Chicago 2023 - 28 SEP (día 10)

 

Después de pasar días mimados por la tranquilidad de los parques y la naturaleza salvaje, se nos ha hecho muy raro (y hasta incómodo) dormir esta noche. El centro de las grandes ciudades de este país no descansa ni un sólo minuto y si el edificio no está bien insonorizado puede llegar a ser molesto. Por suerte teníamos en mente desayunar en Yolk, un local que conocimos en un viaje anterior, y hemos podido calmar nuestras penurias nocturnas rápidamente. Lo que se ve en la foto es el “cheesy egg sandwich” al que se le han cambiado las patatas por fruta (gracias a la sugerencia de la camarera!) y ha sido toooodo un acierto. Qué rico, por favor!

Con las maletas ya cerradas y preparadas, nos hemos ido a dar un paseo por la zona del Millenium Park. Hemos hecho bastantes fotos aprovechando que había poca gente (viva el jueves laborable!) aunque nos hemos quedado con las ganas de pillar el famoso Cloud Gate despejado. Como bien se ve en la foto ahora mismo se encuentra de obras y estará así - al menos - hasta primavera de 2024. Pues nada, habrá que esperar hasta la próxima, qué le vamos a hacer!

Un rato después ya estábamos de nuevo en O’hare con todo su jaleo de gente alrededor. El embarque ha sido rápido aunque nos notábamos algo apagados por esa mezcla extraña entre cansancio y tristeza (lo de todos los viajes, obviamente).

Despegue, comida, película, cabezada, cabezada y aterrizaje: pasos conocidos para un viaje que siempre se pasa rápido y del que cuesta desprenderse durante las siguientes horas. Va a ser muy complicado esta vez por haber sido un viaje tan variado y tan educativo. 

En fin, ahora a deshacer la maleta, colocar cosas y recopilar fotos. Casi nada. A ver si no se nos hace bola la espera hasta el siguiente viaje!

:)


South Dakota 2023 - 27 SEP (día 9)

Esta mañana mientras desayunábamos hemos mirado por última vez la cascada que nos ha acompañado durante toda nuestra estancia en Custer. Relajante, bonita y siempre con alguna pequeña ardilla que intenta saltar por lo sitios mas insospechados para activar nuestra agudeza visual. Da mucha pena dejar todo esto pero hay que volver a casa.

El aeropuerto de Rapid City es pequeñito y aquí sus trabajadores son muy amables. Precisamente cuando hemos pasado el filtro de seguridad nos han hecho un par de comentarios muy graciosos. Y la dependienta de la tienda de recuerdos, una abuelita muy simpática, al enterarse de que volvíamos a casa en España se ha quedado alucinada (no sé si por lo lejos que estaba o porque le parecía un destino muy exótico). 

También hemos picado un poco antes del vuelo (no ha sido la mejor comida del mundo pero nos ha hecho un buen apaño). Y, como en todos los aeropuertos de este tamaño en este país, hemos salido muy puntuales. A bordo nos han ofrecido de nuevo bebida con snacks mientras podíamos ver las películas del servicio de entretenimiento. Aunque por la ventanilla las vistas también eran muy entretenidas: lo que se ve en la foto es uno de los meandros del Rio Missouri que separa dos  reservas Sioux: Lower Brule y Crow Creek. Una chulada!

En el aeropuerto de Chicago nos hemos despedido de nuestros amigos. Ellos tenían aún una hora de escala hasta el siguiente vuelo. Con la promesa de vernos en un próximo viaje nos hemos dado un súper abrazo tremendo.  Va a ser raro mañana no compartir trayecto en coche después de desayunar.

