Washington State 2016 - 21 SEP (dia 7)

Desde bien temprano estábamos desayunando. En este pequeño hostal de montaña, todas las habitaciones dan a una pequeña cocina / salón donde te preparas el desayuno a tu gusto, como si estuvieras en tu casa. Pero lo estupendo realmente del sitio es que tiene una ubicación estratégica para nuestro trekking de hoy (Cascade Pass Trail) porque está justo frente al puente de la carretera que lleva hasta arriba. Según nos dijo ayer el dueño del hostal, son 37 kilómetros, pero hemos tardado casi una hora en llegar porque el tramo del final está sin asfaltar, con muchos baches, curvas estrechas y gravilla suelta. Aún así, hemos llegado cerca de las 8:30am sin problema alguno, siendo los primeros de la mañana.

El camino empieza junto al parking, tras el panel de información,  y la primera parte transcurre por el bosque. Esta mañana hacía mucho frio (3,8ºC) y no han sobrado ni los guantes ni la braga al cuello, aunque conforme hemos empezado a subir nos hemos aclimatado mejor. Mucha humedad a esas horas de la mañana y ni un sólo ruido, excepto la caída del agua del deshielo que se oye de fondo. El desnivel de aproximadamente 500m se hace bastante cómodo gracias al camino en zigzag. 

Y en el último tramo, los árboles ya no molestan casi nada y se pueden hacer fotos estupendas del Johannesburg Mountain y sus glaciares colgantes. Qué pasada. 

Por cierto, hemos visto muchas ardillas pero también  un par de animales de la zona. El primero, un urogallo de las praderas (sharp-tailed grouse), se nos ha cruzado a pocos metros, pero no ha habido tiempo de sacar una buena foto de él. El otro, un pequeño ratón, Pacific jumping mouse, American pika, directamente nos ha pillado de sorpresa, mientras saltaba en la distancia de una roca a otra. Aún asi, una suerte haberlos podido ver.

** ACTUALIZACIÓN (29/10/2016): el encuentro con la pica americana ha sido mucho más que suerte. Acabo de descubrir que por culpa de la dejadez de las autoridades, en breve desaparecerá de las montañas. Qué pena. [LINK AQUI]

Tras salir de la zona de árboles, empieza un espectáculo de colores que te dejan sin habla. Ahí es cuando te das cuenta de que ha merecido la pena el madrugón, la subida, el esfuerzo... todo. Qué preciosidad!!!! Un aroma a plantas salvajes y manzanilla (!!!) lo inunda todo. Y las palabras se quedan cortas para describirlo. Había que venir aqui, claro que si. 

Al final del trekking hay unos grandes bloques de piedra desde los que se pueden contemplar las praderas en toda su plenitud (y se puede aprovechar para comer algo con tranquilidad). 

Por cierto, hemos estado todo el camino solos, haciendo fotos a nuestro ritmo. Pero cuando estábamos terminando de comer, han empezado a llegar otros excursionistas. Lo más impresionante es que una chica se ha hecho todo el camino descalza!! Qué valor!

Hoy hacíamos noche en Everett. El trayecto hasta allí ha sido muy cómodo, sin atascos. Para celebrar este día tan increíble, hemos cenado en un restaurante hawaiano, Kama'aina Grindz. No teníamos ni idea de qué pedir pero la camarera nos ha ayudado un montón y el resultado ha sido un acierto: ensalada césar al estilo asiático con pez Mahi Mahi, sandwich de pollo Huli Huli y un par de cervezas Big Wave. Si, una cena exótica para los exóticos. Pero... buenísima, oiga!! Qué descubrimiento de comida! Además, al final nos han dado un pequeño vaso con helado, que siempre es digestivo, no?

Ahora a dormir. Aloha ahiahi!! ;) 
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1 comentario:

  1. Chicos estais hechos unos montañeros de pro, antes subiais escalones y ahora montañas preciosas, ¡¡¡ bravo!!! Aloha!!!

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