas, con espacios anchos para permitir mejor el paso y con remaches de madera en vez de clavos. 

Por cierto, mientras comíamos hemos visto muchos Canada Jays. Estas aves están muy acostumbradas al contacto humano y están esperando el menor descuido para pillar algo de comida en la zona de picnic. Hemos hecho la prueba de dejar trozos de pan en la mesa y… bingo! ahí estaba el pájaro con el premio (y mi foto, claro!). Buscando información parece que alguno ha puesto comida en la mano y los pájaros se acercan sin ningún tipo de pudor. Qué cosas.

Terminamos el día tomando algo con sustancia en el pub de la Mt Hood Brewing Co. Hamburguesas, pizza y Shepherds Pie (plato de carne picada y puré de patatas). Nos lo hemos pasado estupendamente recordando los momentos del día. La comida, bueno, no está mal para ser un pub - eso sí, las patatas fritas caseras estaban bueniiiiisimas!

Nos vamos a acostar con el cielo despejado pero para mañana se esperan lluvias. A ver qué se nos ocurre para pasar bien el día.

Buenas noches!


Oregon 2024 - 15 SEP (día 2)

Al agua patos!

Si por algo es conocido el estado de Oregón es por la cantidad de agua que tiene. La Cordillera de las Cascadas está relativamente cerca del Pacífico y hace que, cuando se acercan los frentes nubosos, descarguen aquí casi todo lo que llevan (dejando así la mitad Oeste siempre con agua y la mitad Este del estado prácticamente seca). Así que gracias a las lluvias (y a la orografía) las cascadas brotan con una fuerza increíble.

Hoy hemos estado en la zona de Columbia River, muy famosa precisamente por sus cascadas espectaculares. Y hemos empezado por la más icónica: Multnomah Falls. De hecho, si buscáis en Google “Oregón”, en las cinco primeras fotos que os saldrán como sugerencia, estará alguna de esta cascada. Y no es para menos porque lo tiene todo para ganarse los aplausos de cualquiera. Dada su fama y afluencia, desde hace años hay habilitado un parking extra pero, aún así, mejor ir a primera hora de la mañana o puede que no haya sitio para dejar el coche. 

La cascada se ve muy bien desde abajo pero también hay posibilidad de hacer una ruta que te lleva hasta arriba, donde empieza la caída del agua. Es una subida interesante, con buena parte del tramo en zigzag, y con mucha gente en el camino. Supongo que el hecho de haber ido en domingo ha hecho que esté más concurrido. Pero el premio de las vistas no tiene precio. Muy recomendable!

Después hemos hecho parte de la ruta histórica que conecta las cascadas para llegar hasta Latourell Falls. Al igual que la anterior, se puede simplemente ver desde abajo caminando un poco pero, para los más aventureros, existe una ruta que te permite disfrutar de la primera parte de la cascada. Además casi todos los árboles están cubiertos por una especie de musgo que le da un toque casi de cuento. Precioso!! Por cierto, el camino es de tierra así que mejor no hacerlo en un día lluvioso o podría ser resbaladizo.

Terminamos en Bridal Veil Falls. Trayecto muy muy sencillo de bajada hasta disfrutar de esta cascada cuya caída parece el velo de una novia (de ahí su nombre). Y no sé si será tradición o alguna de esas modas de las redes sociales, pero nos hemos encontrados con varios ramos de flores blancas en la parte final del camino. Qué cosas.

Y, tras dejar los trastos en el hotel de Hood River, nos hemos ido a cenar 3 Rivers Grill y allí hemos probado, entre otras cosas, salmón y halibut. Hemos tomado también un vino blanco de Washington State (que está precisamente al otro lado del rio Columbia) y la verdad es que no estaba nada mal. Ha combinado perfectamente con éste y con los otros pescados que habíamos pedido. 

Creo que con el trote que le hemos dado hoy al cuerpo vamos a caer en nada y menos. 

Buenas nocheszzz…


Oregon 2024 - 14 SEP (día 1)

Buenos días, buenas tardes o buenas noches. Ya no sé ni qué hora tiene mi cuerpo dentro después del cansancio acumulado del viaje. Pero que no se vea esto como algo negativo, ni mucho menos. Porque es una mezcla de sensaciones que, en conjunto, son muy buenas. Es más, cuando hemos salido esta mañana de casa y hemos recordado que éste era el famoso viaje que no pudimos hacer hace 8 años (!!!), ya se nos ha puesto la sonrisa en los labios.

Pero eso no quita el esfuerzo que hay que hacer para llegar a destino. Vuelo con escala en Londres y luego un cruce de charco de 10 horas hasta la Costa Oeste de EEUU. Toda una aventura si le añadimos el jaleo que hemos tenido con las tarjetas de embarque en Heathrow (que no hemos sido los únicos, porque había más pasajeros que tenían problemas con el lector electrónico del torno - viva el Brexit… ejem!)

Al menos la llegada a Portland ha sido tranquila: muchos trabajadores nos han dado la bienvenida de manera bastante efusiva y tampoco hemos tenido la “visita al cuartito” en la aduana (bien!). Otra cosa ha sido luego el trayecto hasta el hotel con el coche de alquiler: nos han pillado las nubes con fuerza en la carretera y hemos tenido que ir con cien mil ojos. Vaya forma de llover! Para entonces ya nos habían avisado nuestros amigos T. y A. (que llegaron hace unos días) y con los que hemos coincidido en el check-in. Qué bueno volverse a ver después de tanto tiempo!

Sin perder mucho tiempo en deshacer la maleta (nos vamos mañana prontito) nos hemos ido hasta el Black Rabbit Restaurant, un lugar con cierto encanto dentro de un hotel histórico (en cuyo recinto además se fabrica cerveza). Hemos probado salmón, pollo  y… jabalí (un plato potente cocinado como si fuera un estofado). Sí, nos hemos acordado de Obelix y los galos comiendo junto a la hoguera, jaja!

Ufff… creo que vamos a caer pero YA. 

Buenas nocheszzz…