Recordatorio: Trayecto CTA Blue Line Aeropuerto - Chicago Downton 5$/persona

Hace 4 años (antes del jaleo pandémico) pisamos la ciudad también como enlace a otro parque y, visto lo visto, aquí sigue todo igual: mucho coche, mucha gente y el típico ruido de ciudad gigante estadounidense. Hemos querido cenar en el restaurante del hotel y, cuando nos han dicho que teníamos que esperar 45 minutos para cenar, casi nos da algo. Si es que venimos con el chip rural y esto no puede ser! 

En fin, a ver si podemos descansar con todo este ruido de fondo que tenemos. 

Buenas noches!!


South Dakota 2023 - 26 SEP (día 8)

¿Alguien recuerda aquel anuncio de BMW en el que preguntaban si “te gusta conducir”? Pues eso es lo que te viene a la cabeza una y otra vez cuando estás al volante en las famosas carreteras escénicas del Custer State Park. Y es que… son tan anodinas que conducir por ellas se convierte en toda una experiencia: curvas cerradísimas, túneles súper estrechos, miradores que quitan el hipo y un montón de pedruscos enormes que decoran todo de manera casi surrealista. 

Pero no todo se reduce a esto: hay que estar atentos por si aparece algún lugareño del parque, es decir, algún animal salvaje. En nuestro caso hemos tenido muchísima suerte porque hemos visto un águila calva (bald eagle), carneros de las Rocosas (bighorn sheep) y… cabras de las Rocosas (mountain goat). Éstas últimas son dificilísimas de ver pero hemos tenido la suerte que no tuvimos en el Glacier NP y una madre con su cria nos han sorprendido en pleno trayecto por la Needles Highway. Han sido unos minutos increíbles haciendo mogollón de fotos y videos. Qué suerte, por favor.

También se han alineado los astros al poder dejar el coche en el pequeño parking que hay junto al comienzo del Cathedral Spires Trail (que, no yendo a primera hora, en principio podría haber estado muy complicado). Así que hemos hecho esta ruta increíble rodeados de todo ese paisaje de granito que recuerda a las agujas de las catedrales góticas (de ahí su nombre). Una vez más el cartel de inicio avisa de las “condiciones extenuantes” que te puedes encontrar pero, teniendo una condición física normal, el camino es bastante llevadero y muchas veces lo más complicado es subir entre rocas, como si fuesen escalones. Muy recomendable.

Tras hacer una parada técnica para comer en un mirador muy chulo, hemos continuado por la carretera hasta el centro de visitantes del parque. Allí la casualidad ha querido que podamos ver un video presentación del mismo (narrado por Kevin Costner - tendrá que agradecer de por vida haber aceptado aquel papel en “Bailando con lobos” -). Una maravilla de imágenes, de verdad. Cómo me gusta este parque!!

Hemos seguido después por la Iron Mountain Road, con sus divertidas curvas surrealistas a modo de scalextric, para pasar junto al Monte Rushmore y así poder completar el trozo de Needles Highway que nos faltaba hasta Sylvan Lake. Hemos aprovechado para dar una vuelta por el lago para estirar las piernas después de tanto rato de coche y creo que ha sido el broche perfecto para terminar el día. Esta zona es taaaan bonita que podrías quedarte horas mirando sólo el color del agua junto a los grandes pedruscos que parecen flotar sobre él. Increíble.

Y otro buen broche para terminar el viaje ha sido la super cena en Skogen Kitchen. Resulta que tenemos el mejor restaurante de Dakota del Sur en este pueblo!. ¿Hace honor a su clasificación? Es muy probable, porque hemos comido muy muy bien. Lo que se ve en la foto son unas vieiras (nos encantan los enormes scallops de este país) que estaban espectaculares. Nos hemos dado un homenaje en toda regla!

Ahora a descansar, que mañana toca hacer la maleta y la primera escala de la vuelta. Uffff

Buenas noches!


South Dakota 2023 - 25 SEP (día 7)

Hemos dejado para hoy lunes la visita al archiconocidisimo Monte Rushmore para evitar, entre otras cosas, las multitudes de turno. El monumento está bien preparado para ello, con varias zonas de parking bien señalizadas (al módico precio de 10$ por coche/día) y zonas amplias por todos lados. Vamos, no me quiero ni imaginar lo que tiene que ser esto en fines de semana, festivos o verano. 

