Islas Feroe 2019 - 15 JUL (dia 2)

Esta mañana se nos ha ocurrido (con muy buena intención) pedir algún tipo de información adicional (y actualizada) sobre excursiones que se pueden hacer en las islas. Así que nos hemos acercado a la oficina principal de turismo y, aunque había bastante gente, parecía que la cola iba sospechosamente rápida. Minutos después hemos descubierto el secreto: la chica que atendía estaba demostrando sus dotes sociales como lugareña y con cada uno no tardaba más de un minuto. No sé los demás turistas, pero, en nuestro caso, que le hemos pedido un par de cosas, nos ha dado un par de folletos y listo. No ha gastado saliva para sugerencias, consejos ni siquiera para intentar vendernos una excursión organizada. Nos hemos quedado bastante contrariados pero, ¿qué hacer cuando la manera de tratarse entre lugareños es así de tosca, fría y distante?

Una vez más, toca organizarse vía internet gracias a consejos y experiencias que ya han vivido otros turistas por estos lares. Y planificar bien la ruta del día en el hotel con Google Maps - porque sin GPS ni datos móviles, la señalización lugareña puede ser una pesadilla -.

Aunque la previsión meteorológica ya sabemos que es poco fiable, la isla que tenía mejores nubes (vamos a decirlo así para ser amables) era precisamente Streymoy, justo en la que estamos alojados. Sin dudarlo, hemos pillado el coche y, por la "ruta escénica" Oyggjarvegur (antigua carretera de montaña) hemos ido hacia el norte, disfrutando de las espectaculares vistas del fiordo de Kaldbak (Kaldbaksfjørdur). 

Saksun podría haber sido uno de esos caseríos perdidos de esos que tanto abundan por aquí. Tiene muy mala comunicación (un carreterilla de un sólo carril en la que hay que ir dejando paso cada vez que viene otro coche de frente...) y hasta hace relativamente poco era mejor llegar por mar. Pero, a diferencia de otros, aquí el enclave es taaaaan idílico y tan bonito que el esfuerzo merece la pena. Esperemos que el turismo en masa no consiga cargárselo - hemos visto carteles de lugareños en los que se refleja bien su malestar -.

Al sur de la capital se encuentra Kirkjubøur, un pequeño enclave histórico donde la huella de vikingos e irlandeses aún está latente. La casa de la foto es del S.XI y es la casa de madera (aún habitada) más antigua de Europa. Los grandes troncos que la forman son de procedencia noruega (recordemos que aquí no hay ni un árbol!) y hoy parte de la casa es la Roykstovan Farmhouse, un pequeño museo donde poder ver en primera persona una auténtica construcción de su época. Muy interesante, sí, aunque se echa en falta algún cartel explicativo más detallado.

Hemos cenado de lujo en el Barbara, un restaurante de pescado y marisco con productos locales. Lo que se ve en la foto es el bacalao (que estaba buenísimo!!), pero también nos han puesto verduritas a la plancha, mejillones azules, salmón ahumado, cocochas y caldo de bacalao. 

Como nota a destacar, el trato de la camarera nos ha sorprendido gratamente. De hecho, por un momento hemos pensado que era de fuera, pero no... era lugareña. Así que a partir de ahora sabremos distinguir quién no ha salido nunca de la isla y quién ha tenido trato con el mundo exterior!!

:D

No hay comentarios:

Publicar un comentario