Aprovechando que la prevision era buena para hoy, hemos decidido apostar por la visita estelar del viaje: el glaciar Aletsch. Desde Interlaken, hay que pasar por la zona del valle, subir y bajar un puerto y llegar hasta Fiesch, que es el pueblo mas cercano. Lo que nunca imaginamos es que este viaje de 80 minutos pudiera convertirse en algo tan bonito.
Para empezar, nos topamos con la cascada de Oltschibach, cuya peculiaridad reside en ser mas o menos la parte trasera del aeródromo de Meiringen!! En la foto se puede ver la impresionante caida que tiene y los edificios delanteros ya pertenecen al aeródromo y a algunos negocios particulares.
La subida al Grimselpass (Puerto de Grimsel) nos estaba maravillando de manera insospechada, tanto que la cámara no paraba de hacer fotos. Y en un arranque de entusiasmo, hemos decidido parar junto al Gelmersee (un lago junto a la carretera), pero hacía tanto tantisimo viento que al abrir la puerta del coche casi nos la arranca de cuajo. Ha sido un verdadero milagro que la pobre puerta volviera a cerrarse (de hecho, está desencajada y hay que dar un golpe fuerte para que mas o menos vuelva a su sitio). A ver qué nos dicen el miercoles cuando lo devolvamos, porque da miedito sólo pensarlo!!
Este incidente nos ha bajado un poco los ánimos y hemos llegado a Fiesch algo confusos. Ademas, las circunstancias nos obligaban a pillar el teleferico hasta la cima (y no hasta la mitad, como habíamos planeado). Vamos, que todo parecía estar en nuestra contra...
... hasta que hemos visto esto:
Y como por arte de magia, todos nuestros males han desaparecido.
¿Qué tendrá este glaciar que tanto hipnotiza? Es algo que no se puede describir con palabras. Uno se podría pasar horas y horas contemplandolo y nunca llegaría a cansarse. Todo está en silencio, a excepcion de un ligero sonido del viento junto a las montañas.
Justo en la cima del Eggishorn (2869m), donde nos ha parado el teleferico, hay un pequeño restaurante con vistas al glaciar donde hemos tomado una magnifica sopita y una especie de plato local a base de patatas. La anécdota del día (además de la puerta del coche) ha sido que el camarero es de Baza (Granada) y lleva ahí trabajando como 10 años!! Ya es casualidad que el único paisano que hemos encontrado hasta ahora sea éste y justo haya sido en este sitio!!
Con las energías cargadas de nuevo, nos hemos animado a hacer una ruta de 3 horas, que empieza justo detrás del restaurante. Una ruta cuya primera media hora se basa principalmente en rocas y rocas apiladas de dificil acceso (VER FOTO). Despues se anima aún mas con senderos resbaladizos, rocas movibles y una inclinación de vértigo. Afortunadamente, todo está muy bien señalizado y el hecho de que hubiera mas gente haciendo la misma ruta, nos animaba a continuar.
Nuestra idea era caminar hasta el funicular de Fiescheralp (2212m) antes de que bajase la última cabina (en esta época del año hay límites bastante restrictivos de horario), asi que hemos tenido que acelerar un poco el ritmo, especialmente en la segunda mitad de la caminata. Tambien hemos acortado buena parte del trayecto gracias a un tunel que atraviesa un trozo de montaña. Por cierto, se supone que se tardan 25 min desde un lado a otro, pero entre el frio que teniamos dentro (salia muchisimo vaho!!), la humedad, los charcos de agua, barro, y la mala iluminacion del mismo, hemos terminado en 15 min, haciendo incluso fotos. Toda una experiencia, sin duda!!
Al llegar al parking a las 5:15pm no nos podíamos creer el dia tan completo que habíamos tenido. Ya daba igual la puerta del coche: sólo el haber podido estar frente al glaciar, es un esfuerzo que merece la pena siempre.
:)