Una vez dentro, pasado el centro de información y después la tienda de regalos y cafeteria, se llega a la Avenida de las Banderas. Como es la primera parada para hacer fotos, tooooodo el mundo se apelotona allí. Es difícil conseguir una toma sin gente. Por eso lo mejor es seguir hasta el fondo, junto el anfiteatro, y allí no habrá problemas. 

Recordatorio: mejor la visita por la mañana para que las fotos no tengan sombras indeseables y se vean bien las caras.

Bajando por las escaleras de la derecha se llega al Scultor’s Studio, donde cada hora hay una pequeña charla sobre la construcción del monumento. Se puede ver una maqueta enorme de cómo iba a ser el proyecto final - también descubres que la falta de dinero y las malas condiciones de las rocas pusieron punto y final a los trabajos -. Y saliendo del edificio empieza una subida con varios tramos de escaleras correspondientes al Presidential Trail. Los carteles de aviso de “subida extenuante” (como ya vamos viendo en todos lados) son bastante exagerados: se puede hacer perfectamente, parando en diferentes momentos para hacer fotos. Por cierto, el camino es circular asi que, si alguien no se ve con fuerzas o no le apetece subir escaleras, podría hacerlo en sentido contrario y terminar bajándolas.

Después de comer (y la obligada parada en la tienda de regalos) nos hemos acercado hasta Crazy Horse Memorial, el impresionante monumento dedicado al gran guerrero Caballo Loco que pretende ser la respuesta al Monte Rushmore por parte de los nativos americanos. A principio de los años 40 el jefe indio Henry Standing Bear se puso en contacto con el escultor Korczak Ziolkowski (que había ganado varios premios y había trabajado también en el Monte Rushmore). No sería hasta 1947 cuando por fin comenzaron las primeras voladuras en la montaña elegida. Y hasta la fecha los trabajos van muy lentos porque, entre otras cosas, los primeros 9 años era un proyecto en solitario y porque sólo se financia con aportaciones privadas y donaciones. 

La entrada al recinto depende de los pasajeros de cada coche. Nosotros hemos pagado 35$ por ser cuatro. Y lo primero que se ve es un video explicativo muy interesante sobre el proyecto. Tras terminarlo, se puede visitar la enorme exposición de cultura y artesanía perteneciente a los nativos americanos. Los sentimientos encontrados hacia todo lo ocurrido en estas tierras empiezan a florecer bastante rápido pero los que hoy estamos aquí no somos los culpables obviamente. 

Me da pena pero dudo mucho que pueda ver alguna vez esta escultura terminada. Quizá en varias generaciones se consiga y así se pueda completar la visión que tuvo el gran jefe Lakota Henry Standing Bear.

En fin, terminamos el día en un restaurante que, sinceramente, deberíamos haber probado antes porque nos ha dejado muy buena impresión: Sage Creek Grille. Hemos probado varios pescados y todos estaban espectaculares. No han faltado las risas y los chascarrillos diarios, así que no está mal para coronar este día tan intenso.

A ver qué tal se porta hoy el jet lag pero… como siga así, mejor mantenerlo porque no me va a quedar margen para recuperarme!

Buenas noches! 

Zzzz…

South Dakota 2023 - 24 SEP (día 6)

Justo al sur de Custer State Park se encuentra el Parque Nacional de Wind Cave. El parque tiene bajo su superficie una extensísima red de túneles de (hasta la fecha) 248km. Y su nombre se debe a que la cueva regula su presión como si pudiera respirar creando corrientes de aire por los diferentes accesos a la misma. Además contiene muchísimas formaciones llamadas “boxwork” (reticulado). Sí, la verdad es que tiene un atractivo muy especial. Sólo que no hemos podido verla porque… en estos momentos siguen reparando el ascensor que permite visitarla. Una auténtica pena!

