A 15 minutos escasos de Custer se encuentra Jewel Cave, una maravilla de la naturaleza que se descubrió en 1900. Es importante pillar la entrada con tiempo (suelen estar disponibles con un mes de antelación) porque la única manera de verla es mediante un tour guiado y suelen llenarse con bastante rapidez. Al llegar hay que validar la entrada en la taquilla y dejar todas las cosas en el coche porque… sólo se puede bajar con la cámara de fotos (ni comida, bebida, bolsos, etc). Además hay que estar en forma porque habrá que caminar por pasarelas metálicas, caminar agachado en varios tramos y subir / bajar 734 escalones en total. Pero… merece muchísimo la pena!! La temperatura de 9ºC se mantiene constante en toda la cueva - en nuestro caso, que teníamos 6ºC en el exterior, nos ha parecido que se estaba muy bien, jaja!
Al salir de la cueva, muy emocionados, hemos aprovechado que por fin había salido el sol y hemos comido algo en la zona de picnic de la entrada. Y luego nos hemos puesto en marcha para visitar Custer State Park, un parque que, si no se hubiera adelantado el propio estado de Dakota del Sur, se habría convertido en otro parque nacional. Tras hacer parada en el centro de visitantes hemos hecho la ruta en coche más popular del parque con la esperanza de ver bisontes. Pero durante varios minutos todos los esfuerzos han sido en vano. De hecho, nos hemos metido por un pequeño desvío para ver mejor los puntitos oscuros que se veían a lo lejos y… unos cuantos burros salvajes nos han sorprendido bloqueando el camino y saludándonos con demasiada efusividad.
Afortunadamente poco después hemos visto cientos de bisontes pastando muy cerca de la carretera. Ha sido increíble. Hemos hecho fotos hasta aburrirnos. Nosotros ya habíamos visto lo grandes que son en Yellowstone pero nuestros amigos estaban alucinando porque era la primera vez que veían tantos y a una distancia perfecta para hacer fotos. Creo que ya no vamos a tomar hamburguesas de bisonte en una temporada muuuuy larga.
Esta noche hemos cenado en “Beggin Burro”, un mexicano donde hemos comido estupendamente. Debemos de ser pocos los españoles que pisamos por estos pueblos perdidos porque cada vez que les decimos de donde venimos la sorpresa es tremenda. Lo que se ve en la foto es un cocktail “Gummy Margarita” y, efectivamente, lo que se ve en el borde del vaso es una gominola!
En fin, hora de dormir.
Jet lag… pórtate bien hoy!
¡Que pasota el bisonte, mira que no saludar!! ¡¡Debería aprender del burro, digo yo!!!
ResponderEliminar¿ Sabes lo que me gusta más de las fotos de hoy? ¡¡¡El vaso del burrito!!!
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