En la vida siempre hay que esperar lo inesperado. Por eso, cuando vas a primera hora a pillar el telecabina y te encuentras a tropecientos esquiadores en modo acampada, ya puedes esperar fijo alguna sorpresa. Podíamos haber preguntado qué pasaba, pero es que teníamos algo de prisa por llegar hasta el mirador del Klein Matterhorn cuanto antes (iba a estar todo despejadísimo hasta mediodía) y al ver el telecabina moverse, nos hemos adelantado hasta los tornos de entrada y hemos subido sin miramientos.
Pero era todo un poco extraño, porque casi nadie parecía enojarse al vernos entrar y los de la entrada ni se han molestado en pararnos. Para colmo veíamos mochileros bajar en los otros telecabinas y no parecían muy emocionados con la idea.
Cuando hemos llegado a Trockener, el último enlace hasta la cima, hemos descubierto el misterio: la tormenta de anoche había estropeado algunos sistemas eléctricos y, entre otras cosas, el telecabina estaba fuera de servicio. Como teníamos 30 minutos de espera hasta saber más noticias (porque obviamente todo parecía indicar que pronto estaría funcionando de nuevo), nos hemos metido en una sala especial que han montado para presentar el futuro super-telecabina que podrá transportar a mucha mas gente hasta lo alto del Klein Matterhorn. La sala tiene varias pantallas y paneles muy interesantes, pero lo mejor de todo son estas gafas de realidad virtual donde uno puede verse metido literalmente en la futura cabina que estará en funcionamiento en poco más de año y medio. Una chulada. Estoy convencida de que en nada tendremos más cascos de estos invadiéndolo todo. Temblad iphones del mundo!!
A las 9:30am han dado por buena la reparación y el telecabina ha salido finalmente hasta la cima. Bien!! O no tan bien... porque allí también había hecho estragos la tormenta. Y justo el ascensor que llevaba hasta el mirador estaba cerrado. Tampoco funcionaban las instalaciones de las pistas de ski, ni la zona de skateboard. Pero sí estaba abierto el Glacier Experience. Así que en un visto y no visto nos hemos adentrado en el glaciar y nos lo hemos pasado genial en los túneles excavados dentro del mismo. Además de varias salas con estatuas de hielo, hay un pequeño túnel a modo de tobogán donde puedes deslizarte ayudado por una especie de almohadilla de plástico. No sé si esto será exclusivamente de niños, pero como alli no había nadie más que nosotros y un par de parejas de adultos, todos lo hemos probado sin dudarlo... jejeje!!!
Cuando hemos terminado nuestro momento de risas y fotos, hemos subido hasta la planta principal para descubrir que el mirador seguía cerrado. Hemos salido entonces a hacer fotos en la nieve. Muchisimos escaladores salían a hacer sus rutas diarias mientras que otros como nosotros seguían haciendo tiempo esperando que el mirador volviera a estar disponible.
Pero no. No ha podido ser. A las 11:30am, cansados de tanta incertidumbre, nos hemos bajado a Trockener. Y justo a mitad de camino, mientras estábamos entretenidísimos haciendo fotos al Cervino, el operario nos avisa que "debido a un fallo técnico" los telecabinas pequeños no funcionan y nos toca bajar en uno grande hasta Furi. Vaya con la tormenta.
Lejos de alterarnos, hemos cambiado un poco de planes y nos hemos ido a tomar el bocata a Gornergrat. Las vistas eran espectaculares, aunque ya el Cervino estaba medio cubierto y una sospechosa masa de nubes avanzaba sigilosamente a lo lejos. Sin embargo, nosotros estábamos a lo nuestro, comiendo y compartiendo zona de bancos con un grupo de chicas vietnamitas. Chicas que, al igual que las chinas de ayer, se habían llevado su tupper y palillos. Para no perder el ritmo, supongo (jeje!). En un momento dado, una se ha levantado con la comida en mano y le han hecho una foto para inmortalizar el momento. Ya me estoy imaginando a sus amigas a la vuelta: "pero tía... ¿cómo has sobrevivido tantos días con esa comida occidental tan raruna? - Boh, pero si yo sólo he probado mi propia comida; hasta me la he llevado a lo más alto!"
Lo que se ve en la foto es el cielo de las 3pm aproximadamente visto desde Rothorn. Para entonces ya habíamos bajado y subido de nuevo con la intención de dar un paseo por esta zona. Pero no ha podido ser. De hecho, a la subida nos hemos quedado parados casi un minuto porque había caído un rayo por algún sitio cercano. Además el telecabina ha hecho un balanceo un tanto extraño y el pobre operario nos ha dicho que lo mismo ésta sería la última subida del día. Cuando nos hemos bajado se ha puesto a llover bastante fuerte, con truenos... y granizo (!!!). Porque aquello no era una simple lluvia, sino una tormenta de montaña en condiciones.
Los 15 turistas de turno nos hemos quedado bastante contrariados con la situación. Teníamos unos 20 minutos hasta que saliera de nuevo el telecabina, pero aquello no pintaba nada bien. Hemos salido a hacer unas cuantas fotos rápidas y en nada ya estábamos sentados en el mismo sitio.
A pocos minutos de la hora señalada, ha aparecido el operario: hay que esperar a que pase un poco tormenta. Luego nos ha metido en su oficina a esperar. No es que allí hubiera mucho sitio pero por lo menos estábamos protegidos. Durante casi una hora hemos estado viéndonos los caretos sin saber muy bien qué decirnos. La que mejor se lo ha tomado ha sido la madre japonesa que, haciendo honor a la fama que tienen en su país de dormirse en cualquier sitio público - inemuri -, ha cerrado los ojos y se ha evadido de todo. Impresionante.
Cuando hemos salido del funicular no nos lo creíamos. Vaya experiencia. Y vaya día.
Nos hemos empapado de camino al hotel, pero ya nos daba igual. La ducha ha conseguido calmar los ánimos y al poco ya estábamos listos para salir a cenar.
No dejo esta vez foto de la comida (otro schnitzel, por supuesto!) sino de nuestra puerta. Es la primera vez que veo este extraño "felpudo tipo trámex" a la entrada para evitar que se ensucie el suelo de madera de la habitación. No me digáis que no tiene su encanto!
Ahora si, a dormir y a cerrar los ojos cuanto antes, no sea que alguna otra sorpresa ocurra antes de que finalice el día, jeje!
Buenas noches!!
¿Sabeis lo que más me admira de este dia? vuestra manera de afrontar los contratiempos. Es de personas inteligentes que las dificultades del momento no enturbien el resto del dia y ¡ vaya si sabeis hacerlo! Ese es un sitio muy civilizado porque por otros lares , a los cinco minutos no queda ni rastro de lo colocado en el felpudo trámex.
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