Hola Sr. Sol!! Cuánto tiempo!!
Único día de la semana en el que no hay que cargar con el chubasquero y casi ni nos lo creemos. Así que hemos aprovechado la amplitud y variedad de rutas que ofrece el Valle de Estós y hemos pasado una jornada realmente intensa y espectacular.
Desde el parking de Estós hasta que comienza realmente la ruta hay que andar casi una hora por un camino ancho con algunos tramos de hormigón. Aunque hemos llegado pronto, había más gente que otros días y, por un momento, hemos pensado que podríamos ser testigos de otra masificación como la que tuvimos hace un par de meses en Ordesa. Afortunadamente, el camino hasta el ibón no es para todos los públicos y, tras la señal de desvío, nos hemos quedado más tranquilos.
Es entonces cuando hemos valorado más que nunca tener unos bastones, porque la subida está llena de piedras y es bastante exigente.
Pero el regalo llega tras el esfuerzo y, con un día tan soleado, el ibonet de Batisielles se convierte en un pequeño paraíso rodeado de montañas. Precioso!!
Mucha gente decide quedarse aquí a descansar pero, si aún quedan fuerzas, recomiendo sin duda subir hasta el ibón de Escarpinosa.
Esto supone añadir unos 45 minutos más de subida pero el paisaje, las vistas y los saltos de agua que se pueden ver son una auténtica maravilla.
El último tramo de rocas hasta el ibón es sin duda el más duro. “Está ahí, justo ahí”, nos ha dicho otro excursionista. Y cuando lo hemos visto nos hemos quedado sin palabras. Llegar hasta los 2025m de altitud ha merecido la pena y mucho!!
Hemos aprovechado un buen rato para comer, reponer fuerzas y, de repente, nos hemos dado cuenta de que este lugar no tiene nada que envidiar a muchas excursiones que hemos hecho en parques extranjeros. Definitivamente, este valle tiene algo muy muy especial para todo aquel al que le guste caminar entre montañas.
Nueva sección de “Flora y fauna de la excursión”. Aunque no será tan curiosa como ayer, entre otras cosas, porque Google no ha afinado tanto en su búsqueda. Pero bueno, aquí dejo un saltamontes a rayas, una mariposa “Issoria lathonia” - que en breve iniciará su migración -, un haya y un grillo macho.
Terminamos la jornada con jamón ibérico, pinchos y vino de Somontano. Todo buenísimo. Qué mejor manera de despedirnos gastronómicamente de estas montañas y este valle tan increíble.
Buenas noches!!
Zzzz...