De todas formas, el parque permite hacer excursiones en su superficie. Hemos aprovechado para hacer una ruta circular gracias a las conexiones entre tres trails: Centennial (6), Highland Creek (7) y Lookout Point (4) - los números entre paréntesis corresponden al número asignado a cada ruta y que pueden verse en pequeños postes de madera a lo largo de cada una de ellas -. Por cierto, la primera de ellas, Centennial Trail, comienza justo aquí y atraviesa las Black Hills a lo largo de 200km. 

Los avisos eran ciertos: ojo que los animales están por todos lados y hay que mantener la distancia. A los pocos minutos de comenzar la excursión nos hemos topado con un bisonte enorme. Estaba comiendo tranquilamente así que con mucho sigilo hemos continuado el camino. Pero lo más gracioso ha sido la segunda parte del trayecto porque hemos atravesado una zona llena de perritos de las praderas (lo que se conoce como prairie dog town). Muchos nos miraban con cautela, otros directamente se cruzaban, otros hacían un sonido característico de aviso. Nos hemos hinchado a hacer fotos y videos como si no hubiera un mañana. Sólo por estas cosas ya hemos compensado el no poder ver la cueva.

Tras comer algo en la zona de picnic del centro de visitantes del parque (con la inesperada visita de un ciervo hambriento) nos hemos acercado hasta Hot Springs para ver otra de esas rarezas que sólo la casualidad puede sacar a la luz. Mammoth Site es un yacimiento de huesos de mamuts que te deja con la boca abierta desde el primer minuto. En los años 70 un emprendedor compró un terreno para construir un complejo de casas y, al empezar con el movimiento de tierras, salieron ya los primeros huesos enormes de mamut. Tras paralizar los trabajos y analizar lo que iba saliendo, decidieron dedicar la zona a la extracción y exposición, techando el yacimiento y convirtiéndolo en museo donde aún hoy siguen trabajando.

¿Cómo es que hay tantos mamuts apilados en el mismo sitio? La respuesta está en la aparición en algún momento de una dolina que se terminó llenando de agua. Los animales más grandes de hace 140.000 años eran los mamuts que, sedientos, acudían a esta charca improvisada. Pero no todos estaban ágiles, así que algunos se terminaban cayendo en ella quedando atrapados para siempre. Qué cosas, verdad? Seguro que habrá más dolinas aún por descubrir en otras zonas del planeta.

Terminamos el día cenando en Captain’s Table, el típico bareto que sirve comidas que se puede ver en las películas. La camarera es amiga del recepcionista del hotel así que nos ha tratado con bastante gracia. Y la comida estaba muy buena. 

En fin, hoy estamos algo más cansados por haber hecho la excursión. Creo que vamos a caer en nada y menos.

Buenas noches…

South Dakota 2023 - 23 SEP (día 5)

A 15 minutos escasos de Custer se encuentra Jewel Cave, una maravilla de la naturaleza que se descubrió en 1900. Es importante pillar la entrada con tiempo (suelen estar disponibles con un mes de antelación) porque la única manera de verla es mediante un tour guiado y suelen llenarse con bastante rapidez. Al llegar hay que validar la entrada en la taquilla y dejar todas las cosas en el coche porque… sólo se puede bajar con la cámara de fotos (ni comida, bebida, bolsos, etc). Además hay que estar en forma porque habrá que caminar por pasarelas metálicas, caminar agachado en varios tramos y subir / bajar 734 escalones en total. Pero… merece muchísimo la pena!! La temperatura de 9ºC se mantiene constante en toda la cueva - en nuestro caso, que teníamos 6ºC en el exterior, nos ha parecido que se estaba muy bien, jaja! 

