Ayer no me pareció importante comentarlo pero como hoy ha vuelto a suceder lo mismo, está claro que la anécdota es más bien una rutina. Me estoy refiriendo a unos trasatlánticos impresionantes que se acercan a la costa justo después del amanecer y que van desembarcando a sus pasajeros ordenadamente en pequeños barcos hacia la orilla (no, aquí no hay puerto - ni calado - adecuado para estas "ciudades flotantes"). El que hemos visto hoy pertenecía a la Holland America Line. Buscando un poco por internet, hemos descubierto que salió hace unos días de Montreal y se dirige a Boston (Bar Harbor es justo la penúltima escala). Qué cosas.
A las 12 salía otro barco de aquí rumbo a un punto indeterminado del Golfo de Maine para ver ballenas. Hace ya meses que habíamos comprado las entradas y estábamos muy emocionados con la idea de verlas. Como teníamos que estar una hora antes en la taquilla, hemos rellenado el tiempo esta mañana paseando por el pueblo, viendo gente, tiendas y un par de iglesias que estaban abiertas. Pero cuando hemos llegado con papel y documentación en mano, la chica nos ha dicho que ayer decidieron cancelar la salida por mal tiempo. Nos hemos quedado de piedra. Y, visto el panorama, hemos renunciado a que nos reubicaran en el barco de mañana (que, ojo, no es seguro que salga y podría obligarnos a desperdiciar otra mañana). En fin, que no ha podido ser, pero estas cosas son así de incontrolables y si por seguridad tenemos que esperar otros tantos años más para verlas, así lo haremos sin problema. Será por excusas para volver!
En pocos minutos ya teníamos organizado un nuevo plan. Y para ello, teníamos que desplazarnos hasta la parte oeste de la isla.
Sin quererlo ni esperarlo, a medio camino nos hemos encontrado con este precioso puente blanco en Somesville. Si se conduce un poco al despiste no hay tiempo de reacción para poder dejar el coche en el parking cercano, pero es posible enmendarlo: a pocos metros hay una iglesia en la otra acera con sitio de sobra. Sea como sea, creo que merece la pena disfrutar del entorno sin prisas.
El GPS casi nos la juega una vez más. Pero no es cosa de éste, sino de casi todos. Hay muchos sitios dentro de los parques nacionales (o puntos de interés en plena naturaleza) a los que no puedes acceder bien si te guías solo por el aparatito. El mapa de papel que te dan a la entrada es básico y siempre te puede solucionar muchas cosas. Lo que ya no entiendo es cómo Google Maps se las apaña para llevarte sin problema (¿?) y los GPS aún no pueden con ello. En fin, que al final hemos conseguido llegar hasta el parking de Beech Cliff. Hemos hecho una pequeña excursión para estirar bien las piernas, llegando hasta la parte superior, junto al borde del barranco y alli estado un buen rato, con buenas vistas de Echo Lake y las Cranberry Islands.
Aunque para vistas, las del plato de la cena. Nos hemos acercado hasta Tremont, otro de los pueblos de la isla, para comer, sin duda, la mejor langosta que hayamos probado nunca. OHhhhhhhHH!!!! El local se llama Thurston's Lobster Pound y es de lo más peculiar. Según entras, eliges la comida en una especie de mostrador. Ahí mismo las tienen, en agua, recién atrapadas horas antes por la mañana. Y se pueden elegir por tipo de caparazón (duro o blando) y por peso. Le hemos preguntado a la chica que estaba atendiendo y al final nos hemos decidido por dos langostas de caparazón blando de aproximadamente 1 kg cada una. Todas incluyen su correspondiente vasito de mantequilla, sus herramientas, servilleta, cubiertos... y el babero. Por supuesto. Porque si uno no va con cuidado, puede terminar como un auténtico cuadro de Pollock.
A 10 escasos minutos del restaurante, se encuentra el faro de Bass Harbor. Si alguna vez buscáis en Google imágenes del parque, fijo que aparecerá entre las primeras, porque es uno de los sitios más bonitos para ver el atardecer a estas latitudes. Eso sí, hay que tener en cuenta tanto la previsión como las horas de la marea. Esta foto de la izquierda sólo se puede hacer si coinciden (más o menos) la puesta de sol con la hora de la marea baja. Y tanto ayer como hoy esto era posible. Esperando una afluencia masiva en un parking ridículo, nos hemos ido con tiempo de sobra. Ha sido lo mejor. Y viendo dónde se colocaban los expertos fotógrafos, nos hemos acercado hasta una roca más o menos plana que estaba casi al borde de donde rompían ya las olas. Tranquilidad, que yendo con cuidado, no hay problemas. Conforme se acercaba la hora del ocaso, cada vez aparecía más gente, pero ya nosotros teníamos el mejor sitio y la mejor perspectiva.
Aunque al final las nubes se han compactado demasiado, ha sido una bonita puesta de sol. Y hemos tenido muchisima suerte con la marea!!
Hale, a dormirrrrr...!!!
P.D: "repeat after me - loooobbb... staaaaaahh!!"
P.D: "repeat after me - loooobbb... staaaaaahh!!"
En sustitución de las ballenas os habeis tomado un ballenatus-langostus de miedo! Me encanta ese puente que, si no llega a ser por la casa,diria que estais en Japón ( aunque todo llegará)
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