Así hemos amanecido esta mañana, con niebla en todo el pueblo (y quizá alrededores), como si estuviéramos de repente en pleno Noviembre. Pero, muy a mi pesar, esto es sólo una ilusión (ayudada en parte por el aire acondicionado del hotel): cuando hemos salido al coche para colocar las maletas, hemos vuelto a sentir ese calor húmedo de ayer. Casi nos da algo. Me parece que aquí en verano no hay quien aguante.
Por suerte, hemos salido pronto del hotel. Adiós calor húmedo. O más bien, hasta dentro de un rato, porque a 100 kilómetros, en el la zona centro de Massachusetts tampoco se libran de ello. Grrr...
Pero bueno, dejemos por un momento el clima y vayamos a lo interesante. Hoy queríamos ver in situ la zona donde empezó la Guerra de Independencia Americana, es decir, Lexington y Concord. Para ello, hay que ir al Minute Man National Historial Park y pasar por el Visitor Center. Un video de unos 20 minutos explica perfectamente los sucesos ocurridos aquel 19 de Abril de 1775, cuando un ejército de soldados británicos llega a Boston y tiene como objetivo apropiarse del arsenal escondido por los rebeldes americanos en Concord.
La historia resumida, sin datos cansinos y contada de manera macarrilla es un poco así: esa noche tres rebeldes marchan a caballo desde Boston para avisar a sus compinches de Concord. Aunque no son horas, ellos van gritando por todo el camino para que la gente esté atenta, rifle en mano, al paso del ejército inglés. En un cruce, dos son retenidos por una patrulla inglesa, pero el tercero consigue escapar y avisar a tiempo a sus compañeros. Todo esto ocurre sin que los británicos sepan que ha habido un soplo - ellos marchan esa noche, entrando en las casas, buscando armas ilegales, aunque obviamente no hay suerte.
Al poco de cruzar el North Bridge de Concord, los británicos se encuentran con una sorpresa: 70 lugareños armados haciendo piña y con cara de pocos amigos. Están cansados de tantos abusos e impuestos injustos. Pero la cosa se pone tensa, alguien dispara de mala manera y comienza un enfrentamiento imposible de parar. Hay bajas en los dos bandos pero, de repente, los ingleses retroceden por el puente. Es entonces cuando los lugareños se dan cuenta de que aquello era el comienzo de algo grande y que había que darlo todo para conseguir lo que ya empezaba a forjarse como la gran alternativa a los abusos: la batalla campal.
Ya sé que uno puede tener dudas sobre quiénes son los buenos y los malos en esta historia, pero una rápida búsqueda en internet nos dice que los británicos no lo estaban haciendo bien. Estaban obligando a sus colonias a pagar por la Guerra Franco-India, con impuestos injustos, sin posibilidad de comerciar libremente con otros países, sin derecho a reunirse, aguantando incluso que cualquier soldado pudiera entrar en sus casas "porque sí"... vamos, todo un despropósito que tenía los días contados. Los colonos se sentían tan británicos como sus amigos de las islas, así que no entendían esta diferenciación que les hacía sentir como ciudadanos de segunda clase.
En fin, como decía en un párrafo anterior, hay que parar en el centro de visitantes y ver el vídeo. Después, se puede hacer el camino entero hasta el famoso puente. Como es un trayecto largo de varios kilómetros, están habilitados unos cuantos parkings a los que te puedes desplazar y desde allí ver los paneles informativos y/o los edificios que fueron clave en ese momento.
Por cierto, el puente que vemos hoy no es el original, que quedó destruido tras la guerra, sino una reconstrucción que se hizo justo 100 años después para conmemorar el centenario de aquel 19 de Abril. En el centro de visitantes que hay cerca del puente se puede ver la única tabla de madera que se conserva del original.
En Lexington Road, la carretera que transcurre paralela al famoso recorrido histórico, se encuentra la casa familiar de Louise May Alcott, la autora de "Mujercitas". Es una pequeña joya conservada muy pero que muy bien, con un 80% del mobiliario original. La única pega es que al ser una visita guiada, depende mucho de quién te toque para que la experiencia resulte de una manera o de otra. También influye el hecho de haberse leído antes el famoso libro, o haber visto alguna de las películas - creo que no tiene sentido parar aquí sin saber un poco de qué va, porque hay continuas referencias a la obra.
En Concord también se encuentra el famoso cementerio de Sleepy Hollow, donde se pueden ver las lápidas familiares de Hawthorne, Emerson, Alcott y Thoreau. Conviene hacerse con un mapa en el centro de visitantes (o buscarlo por internet previamente) para no perder el tiempo e ir directamente hacia la zona donde están los autores. Yo ya había estado aquí hace años y, aunque tengo buena memoria, no recordaba cosas raras en la zona de las lápidas. Digo esto porque me ha impresionado especialmente la de Thoreau. La recordaba muy normalita y ahora me la he encontrado llena de lápices clavados. No sé qué sentido tiene esto, la verdad. A lo mejor hace referencia a alguno de sus escritos, pero no me parece serio dejar esos lápices de esa manera. Más bien parece otro de esos vandalismos suaves (por decirlo manera educada) que se ponen de moda de vez en cuando.
** Recordatorio: el cementerio permite entrar con tu propio coche y estacionarlo a pocos metros de estas tumbas.
Terminamos este sofocante día de calor en Lexington, donde nos hemos dado un homenaje gastronómico fin de viaje en el Artistry on the Green. Hemos comido, sin duda, la mejor clam chowder del viaje, unas vieiras jugosísimas y un postre de escándalo.
Viva el fin de fiestas, jeje!
En fin, ahora me pongo a pensar en que en unas horas estaremos haciendo la maleta y no necesito salir a la calle para ponerme a sudar. Uff, qué pereza y qué pena!
Buenas noches!
¡Retiradaaaa gritaron los ingleses, ¡retiradaaaa! en voz baja dicen CyP y en vez de coger el caballo cogen el vión. Enfin chicos ,todo lo que empieza acaba "viva el fin de fiestas"
ResponderEliminar