Al salir de la cueva, muy emocionados, hemos aprovechado que por fin había salido el sol y hemos comido algo en la zona de picnic de la entrada. Y luego nos hemos puesto en marcha para visitar Custer State Park, un parque que, si no se hubiera adelantado el propio estado de Dakota del Sur, se habría convertido en otro parque nacional. Tras hacer parada en el centro de visitantes hemos hecho la ruta en coche más popular del parque con la esperanza de ver bisontes. Pero durante varios minutos todos los esfuerzos han sido en vano. De hecho, nos hemos metido por un pequeño desvío para ver mejor los puntitos oscuros que se veían a lo lejos y… unos cuantos burros salvajes nos han sorprendido bloqueando el camino y saludándonos con demasiada efusividad.

Afortunadamente poco después hemos visto cientos de bisontes pastando muy cerca de la carretera. Ha sido increíble. Hemos hecho fotos hasta aburrirnos. Nosotros ya habíamos visto lo grandes que son en Yellowstone pero nuestros amigos estaban alucinando porque era la primera vez que veían tantos y a una distancia perfecta para hacer fotos. Creo que ya no vamos a tomar hamburguesas de bisonte en una temporada muuuuy larga. 

Esta noche hemos cenado en “Beggin Burro”, un mexicano donde hemos comido estupendamente. Debemos de ser pocos los españoles que pisamos por estos pueblos perdidos porque cada vez que les decimos de donde venimos la sorpresa es tremenda. Lo que se ve en la foto es un cocktail “Gummy Margarita” y, efectivamente, lo que se ve en el borde del vaso es una gominola!

En fin, hora de dormir. 

Jet lag… pórtate bien hoy!



South Dakota 2023 - 22 SEP (día 4)

Lluvia y mucha. Esa era la previsión para hoy. Y como tenemos que seguir con nuestra ruta fijada, no había forma de cambiar de planes. Así que hemos cruzado los dedos y, confiados en que las nubes nos dejaran algún hueco, nos hemos puesto en marcha hacia el Parque Nacional de Badlands con la misma energía que en días anteriores.

Pero justo antes hemos hecho una parada en Prairie Homestead, un asentamiento típico de esta zona construido en 1909. Utilizando madera y barro, este humilde hogar suponía una oportunidad para sus habitantes de buscar un futuro mejor en una zona casi despoblada tras la marcha (forzada) de los nativos americanos. Opiniones aparte, merece la pena dedicarle un rato a esta visita tan interesante. Por cierto, aquí se pueden ver muchos perritos de las praderas (y muchos de ellos son blancos - una rareza única - )

La visita a Badlands NP es bastante sencilla: conducir por la carretera principal e ir haciendo paradas en los diferentes miradores. Aunque también se puede hacer alguna pequeña ruta: The Door Trail permite caminar entre las formaciones rocosas del parque gracias a una guía de 12 postes amarillos perfectamente señalizados (en la FOTO se puede ver uno hacia la izquierda ampliando bien la foto). Por cierto, el camino es bastante seguro ya que las zapatillas se adhieren bien a las rocas que,  a pesar de su apariencia, tienen una superficie muy áspera. 

Pero este parque tiene algo muy especial que no se puede encontrar en ningún otro: bajo su inhóspita apariencia se encuentra uno de los lechos fósiles más importantes del mundo. Y es que lo que hoy es sólo piedras y tierra, en su día era el fondo de un mar que atravesaba el país de Norte a Sur. Y aquí habitaban muchas especies marinas aunque, conforme iba desapareciendo el agua, otros animales terrestres iban ocupando el terreno. En el centro de visitantes Ben Reifel hay un laboratorio encargado de limpiar y clasificar todos los restos fósiles que van apareciendo poco a poco. De hecho, animan a los visitantes para que, si encuentran alguno, hagan foto, registren su localización y den aviso (sin tocarlo ni moverlo) y así el personal del parque se encargue de ellos. En la FOTO se puede ver la mandíbula de un “oreodonte” (antepasado del cerdo actual).

