Si ayer saludaba con efusividad la vuelta a los viajes al otro lado del charco, hoy me tengo que contener ante los efectos indeseables del jetlag. Cuando he abierto los ojos y me he dado cuenta de la hora que era casi me da algo. Los intentos de dormir han sido unas risas así que, con gran estoicismo, me he levantado a preparar el itinerario de hoy. Lo sé, es una ventaja envenenada, pero poco más se puede hacer!
Más ventajas del jet lag: puedes llegar al aeropuerto prontito sin ningún esfuerzo para pillar el vuelo al siguiente destino. El shuttle nos ha dejado en la Terminal 1 del Chicago O’Hare y, aunque se notaba que había jaleo de gente, hemos pasado el control bastante rápido. Y en cuanto al vuelo… una maravilla. United ofrece un pequeño snack con bebida mientras ves alguna película de su catálogo gratuito. Así que un trayecto de dos horas y media se hace muy muy bien.
El aeropuerto de Rapid City es pequeño y acogedor. Se nota que la moqueta hace bien su papel. Hemos pillado el coche de alquiler (un SUV espectacular - como el de Colorado? -) y nos hemos ido hasta el hotel donde nuestros amigos T&A nos estaban esperando con los brazos abiertos. Han pasado cuatro años desde nuestro último viaje por estas tierras y había muchas ganas de ponerse a ver cosas.
Y para comenzar bien, nos hemos acercado hasta el centro para ver algo único en esta ciudad: las estatuas a tamaño real de todos los presidentes del país. En el espacio de un par de calles largas (Main St y St Joseph St), en cada esquina de cada manzana se puede encontrar una estatua. Aparentemente no están en orden lógico (o al menos yo no se lo he encontrado) y, de momento, hay 43 (Obama es el último). Leí que en 2021 comenzaron con el trabajo del presidente 44 así que no debería tardar mucho en aparecer por ahí y, con respecto al último, el actual presidente 45, imagino que hasta que no termine su mandato no se pondrán con él. En la foto… Kennedy.
Después de hacer una parada técnica en un restaurante mexicano de la zona, nos hemos ido hasta uno de los lugares más famosos de la zona: Devils Tower. Desde que vi en su día “Encuentros en la tercera fase” siempre he tenido una fascinación especial por esta formación de rocas volcánicas y por fin hoy he podido verla en directo. Además hemos tenido dejando el coche junto al centro de interpretación y desde allí hemos hecho una ruta que rodea la torre. Había carteles avisando de serpientes cascabel, pero los únicos animales que hemos visto son buitres sobrevolando el monumento y unos simpáticos perros de las praderas en el camino de vuelta. Mejor así, definitivamente.
Esta noche dormimos en Hulett, a unos 10 minutos de Devils Tower. No hay gran cosa que ver en este asentamiento “in the middle of nowhere” pero sí se puede cenar decentemente en “
77 Steakhouse and Saloon” que está en la parte alta del pueblo, junto al campo de golf. Nos han puesto unos platos generosos de comida y todo estaba buenísimo - pero costaba terminárselo todo! -. Por cierto, en este local estaba la bandera original de la fundación del estado de Wyoming. Parece ser que cada vez que un estado se anexiona al país se borda una bandera conmemorativa con el número de estrellas correspondiente. La que estaba colgada en la pared es la bandera número 44 y es de 1890.
Un día muy interesante e intenso.
Buenas noches!
Por la noche es cuando llegan las naves, deberíais haberlo tenido en cuenta!!!
ResponderEliminarIgualico que en esta España nuestra pero con una chispitina de diferencia: aqui las estatuas de los presidentes estarian llenas de pintura o con alguna que otra cabeza fuera de su sitio
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