El zumbido de un mosquito impertinente me ha despertado de mala manera a las 2 AM. Quizá para otras personas esto sea una tontería, pero en mi caso, que soy fuente inagotable de recursos para estos bichos, esto ha hecho que me active y ya no haya podido pegar ojo. Por supuesto tenía dos picaduras (cómo no!) y muchas ganas de cargármelo, pero me he quedado con las ganas porque de repente ha desaparecido entre algún mueble de la habitación. Grrr...
El lado positivo es que nos hemos arreglado prontísimo, hemos desayunado en el primer turno y hemos pillado el shuttle del aeropuerto a la T2 sin problemas. El vuelo ha salido puntual y se nos ha pasado rapidísimo gracias a la increíble oferta de películas que había disponibles via APP de la compañía y WIFI del avión. Una maravilla ver "Sonrisas y Lágrimas" volando a 9.000 metros del suelo! Además, aquí también te dan bebida y unas galletillas gratis.
El Glacier Park International Airport se encuentra al norte de Kalispell (Montana) y, a pesar de ser pequeñito, tiene bastante movimiento de pasajeros en verano gracias a su cercanía al Glacier National Park. El aeropuerto tiene también algo que no había visto nunca antes: una rampa (!!!) en vez de escaleras para desembarcar del avión. Una maravilla, oiga. Hemos bajado con una sonrisa mientras caían ya las primeras gotas de agua (la previsión pinta algo fea estos días). También hemos tenido que esperar un buen rato en la zona de alquiler de coches, porque unos minutos antes había aterrizado otro vuelo y la terminal estaba bastante concurrida.
Cuatro horas de vuelo y un cambio de uso horario se merecen una buena comida cuanto antes. A pocos minutos del aeropuerto hay un Applebee's y allí hemos tomado nachos, salmón y pollo con pasta. Todo estaba muy bueno y nos han atendido estupendamente (no entiendo las críticas negativas en internet), pero lo que más gracia nos ha hecho es esta limonada de arándanos azules. A primera vista, parece un zumo de "Frigurón" (el mítico helado de Frigo) pero en cuanto la pruebas te das cuenta de que aquello es más que un color y que realmente sabe a arándanos. Hmm...
Aprovechando el tiempo libre que nos quedaba hasta la hora de check-in del hotel, nos hemos acercado al parque, al Glacier NP. Un cartel junto a la garita confirma que durante 15 días parte de la carretera principal (Going-to-the-sun road) estará cerrada al tráfico por mantenimiento. Esto ya lo sabíamos desde hacía semanas, así que no nos ha pillado por sorpresa. No podremos atravesar el parque rápido, sino que tendremos que rodearlo (y perder más tiempo en los trayectos) si queremos ir a otras zonas, especialmente a la parte alta de Logan Pass.
Por cierto, nos vamos a alojar estos días en Columbia Falls. Aquí tenemos todo lo que necesitamos para organizarnos con tranquilidad y aprovechar bien la estancia. Eso sí, visto el panorama, tendremos que decidir sobre la marcha dónde ir y qué hacer en función de las nubes. Crucemos los dedos para que todo salga bien!
Buenas noches!
Pero bueno ¿qué es esto de tanto dormir? ¡queremos aventura!¡ya!
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