Justo cuando estábamos en el centro de visitantes nos ha pillado la lluvia con toda su intensidad. Incluso con truenos. Así que hemos comido en el coche como unos campeones. Afortunadamente el viento se ha llevado la actividad de las nubes a otra zona y hemos podido continuar el camino (a ratos con capucha, a ratos sin ella) haciendo fotos y disfrutando del parque. Además hacia el final ha salido el sol - qué alegria! -. 

Hemos salido del parque en dirección a Custer, nuestra siguiente parada. Se nos ha hecho un poco pesado el trayecto de 90 minutos. Al bajar del coche nos hemos espabilado rápidamente: 11ºC!!! Se nota que ya estamos en las Black Hills de nuevo. Y para cenar, siguiendo las recomendaciones que nos han dado en recepción, hemos ido a “Mt Rushmore Brewing Company”. Aquí, además de cervezas locales, hemos probado lo que se ve en la foto. No, no es un simple sandwich: es una salchicha de conejo, cerdo y… serpiente de cascabel (!!!). Tremendo. Y su sabor? Difícil de explicar pero no me ha dado la sensación de algo raro. Supongo que el porcentaje de serpiente será bajo, pero vamos, creo que es peor pensarlo que comerlo en sí. 

Hale… buenas noches!!


South Dakota 2023 - 21 SEP (día 3)

Deadwood quizá sea la población más famosa de las Black Hills. Gracias a la espectacular serie de la HBO, nos hemos empapado de sus comienzos como enclave estratégico y de sus míticos personajes históricos (Wild Bill Hickok, Calamity Jane, Charlie Utter, Seth Bullock, E.B. Farnum, Al Swearengen…). Poco queda ya (afortunadamente) de aquellas calles sucias y embarradas, de aquellos días duros en los que la búsqueda de oro atraía a miles de personas a unas colinas arrebatadas de muy mala manera a los nativos americanos. 

Hoy este pueblo está protegido como enclave histórico y las casas de sus dos calles principales, turísticas a más no poder, están hechas de piedra y ladrillo: tras un grave incendio a los pocos años de su fundación en 1876, sus habitantes decidieron apostar por materiales que les diesen más tranquilidad ante futuros imprevistos. Además las calles están adoquinadas. Por cierto, la escasa presencia de coches particulares hacen que las fotos queden preciosas. 

Recordatorio: para evitar problemas, es mejor dejar el coche en el Deadwood Welcome Center. Desde allí, se puede ir andando sin problema al centro del pueblo.

Es buena opción apuntarse a un tour histórico para disfrutar mejor de la visita. Siguiendo las indicaciones que nos han dado en el Welcome Center, hemos elegido “Ride Deadwood”, cuyos autobuses salen desde el Deadwood History & Information Center. Lo bueno es que en el precio está incluida la visita al cementerio Mount Moriah (que está en la parte alta). Allí se puede bajar y fotografiar las dos tumbas más famosas (Wild Bill Hickok y Calamity Jane) mientras las explicaciones del guía de turno completan mejor el contexto. Como ya sospechábamos (por lo que habíamos visto en la serie de TV) este cementerio no es el enclave original. En un momento dado, hubo necesidad de expandir el pueblo y hubo que mover el cementerio a una zona aún más arriba en la colina. 

Recordatorio: todas las tumbas miran hacia determinados sitios… excepto la del sheriff Bullock, que mira hacia Deadwood. Además, está en la zona más alta del cementerio, como queriendo vigilar mejor todo lo que ocurre allí. 

