Japon 2017 - 15 NOV (dia 2)

Como ya nos habían avisado, la mejor manera de moverse por Kyoto es con autobuses, así que esta mañana hemos comprado el "One-day pass" por 500 yenes. Esta tarjeta te permite barra libre de autobuses durante todo el día. La primera vez que la usas se imprime la fecha como validación y es posible que para agilizar la bajada de pasajeros, el conductor pueda requerir sólo que enseñes la tarjeta en vez de la máquina automática. Por cierto, aquí los autobuses funciona de manera peculiar: si no tienes este pase, hay que introducir el importe exacto en monedas (230 yenes) - si no tienes cambio, hay una máquina junto al conductor para ello. Ah, y lo mejor de todo: al autobús se entra por la puerta de atrás y se sale por la de delante. Toma ya.

Para estrenarlo a lo grande, nos hemos acercado hasta la zona de Kiyomizu-dera. Se encuentra al Este y es quizá uno de los sitios más visitados (y por tanto más concurridos) de la ciudad. Pero que esto no asuste a nadie: hay tantísimo espacio que se hace muy llevadero. Otra cosa es que la foto no te quede despejada, pero resulta que es MUY TIPICO visitar la ciudad y sus templos con el traje tradicional, así que OH SORPRESA  hemos tenido una suerte loca y en casi todas las fotos salía alguien vestido "de japo"!! Vamos, que entre foto y foto, nos hemos encontrado con unos momentos espectaculares. 

Ole y ole!!

Pero volvamos al templo Kiyomizu-dera. Éste se encuentra en lo alto de una colina y el autobús te deja en la parte baja a unos 10/15 minutos andando. No está mal. 

Una vez en el recinto, se puede dar un paseo por los jardines de la entrada para luego entrar en el templo en sí. Y, cómo no, antes hay que lavarse las manos en la fuente de la entrada: primero, se coge el cazo con la mano derecha para lavar la mano izquierda y después se coge con la izquierda para lavar la derecha. 

El templo tiene una zona sagrada donde es obligatorio entrar sin zapatos. En teoría los dejas sin problema y nadie se los lleva. Al menos, conscientemente, porque seguro que un despiste lo tiene cualquiera. A mí me daba mucho agobio dejarlos (después de lo que ocurrió en Suiza con los paraguas... en fin), pero puedo asegurar que hoy nadie se ha despistado con los nuestros. De todas formas, horas más tarde hemos visto a una turista con una bolsa en un pie y eso tenía toda la pinta de mala suerte tras pasar por un templo. Toquemos madera para no tener sustos de este estilo.

Se me olvidaba: este año han comenzado las obras de restauración del templo y por eso todo visitante hasta 2020 se va a encontrar un andamio gigante de color marrón cubriéndolo todo. La verdad es que las fotos panorámicas quedan bastante pobres pero bueno, seguro que la próxima vez que vengamos tendremos la posibilidad de disfrutar de unas vistas preciosas.

La bajada del templo puede ser un agujero negro en tus planes. De repente, se abren ante tí un infinito número de tiendas de regalos y sitios para probar comida del que no sabes salir. Todo te gusta, todo te emociona. Aviso a navegantes: si os gusta brujulear, cuidadín con esta calle que os perdéis para siempre!

La verdad es que el día acompañaba bastante para pasear (incluso ha habido un momento que teníamos un calor impresionante). Por eso nos hemos dejado llevar por las preciosas calles de Nene-no-Michi, Ishibei-koji y alrededores. También hemos visto un poco los jardines de Kodai-ji, donde había bastante ambiente de lugareños. 

Terminamos el paseo en la zona de Gion, donde hemos visto una Geisha (!!!) a la que hemos fotografiado sólo por detrás y muy rápido. Luego hemos cenado en Itoh, un restaurante un tanto escondido pero que ofrece una tranquilidad y un trato más que estupendos. Aunque uno de sus platos estrella es la ternera de Kobe, hemos decidido dejarlo para otra ocasión (y en su sitio) para probar una espectacular carne wagyu (también raza japonesa pero sin tantos mimos en la elaboración)

Ahora a dormir. Konbanwa!! 

2 comentarios:

  1. Jeje aquí lo de los zapatos en la entrada sería visto y no visto ¡ a la vuelta todos descalzos! A Kobe le decian la ciudad sagrada ¿por qué?

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  2. Porque en Kobe van todos descalzas, obvio! 😜
    Llevo un rato imaginando como puede ser lo de pagar el bus con monedas, yen a yen hasta los 230, seguro que das tres vueltas a la linea antes de acabar! 😂

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