Qué bonito es despertarse pronto sin ningún tipo de esfuerzo (gracias, querido Jetlag). Nos ha dado tiempo a desayunar los primeros, preparar bien las actividades del día y a equiparnos convenientemente ante el frío. Y con tanta energía nos hemos bajado junto al famoso puente de Brooklyn y lo hemos cruzado tranquilamente mientras hacíamos fotos y más fotos. Parece que los domingos a primera hora no está demasiado concurrido y no hay problema en sacar fotos sin las hordas de turistas correspondientes.
Después hemos seguido paseando por las calles de Brooklyn Heights (aún tenían restos de la nevada del pasado jueves) y la zona de paseo marítimo junto al puente. Incluso cubierto con nubes las fotos quedaban bien.
Hemos comido prontísimo - entre otras cosas, porque a la 1PM teníamos la visita reservada en la Kings County Distillery -. Después de la visita del año pasado a la Jameson de Dublin, nos apetecía ver esta pequeña destilería de whisky que elabora toda su producción de manera artesanal. La visita (de una hora) ha sido MUY interesante y nos han contado con bastante detalle cómo, gracias a los emigrantes irlandeses y escoceses, empieza a surgir un interesante negocio que se vió oficialmente interrumpido por la famosa Ley Seca de 1920. Digo "oficialmente" porque en realidad lo que ocurrió durante los siguientes años es que empezaron a surgir las pequeñas producciones ilegales de whisky (que se conocía como Moonshine de manera coloquial porque se elaboraban por la noche "a la luz de la luna" - esto os sonorá a los que hayáis visto la serie Boardwalk Empire -).
También hemos aprendido que el whisky que se elabora en EEUU tiene su propio nombre - BOURBON - ya que el primer sitio en producirse fue precisamente en Bourbon, Kentucky. Y, por ley, tiene que contener en su elaboración por lo menos un 51% de maíz. Pero lo más sorprendente ha sido descubrir que cuando se destila el whisky sale totalmente transparente y, conforme envejece (ver FOTO), empieza a adquirir ese tono marrón tan característico: dentro de las barricas de roble con interior tostado es donde ocurre la magia!!. Por cierto, la ley de EEUU obliga a usar barricas totalmente nuevas, pero no impide exportarlas, así que todas tienen una segunda vida en tierras escocesas, donde se elabora un whisky mezclado con aromas de bourbon. Esto sí que es un reciclaje en toda regla!
De vuelta al centro nos hemos bajado junto a la estación de trenes de cercanías (PATH) para llegar a Hoboken, donde nuestros amigos nos estaban esperando con los brazos abiertos. También con una selección gastronómica interesante, como esta deliciosa Sremska kobasica (ver FOTO) - es una especie de chorizo casero serbio con toques picantes -.
Tras ponernos un poco al día, ya hemos ido a cenar a Panello, un curioso restaurante italiano bastante concurrido donde hemos comido estupendamente.
Después R. nos ha traído en coche de vuelta a Manhattan. Como siempre, todo un detalle por su parte.
En fin, a ver si hoy conseguimos dormir algo mejor.
Buenas noches!!!
Un dia destiladamente bueno!
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