Entre tiendas y locales, nos ha entrado el hambre y hemos entrado en el mítico “Saloon N.10”. Para los que no sepan la importancia de este sitio: aquí es donde Wild Bill Hickok, uno de los mejores pistoleros de la época y antiguo sheriff, fue asesinado por la espalda mientras jugaba tranquilamente una partida de poker. El local tiene dos plantas: en la de abajo, un bar enorme decorado con mogollón de fotografías históricas muy interesantes (y donde se representa todos los días el asesinato del mítico personaje); en la planta de arriba - se accede desde otra puerta en el exterior - está el restaurante donde hemos comido unas hamburguesas de bisonte buenísimas. Nuestros amigos no habían probado esta carne antes y se han quedado realmente sorprendidos. 

Tras hacer las últimas compras y fotos, nos hemos acercado hasta el pueblo vecino, Lead, donde se puede visitar lo que queda de una enorme mina de oro. Bueno, más bien se puede ver desde el centro de visitantes del Sanford Lab Homestake. La visita es gratuita y dentro se puede ver una exposición de la historia de la mina y del laboratorio experimental que hoy hay bajo ella (a casi dos kilómetros de profundidad!!!) donde se estudia el comportamiento de los neutrinos de la materia. Nosotros somos de letras y nos ha encantado, pero seguro que al que sepa cositas de física le va a flipar este sitio. 

Por cierto, ¿no es extraño que un laboratorio tan importante a nivel nacional esté justo en este pequeño pueblo perdido en medio de las Black Hills? Los lugareños también lo piensan… y sospechan que hay algo oculto en todo este asunto. 

Dejamos las Black Hills para acercarnos a la zona más desértica del estado y durante todo el camino no dejábamos de admirar lo impresionante que resultan estas grandes llanuras americanas. En mi caso, me imaginaba por momentos siglos atrás cuando todo estaba lleno de bisontes, pastando tranquilamente, mientras algún cazador nativo esperaba el momento perfecto para darle caza. En fin… qué triste historia la de esta zona.

Hemos cenado ligero en Wall, SD, mientras comentábamos la cantidad de cosas que habíamos visto hoy. Pero ahora mismo estoy que me caigo. Maldito jet lag!

Zzzz…




South Dakota 2023 - 20 SEP (día 2)

Si ayer saludaba con efusividad la vuelta a los viajes al otro lado del charco, hoy me tengo que contener ante los efectos indeseables del jetlag. Cuando he abierto los ojos y me he dado cuenta de la hora que era casi me da algo. Los intentos de dormir han sido unas risas así que, con gran estoicismo, me he levantado a preparar el itinerario de hoy. Lo sé, es una ventaja envenenada, pero poco más se puede hacer!

Más ventajas del jet lag: puedes llegar al aeropuerto prontito sin ningún esfuerzo para pillar el vuelo al siguiente destino. El shuttle nos ha dejado en la Terminal 1 del Chicago O’Hare y, aunque se notaba que había jaleo de gente, hemos pasado el control bastante rápido. Y en cuanto al vuelo… una maravilla. United ofrece un pequeño snack con bebida mientras ves alguna película de su catálogo gratuito. Así que un trayecto de dos horas y media se hace muy muy bien.

El aeropuerto de Rapid City es pequeño y acogedor. Se nota que la moqueta hace bien su papel. Hemos pillado el coche de alquiler (un SUV espectacular - como el de Colorado? -) y nos hemos ido hasta el hotel donde nuestros amigos T&A nos estaban esperando con los brazos abiertos. Han pasado cuatro años desde nuestro último viaje por estas tierras y había muchas ganas de ponerse a ver cosas. 

Y para comenzar bien, nos hemos acercado hasta el centro para ver algo único en esta ciudad: las estatuas a tamaño real de todos los presidentes del país. En el espacio de un par de calles largas (Main St y St Joseph St), en cada esquina de cada manzana se puede encontrar una estatua. Aparentemente no están en orden lógico (o al menos yo no se lo he encontrado) y, de momento, hay 43 (Obama es el último). Leí que en 2021 comenzaron con el trabajo del presidente 44 así que no debería tardar mucho en aparecer por ahí y, con respecto al último, el actual presidente 45, imagino que hasta que no termine su mandato no se pondrán con él. En la foto… Kennedy.

