Atención, pregunta: ¿quién no recuerda el nombre del oso de la foto?
Casualmente, a las afueras de Estes Park se encuentra este camping Jellystone Park de temática familiar, con muchas actividades para niños, y preparado para que lleves tu autocaravana, alquiles allí una o decidas quedarte en alguna de sus cabañas de madera. Está todo pensado. Ya lo vimos el primer día desde el coche y nos pareció gracioso, pero hoy hemos parado un rato para hacer unas cuantas fotos. Por cierto, no es exclusivo de aquí, sino que hay varios por todo el país.
Pero bueno, esto no es más que un pequeño caramelo para endulzar nuestra despedida de las Rocosas. Qué pena. Y qué rápido se nos ha pasado este paréntesis vacacional.
Aconsejados por un familiar, hemos parado un rato en Boulder, para pasear por su campus universitario. Tampoco teníamos mucho tiempo, pero sí nos hemos fijado en su privilegiada situación y en las vistas que tiene de las Flatirons, una formaciones rocosas a modo de plancha antigua de hierro que están muy cerca de la ciudad.
Pero para formaciones rocosas, las que hemos visto en el Red Rocks Amphitheatre cerca de Morrison (a unos 16 Km de Denver). Se trata de un entorno privilegiado para conciertos al aire libre, conocido desde hace más de un siglo, aunque modernizado y preparado para el gran público desde 1941. Aquí han tocado muchísimos grupos y su acústica es perfecta para un concierto al aire libre. Hoy precisamente había uno, así que parte del acceso al recinto estaba cortado (pero nos ha venido estupendamente para hacer fotos sin gente, jeje!). Por cierto, por más que lo hemos intentado, es muy complicado hacer una foto donde se vea bien el entorno del anfiteatro, pero bueno, quien esté interesado puede pinchar AQUI y ver más perspectivas.
En la parte baja del anfiteatro, junto a la Trading Post, se encuentra la estatua de John Denver, una de las más emblemáticas del estado. El cantante, al poco de tener éxito, dejó su pueblo natal y se mudó a Aspen (Colorado) y desde allí, además de componer canciones, comenzó poco a poco a dedicarse en cuerpo y alma a labores humanitarias y de conservación de la naturaleza, fundando incluso un grupo ecologista. La verdad es que no podían haber elegido mejor sitio para dedicarle esta estatua.
Hemos continuado el camino hasta Denver, para devolver el coche en la empresa de alquiler (ohhh, qué pena...) y luego llegar al hotel. Tras dejar los trastos y demás, nos hemos ido a cenar al restaurante Panzano. Hemos tomado chuletas de cordero, con sus verduritas, champiñones y (ojo!) croquetitas de foie (!!!), acompañadas de una pequeña cazuelita de patatas asadas al romero (ver FOTO) que estaban de escándalo.
No se puede terminar mejor el viaje!
Ahora a descansar, que mañana nos toca el laaaaaargo viaje de regreso. Buenas noches!
Qué bonita la canción , no es la primera vez que la oigo pero no sabia el nombre . ¡Preciosa! En esa época me pedian el DNI con frecuencia!
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