Chamonix 2018 - 16 JUL (dia 4)

Lo bueno de tener transporte público gratuito en el valle es que te permite desplazarte sin problemas para hacer tus actividades. Esta mañana hemos cogido la "línea azul 02" para llegar hasta Argentière, el pequeño pueblo donde está el telecabina de Les Grands Montets. Nos hemos parado en el punto intermedio de Lognan (1972m) y desde allí hemos comenzado la excursión hasta el glaciar. El camino tiene una primera parte con una inclinación bastante interesante y varios riachuelos improvisados resultantes del deshielo. No está nada mal.

Pero una vez se llega hasta casi los pies del glaciar, el camino empieza a ir paralelo al mismo y se funde entre bloques de rocas, consiguiendo (obviamente) una inclinación aún mayor a modo de escalera natural. Se tarda un buen rato en poder subirlo y completarlo, pero merece muchíííííííísimo la pena porque con cada paso las vistas van mejorando. Madre mía, que pasada. 

Por cierto, conviene bajar de nuevo a Lognan por el camino que hay arriba, el del refugio. Así se aligera mucho la vuelta y las rodillas no tendrán que sufrir demasiado. Se ve perfectamente a la izquierda desde arriba.

Por fin hemos continuado en otro telecabina hacia la parada final de Les Grands Montets (3275m... y 4ºC). No hemos estado más que un tiempo prudencial para hacer fotos y ver el resto del glaciar desde otra perspectiva pero, vamos, es todo tan impresionante que cuesta mantener la vista fija en un sólo sitio. Y, como era de esperar, también hemos visto varias expediciones subiendo (o bajando) por las inmensas zonas nevadas del Aiguille Verte (4121m). Precioso todo, de verdad.


Con el ánimo elevadísimo por el día tan bonito que estábamos teniendo, hemos esperado casi sin dolor a que llegara el autobus de vuelta a Chamonix (ojito, que tiene una frecuencia de 30 minutos, así que mejor no perderlo bajo ningún concepto). Ducha, puesta a punto y cosillas varias después, hemos ido a cenar a Le Panier des 4 Saisons. El restaurante se encuentra un poquito a desmano del turisteo, así que es perfecto para disfrutar de una buena comida de calidad sin temor a que timen. De hecho, todo estaba estupendo (sopa de cebolla, carpacho de ternera, salmón con verduras y lubina con risotto). Lo que se ve en la foto es la sopa (había alguna duda?) y, aunque parezca mentira, estando ya a 18ºC en Chamonix, ha entrado de maravilla.

A dormirrr!!!

ZZzzz...


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