Después de hacer una parada técnica en un restaurante mexicano de la zona, nos hemos ido hasta uno de los lugares más famosos de la zona: Devils Tower. Desde que vi en su día “Encuentros en la tercera fase” siempre he tenido una fascinación especial por esta formación de rocas volcánicas y por fin hoy he podido verla en directo. Además hemos tenido dejando el coche junto al centro de interpretación y desde allí hemos hecho una ruta que rodea la torre. Había carteles avisando de serpientes cascabel, pero los únicos animales que hemos visto son buitres sobrevolando el monumento y unos simpáticos perros de las praderas en el camino de vuelta. Mejor así, definitivamente.

Esta noche dormimos en Hulett, a unos 10 minutos de Devils Tower. No hay gran cosa que ver en este asentamiento “in the middle of nowhere” pero sí se puede cenar decentemente en “77 Steakhouse and Saloon” que está en la parte alta del pueblo, junto al campo de golf. Nos han puesto unos platos generosos de comida y todo estaba buenísimo - pero costaba terminárselo todo! -. Por cierto, en este local estaba la bandera original de la fundación del estado de Wyoming. Parece ser que cada vez que un estado se anexiona al país se borda una bandera conmemorativa con el número de estrellas correspondiente. La que estaba colgada en la pared es la bandera número 44 y es de 1890.

Un día muy interesante e intenso.

Buenas noches!

Chicago 2023 - 19 SEP (día 1)

Hola Chicago, hola USA… cuánto tiempo!


Demasiado. Pero hasta ahora nos ha sido imposible movernos como en tiempos pre-pandemia. Han sido cuatro largos años de espera, con mucha incertidumbre en algunos temas. Afortunadamente todo llega y por fin nos ponemos en marcha para empezar unos cuantos días de risas, desconexión y buenos momentos.

Las nueve horas de vuelo no se han hecho pesadas. Teníamos dudas sobre cómo estaríamos tras el parón, pero nos hemos adaptado sin problema gracias al maravilloso entretenimiento a bordo. También ayuda mucho disponer de auriculares con inhibición de sonido… y vecinos tranquilos alrededor!

Sin embargo, toda esa aparente tranquilidad se veía amenazada por la tensión que solemos tener tras aterrizar en este país. El control de aduanas es bastante estricto y no es raro que termine en “el cuartito” para aclarar que yo soy yo. Pero esta vez todo ha ido bastante fluído: no teníamos demasiada cola de espera, nos han atendido bien y hemos pasado la prueba de manera satisfactoria. Por cierto, no sé si esto estará relacionado con la pandemia pero en el vuelo no nos han dado aquel papelito donde tenías que rellenar un montón de datos y luego responder a varias preguntas absurdas estándar. 

Recordatorio: ya no te sellan el pasaporte. Ahora te dan un papel naranja con el sello de entrada y se lo tienes que entregar al funcionario de la salida de la zona de equipajes. Pues vaya timo!

Hemos aterrizado en la Terminal 5 de O’Hare y, si te alojas en cualquier hotel cercano al aeropuerto, el autobús (shuttle) te recogerá en la puerta 5E. Otra cosa es que aciertes con el hotel más eficiente en transportar pasajeros. El nuestro debe de ser de los más cutrecillos porque hemos tenido que esperar casi una hora (!!!). Eso sí: mediante un chat en la APP del hotel tenía actualización casi en tiempo real de lo que estaba ocurriendo con el shuttle. 

Nos han recibido las nubes y la lluvia (elementos que me temo nos vamos a encontrar durante el resto de días) pero confiemos en que nos respeten aunque sea unos minutos para poder hacer fotos interesantes sin problema.

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Uff… que el jet lag me está matando! A ver si podemos descansar bien esta noche…

Buenas noches!

Zzzz…